«Todos sabemos que la unidad es uno de los signos claros del origen divino y de la misión de la Iglesia: nuestra unidad muestra al mundo que el Padre y Jesús son uno y se convierte en un motivo para creer (cf. c. Jn 17, 21) pues la unidad de los seres humanos, en especial los creyentes, transforma el mundo y permite implantar los valores del Reino, en especial la mirada misericordiosa.
Uno de los principios visibles de esta unidad es la comunión con Pedro y en Pedro, que tiene que verse reflejada en la obediencia a sus decisiones de gobierno, en la doctrina por el definida y en los llamados pastorales que él nos hace. Hoy quiero comentar un poco la manera en la que veo las decisiones y actitudes pastorales del Papa Francisco.
Su Santidad se ha distinguido por ser un hombre que llama a la misericordia, tomando decisiones que acercan la acción de la Iglesia a todas las personas.
Afirma que “la Iglesia tiene que ser un lugar de misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (Francisco, Evangelii gaudium, 114) y creo que este debe ser la declaración programática de sus decisiones y acciones pastorales.
Si bien tenemos que proclamar la doctrina cristiana y buscar implantar los valores que permiten llevar una vida en conformidad con la moral que brota del Evangelio, es importante saber acercarnos a todas las personas, comprender su situación de vida y mostrales la mirada misericordiosa de Dios que los entiende y los llama a transformar la vida, dándoles las herramientas de su bendición y de su amor.
Estoy convencido de que esta es la clave de lectura de las propuestas pastorales hechas por Su Santidad Francisco en la Declaración Fiducia Supplicans y considero que todos los fieles cristianos, en especial los pastores, debemos comprenderla en esta llamada a manifestar la misericordia de Dios y vivir según la buena nueva del Evangelio. Por eso llamo a todos a una comunión afectiva con el Santo Padre y efectiva, unirnos a sus propuestas pastorales.
+ 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒍𝒊𝒐 𝑪𝒂𝒃𝒓𝒆𝒓𝒂 𝑳𝒐́𝒑𝒆𝒛
Arzobispo de Monterrey y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano