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Editorial Centro Católico Multimedial. «¿Que vivan nuestros hermanos migrantes?»

A Salvadoran father (R) carries his son while running next to another immigrant as they try to board a train heading to the Mexican-U.S. border, in Huehuetoca, near of Mexico City, June 1, 2015. An increasing number of Central Americans are sneaking across Mexico's border en route to the United States. Picture taken June 1, 2015. REUTERS/Edgard Garrido
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Editorial CCM / En el penúltimo Grito, el presidente de México añadió a su interminable lista una particular arenga a los migrantes, esos que, día a día, recorren las ciudades, caminos y fronteras del país. Un ¡Viva!, justificación reivindicatoria que esconde el tremendo drama que no cesa, la de una crisis humanitaria que tiene otro capítulo más en este desastre involucrando a todos los gobiernos de la región Norteamericana.

Las ciudades del sur de México se convierten en lugares de hacinamiento y descontrol por atender a los centroamericanos en su búsqueda por documentos que permitan el paso por un país agresivo. Las autoridades migratorias afirman que se registraron 140.671 migrantes procedentes de países sudamericanos hasta julio de 2023, cifra récord de migrantes ecuatorianos y venezolanos, frente a los poco más de ciento dos mil provenientes de Centroamérica.

Y mientras la crisis en la frontera norte parece desbordar, el paso de los migrantes tiene un nuevo descalabro. La parálisis de sesenta trenes de carga de grupo México ante las oleadas masivas que abordan para viajar hasta el norte. De acuerdo con Ferromex, la suspensión fue a causa de la aglomeración de migrantes en vagones de carga para llegar a Estados Unidos, dejando varios lesionados y fallecidos.

Las escenas, de todos conocidas, no son nuevas. Decenas de familias suben a los trenes hasta conseguir su objetivo, llegar a los Estados Unidos. Varias organizaciones humanitarias, han volcado esfuerzos para ayudar a los migrantes en trenes, una de ellas es la célebre organización de Las Patronas. El 9 de junio de 2022, a través de un comunicado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos -CNDH- instó a las autoridades a dar medidas cautelares a Las Patronas debido al “aumento en los niveles de inseguridad y delitos cometidos en la zona, obstaculizando la labor humanitaria y de defensa de derechos humanos…”  De la misma manera, la CNDH señaló que “las personas en contexto de migración cada vez llegan en condiciones más inhumanas, con el cuerpo deteriorado, debido a los largos viajes que hacen a pie, y como consecuencia de las persecuciones que sufren en el camino, tanto de policías como de agentes federales de Migración”.

Las Patronas, nombre en honor de su Patrona principal, Santa María de Guadalupe, ha sido de los grupos testigos de este drama a bordo de las bestias de carga cuando, en 1995, regalar un pan, se convirtió en una misión que no ha parado. Hoy, los trenes se detuvieron por estar desbordados, no de mercancías, sino de personas que llevan ilusiones y esperanzas buscando un futuro mejor.

Sin embargo, la crisis que ha detonado ha rebasado la capacidad de México para atender esta marea humana. Son frecuentes los actos enardecidos de migrantes al tomar instalaciones de Instituto Nacional de Migración ante la lentitud de solicitudes de asilo, pero México se ha convertido en una pesadilla, ya es incontrolable, y todo se sujeta a lo que impone el gobierno de los Estados Unidos.

Con todo, la realidad parece correr por vías paralelas. Mientras ya se anuncian reuniones para “detonar” la  migración segura, ordenada y regular a cargo de las autoridades del INM, Ferromex y las Secretarías de Relaciones Exteriores de la Defensa Nacional (Sedena), de Seguridad y Protección Ciudadana, de Gobernación y Guardia Nacional, así como representantes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, es decir, todo el peso del aparato estatal, por otro lado, está un drama interminable que se une a aquéllos capítulos como los de Ciudad Juárez. ¿Viva nuestros hermanos migrantes? Un grito hueco que oculta el fracaso de una política y la crisis que el actual gobierno no pudo atender.

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