Luego de conocerse el asesinato de ocho jóvenes integrantes de la pastoral juvenil de la diócesis de Irapuato, Guanajuato, la Conferencia del Episcopado Mexicano deploró el asesinato calificándolo de artero y llamó a toda la ciudadanía, independientemente de sus responsabilidades, a formar un frente común: “Basta ya de intereses personales o partidistas, formemos un frente común, vivamos la solidaridad que tantas veces nos ha caracterizado ante las tragedias que enfrentamos, y combatamos la delincuencia y la falta de justicia que hace sangrar nuestra patria y trunca el sueño de miles de nuestros jóvenes”, exigió el Episcopado.
Por los hechos, pidió hacer una reflexión sobre la violencia en México, la cual se ha convertido en un cáncer social y señaló a la delincuencia presumir de impunidad al despreciar la vida y “hacer imperar la inseguridad en nuestros espacios vitales comunitarios; esta realidad hiere el corazón de todos los mexicanos, nadie puede sentirse fuera de ella”.
Los obispos insistieron en su llamado a los mexicanos a ser artesanos de paz y a “generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia»; ciudadanos convencidos de su responsabilidad con el bien común, que se comprometan en la construcción de las condiciones que hagan posible una vez más el estado de derecho y la paz en nuestras comunidades”.
El mensaje completo puede leerse aquí.
