Felipe Monroy / VCNoticias. Ciudad de México.- Luego de los crímenes de Cerocahui donde fueron asesinados un civil y dos religiosos jesuitas, los obispos de México han alzado la voz con un mensaje dirigido tanto al gobierno federal como a todas las autoridades constitucionales del país: «Es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando […] no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora».
Por ello, hacen un llamado a la clase política para convocar a un «diálogo nacional» con el fin de alcanzar la paz. A través de un mensaje firmado por 23 obispos, por los titulares del Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y los representantes territoriales de las 19 provincias eclesiásticas en que se estructuran las diócesis mexicanas, los pastores católicos no matizaron su análisis sobre la situación del país:
El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo.
El mensaje fue divulgado también después de que el papa Francisco, al final de una Audiencia General, compartiera su dolor y consternación no sólo por el reciente asesinato de los religiosos de la Compañía de Jesús sino por las decenas de miles de crímenes en México: «¡Cuántos asesinatos hay en México!»
Al respecto, el episcopado mexicano declaró que detrás de los crímenes y la violencia desmedida en México hay «maldad y desorden social» además de una «falta de valores y sensibilidad… se está perdiendo todo respeto a la dignidad humana».
Este nuevo mensaje retoma el clamor del ‘¡Ya basta!’ que expresó la CEM en un comunicado en 2014 después de los eventos de Iguala y la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa. En aquel entonces, los obispos expresaron: «¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza».
Ocho años más tarde y bajo otra administración federal, los obispos ahora vuelven a hacer una crítica a las medidas de seguridad implementadas por el gobierno:
«Es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando. Es tiempo de escuchar a la ciudadanía… creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora».
Recomiendan además, en consonancia con la petición del papa Francisco, poner en práctica la escucha y la participación de todos: «Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario nos fortalece como nación», destaca el comunicado.
De esta manera, los obispos afirmaron que hay una «oportunidad» para hacer posible la paz y la reconciliación en México; para alcanzar esto, sugieren que las autoridades políticas convoquen «a un diálogo nacional para emprender acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta».
Y, por supuesto, convocan a todos los mexicanos pues «todos necesitamos vivir en paz y concordia» a participar de esta propuesta: «Creemos que la paz es posible, tiene que ser posible. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados».