Editorial Agencia Católica de Noticias. «Los libros de texto gratuito, lucrativo negocio»

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Editorial ACN / Este 28 de agosto, estudiantes del sistema educativo nacional regresarán a las aulas en medio de una gran controversia que, lejos de haberse dirimido, suscita más enfrentamientos y encono. La polémica de los libros de texto gratuito llega a los salones de clases. En algunos estados, estudiantes no tendrán sus flamantes ejemplares y quizá estarán obligados al reciclaje de materiales ante las órdenes judiciales de suspensión de distribución de ejemplares. La Secretaría de Educación Pública anunció la entrega de más de 150 millones de publicaciones, pero no todos están de acuerdo con los contenidos.

Se ha demostrado hasta la saciedad que los libros fueron editados bajo la opacidad y a capricho de dos personas en el poder. El director de materiales educativos de la SEP y la Secretaria de Educación Pública son los personajes más expuestos en esta lamentable controversia. El primero, un desfasado y adoctrinado nostálgico de la ideología educativa dialéctica materialista y adicto a las trasnochadas ideas del marxismo. En su nombre, lleva el pecado. Incluso se envuelve en la bandera del comedido tuitazo para anunciar que daría la vida por los libros que nadie parece apreciar: “El tema del libro de texto ocupó ayer 11 primeras planas, amenazaron con 9 años de prisión. Por la NEM, por los libros, por la reivindicación del maestro, no doy 9 años; doy la vida. Vengan por ella, pero eso sí, no me van a encontrar arrodillado… ¡Me encontrarán trabajando!”, tuiteó el pasado 2 de agosto quien es responsable de esos materiales. Instalándose en las ideas de ser un mártir de su gobierno y la ideología; sin embargo, sus caprichos comienzan a costar muy caro. De entrada, el ciclo escolar comienza sin libros.

¿Cuánto cuesta hacer los libros de texto gratuitos? La Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos -CONALITEG- es la dependencia encargada de realizar los materiales y operar las licitaciones necesarias para la edición. Antes de este gobierno, editoriales gozaban de contratos que les redituaban importantes ganancias por pagos gubernamentales; ahora, CONALITEG goza de esos importantes recursos. Según las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación -ASF- en 2021el presupuesto CONALITEG, entre 2012 y 2021, aumentó un 58 por ciento, pasando de 1,968 millones a 3,108 millones de pesos, pero la producción de los libros de cayó a un 80 por ciento.

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Igualmente, la ASF reportó que en 2022, CONALITEG era un organismo ineficiente al presentar retrasos en la distribución de materiales entregando a destiempo alrededor de 16.8 millones de ejemplares, 29 días después del 31 de julio de ese año y otros 572,291 libros llegaron a los estudiantes entre el 30 de agosto y el 12 de octubre de 2022 cuando las clases habían iniciado.

No obstante, la polémica de los libros de texto tiene más aristas que las meramente económicas. Se trata de la opacidad. De hecho, los mexicanos no tienen la información adecuada para conocer cómo se han ejercido los multimillonarios recursos por la producción de los libros de texto. Con errores, plagados de ideología, los expertos coinciden en decir que son pocas las cosas positivas de sus contenidos, pero no se sabe con certeza quiénes fueron beneficiarios de los millones de pesos del gobierno para diseñar esos libros.

Así, la Iglesia católica misma se ha decantado por quienes decidieron ejercer el juicio de amparo e impedir que los niños tengan en sus manos esos ejemplares. Y en caso totalmente inédito, las comunidades indígenas de Chiapas pusieron el sambenito a los textos mandándolos a la hoguera.

En un video, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, denunció que la Nueva Escuela Mexicana es propiciatoria de la “colonización ideológica” que acrecienta la crisis y agudiza la emergencia educativa. No le falta razón, México está en los últimos lugares a nivel mundial en aprovechamiento escolar, pero estos conflictos son deliberados. Al presente gobierno, no le interesa la escuela, sino los campos ideológicos y qué mejor si estos pueden ser un lucrativo negocio.

 

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