Editorial Centro Católico Multimedial. «¿Sacerdotes investigados?»

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Editorial CCM / Tras de la participación de la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México” en la 116 asamblea ordinaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se dio a conocer que 60 ministros católicos estarían bajo investigación de instancias de gobierno por declaraciones de tinte político. Sin especificar fuente, la candidata opositora tampoco reveló nombres o quiénes están auspiciando las investigaciones ni su naturaleza, sea de índole administrativa o penal, ningún indicio salvo la seguridad de una “fuente confiable”, la que compartió el dato.

En conferencia de medios donde se presentó el mensaje al pueblo de Dios, Rogelio Cabrera López y Ramón Castro Castro, secretario y presidente de la CEM, contravinieron tales afirmaciones asegurando desconocer tal cifra de clérigos bajo investigación; sin embargo, 51ministros de culto católico y una universidad, desde 2016, es decir, partiendo de la administración de Enrique Peña Nieto, “han sido llamadas a cuentas por delitos electorales”.

No obstante lo anterior, el obispo Ramón Castro Castro afirmó que, al contrario de otros credos religiosos, la Iglesia católica sí es muy observada por las autoridades, especialmente en cuestiones electorales.

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Para nadie es desconocida la particular animadversión de AMLO que tiene contra quienes no piensan como él. Especialmente en referencia al clero, no han sido pocas las ocasiones que ha reprochado a la Iglesia cuando ha exigido el cambio urgente de estrategia de seguridad. “Los abrazos ya no alcanzan para detener los balazos”, “No se puede dar abrazos con los brazos levantados”, son algunas de las frases que en la esfera eclesiástica se han dicho para demostrar que las cosas no van por buen camino y eso ha molestado al presidente López Obrador.

Ahora la candidata opositora pone el dedo en el renglón que se antojaría más a un posible acoso político fuera de la legalidad. Seguramente esa “fuente confiable” le puso en advertencia de más elementos para conocer cómo y qué tipo de investigación se realiza y dilucidar si está en el marco de la legalidad. ¿Cómo se les investiga? ¿Hay denuncias formales? O, por el contrario, ¿hay acoso de las autoridades? ¿Amagos? ¿Espionaje?

En estos momentos, nada debe desecharse, pero, sobre todo, debe imperar la mesura. No se puede hablar a la ligera de “60 clérigos bajo investigación” en una sola palabra sin ofrecer fundamento alguno de ese dicho. Los demonios andan sueltos, sí; pero tampoco les debemos provocar para suscitar linchamientos. Por todos que hay demonios en las huestes rabiosas, fanáticas del señor de Palacio, capaces de enarbolar la bandera guinda del encono por defender a sus amos, el presidente y su heredera; pero también, del otro lado, hay demonios bajo la máscara de fanáticos que se envuelven en el sudario de Nuestro Señor, agitando la tilma de Guadalupe sintiéndose herederos de los cristeros, comandantes de legiones fieles a la Iglesia, defensores impolutos que dicen encabezar contrarrevoluciones descomponiendo más el clima político que nos agobia y nos está hundiendo.

Para cualquier conflicto, hace falta el cerillo que cualquier mesías -de derecha e izquierda- pueda echar a un pastizal seco, listo para arder. En estos momentos, lo único que debe defenderse es de lo que se tiene certeza plena. ¿Hay 60 sacerdotes investigados? Entonces, el que afirma debe probar. 

  

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