Editorial Agencia Católica de Noticias: «Paz a Israel, paz a Gaza…»

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Editorial ACN / Una semana después de la incursión del grupo Hamas a Israel, la guerra en Oriente Medio sigue una escalada provocando sufrimientos indecibles a quienes más sufren el terrorismo y la consecuente movilización militar y el poderío israelí en consecuencia que amaga con una incursión en Gaza con una destrucción sin precedentes que dejará decenas de muertos y miles de desplazados hacia el sur.

Para el gobierno de Israel, la agresión de Hamas fue un golpe muy duro que conmocionó al Estado judío, ningún servicio de inteligencia tuvo previsión de la incursión que dejó más de 250 víctimas mortales. Esto ha contribuido a la desestabilización del gobierno asediado igualmente por la turbulencia política. Ahora, tras la declaración de guerra, esto ha dado una especie de pausa como tabla de salvación para el cuestionado primer ministro Netanyahu, las preguntas surgen con la furia de los sectores más radicales israelíes que exigen respuestas por esta agresión calificada como el “11-S” del Medio Oriente.

Por otro lado, el destino de más de un millón de gazatíes es incierto. En todo conflicto, quienes más sufren, niños y desvalidos, llevan la peor parte. La guerra, como dijo el Papa Francisco en el ángelus de este domingo 15 de octubre es “siempre una derrota” que propicia la muerte.

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Entender el conflicto entre Gaza e Israel es una historia que lleva hasta los orígenes del mismo Estado judío en 1948. Ambas partes, palestinos e israelíes, están convencidos de su derecho al reconocimiento y a la existencia, pero no parecen acordes a la coexistencia. Ambos tienen respaldo de las superpotencias. Los palestinos, apoyados por las naciones islámicas radicales a través del financiamiento al terrorismo que está más que evidenciado. La última agresión preocupa al mundo y moviliza recursos militares como el apoyo estadunidense a Israel, signo de otra intervención con millones de dólares en apoyo bélico como sucede en Ucrania.

Sin embargo, lo más reprobable es el bloqueo de la ayuda humanitaria. En la frontera egipcia, miles de toneladas de alimentos y medicinas están detenidos debido a la resistencia de Hamas para abrir las posibilidades de ayuda a la moribunda población que resiente los agravios de la necedad y el odio. Por un lado, el grupo que autogobierna Gaza arroja a la población al abismo, por el otro, Israel que amaga con una incursión militar exigiendo la evacuación del norte de la franja. “Médicos sin Fronteras” ha calificado dicha acción como de violencia sin precedentes “Gaza está siendo arrasada y miles de personas están muriendo. Esto debe terminar ya…” dice esa organización humanitaria.

Entender el conflicto desde una perspectiva parcial podría dar una visión muy limitada que nos dejaría en una miopía sobre vencedores y vencidos. Es un conflicto que, sin lugar a duda, no tiene antecedentes de una semana. Ambas partes sufren la perdida de seres queridos, de su hogar o lamentan el desplazamiento de sus lugares de origen. La Conferencia del Episcopado Mexicano llama a propiciar el entendimiento y el diálogo que supere las diferencias y siente, entre las partes, las mejores soluciones. Nadie sabe qué será el destino de Gaza, pero el sentido común debería inclinarse por la paz, no sólo en esa zona sino en todas con un conflicto armado activo en el mundo.

 

 

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