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IGLESIA. EL VATICANO EN EL TIEMPO DE UN PEDRO ELUSIVO. EL CASO PAPA.

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En las últimas semanas ha sido evidente la incapacidad -o la falta de voluntad- del Pontífice reinante de cumplir con su tarea principal, a saber: dar respuestas precisas a cuestiones concretas, y no secundarias, para la guía de la Iglesia. También ha sido evidente que, precisamente las Iglesias locales que lo han apoyado y ayudado a alcanzar la cátedra de Pedro, son las que le están causando más problemas.

Empezando por el que ha sido, y sigue siendo, el peor papelón de este pontificado. El caso de los abusos sexuales en Chile, las imprecisiones (por no decir mentiras) pronunciadas, el apoyo increíble al obispo Barros y el intento de recuperación mediático con grandes gestos, cartas y admisiones para demostrar que el jefe existe y es capaz de administrar comprensión y resolver los problemas. En beneficio de los medios de comunicación, pero existe. Queda el hecho que sus hombres, los que lo han ayudado y/o promovido, Errazuriz y Ezzati, están involucrados en un caso que ha destruido la credibilidad de la Iglesia chilena.

El caso de Alemania lo tenemos ante nuestros ojos. La mayoría de los obispos aprueba un borrador de ayuda pastoral que permite, mediante un escamotage -subterfugio lo llamaríamos en español-, dar la comunión a los cónyuges protestantes de cónyuges católicos. El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y otros personajes de renombre han afirmado, justamente, que no se puede aceptar, que no tiene sentido común. Siete obispos alemanes, entre ellos un cardenal, han escrito a Roma pidiendo que Pedro dirima un punto que sólo él, autorizadamente, puede resolver. Y Pedro, ¿qué hace? Responde aconsejando que se encuentre una solución compartida…, prescindiendo de la piedra, de lo que está desatado y de lo que está atado. Una respuesta que no puede ser más ambivalente e inadecuada para un Papa. Como dice, precisamente, con valentía y claridad (pero, ¿a qué esperan los otros -y son muchos- cardenales para vencer el terror y decir lo que piensan?) el cardenal de Utrecht, Eijk.

Cerca de Alemania, en Bélgica, el cardenal De Kesel confía a una asociación homosexual que los homosexuales tienen derecho a su sexualidad, y que está pensando en algún tipo de bendición para los homosexuales cristianos que desearían, por parte de la Iglesia, un reconocimiento a su relación. En práctica, esto significa olvidarse por completo del Antiguo y Nuevo Testamento, del Catecismo de la Iglesia católica, de los documentos del Magisterio y también de lo que -de palabra- afirma el Pontífice. De Kesel es pupilo de uno de los grandes amigos, consejeros y electores de Bergoglio, el muy discutido cardenal Danneels, implicado en un caso de encubrimiento de abusos particularmente repugnante, el de un obispo amigo suyo que abusó de un sobrino. ¿Rayos y truenos desde Santa Marta? Ni siquiera una palabra.

Por último, el caso Alfie. La Iglesia de Inglaterra y Gales apoya, contra toda vergüenza y decencia, a los jueces y médicos que han matado a Alfie Evans (y a otros antes de él). No sólo: también persigue contra toda decencia y vergüenza -pero, ¿qué personas son estos Nichols y McMahon, ya no digo como sacerdotes, sino como hombres?- al sacerdote italiano Gabriele Brusco, que ha estado acompañando a los padres. El Papa se ha comprometido personalmente, en este caso, en favor de los medios de comunicación, y ha puesto en marcha a la Secretaría de Estado y al Hospital Niño Jesús. Con los ingleses actuando en contra. Pero claro, Vincent Nichols es de la misma corriente que el cardenal Murphy O’Connor, gran amigo y elector de Bergoglio.

El Pontífice reinante reserva sus dardos a quien no es su amigo, a quien parece demasiado tradicional (como los Franciscanos de la Inmaculada, los Heraldos del Evangelio, el Instituto del Verbo Encarnado, la Fraternidad de los Santos Apóstoles, etc., etc.) o donde hay intereses consistentes: por ejemplo, en la Orden de Malta, conquistada con un golpe extraordinario, o en el Instituto Dermatológico de la Inmaculada (IDI), para el que el Papa ha pedido 25 millones de dólares a los laicos americanos de la Papal Foundation (y los laicos americanos, justamente, se han enojado: como toda buena vaca demasiado ordeñada, sin vergüenza ni discreción).

Como guinda del pastel, podemos recordar también el caso Maradiaga. Y el caso Viganò. Una colección de escándalos en los que el denominador común es sólo uno: la ausencia de una guía autorizada y segura. Que es algo distinto, muy distinto, de una guía ocasional y arbitrariamente autoritaria. ¿Cómo decir? De un Papa

(Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)

Comentarios
6 comentarios en “IGLESIA. EL VATICANO EN EL TIEMPO DE UN PEDRO ELUSIVO. EL CASO PAPA.
  1. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Ahora que la división ya existe y el daño se ha hecho hay que pensar en cómo logramos mantener la unidad de la Fe entre los laicos. Volvamos al Credo (Apóstoles o Niceno…) al contenido indestructible, al conocimiento de cada verdad y a la explicación de cada una.

  2. Lo que deliberadamente olvida Tosatti. Hoy, información oficial del Vaticano, fácilmente accesible. Interesadamente silenciada. Silencio que supone el reconocimiento de culpa de los dirigentes del Opus.

    «Proceso IOR: primera audiencia para Caloia y Liuzzo 09 mayo 2018, 17:45
    Casi cuatro horas para la primera audiencia enteramente dedicada a las cuestiones prejudiciales. Casi sesenta los testigos requeridos por el momento
    se abrió esta mañana a las 9.10 en el Tribunal vaticano el proceso penal por peculado y auto reciclaje a cargo del ex-presidente del Instituto para las Obras de Religión, el prof. Angelo Caloia, de 79 años, y del abogado Gabriele Liuzzo, ausente en aula y declarado contumaz.

    Substraídos 57 millones de eur
    Los dos imputados, según la parta acusatoria, se habrían apropiado de casi 57 millones de euro en el ámbito de las disposiciones inmobiliarias iniciadas por el Instituto entre el 2001 y el 2008. La audiencia de hoy duró poco menos de cuatro horas y ha sido dedicada a las cuestiones de carácter prejudicial.

    Ior y Sgir
    No obstante las excepciones presentadas por la defensa de los imputados, ha sido confirmada la fundamentación de la constitución en calidad de parte civil del Ior y de la sociedad inmobiliaria Sgir, participada al 100 % del Instituto vaticano.
    Hasta el 18 de mayo para presentar la síntesis
    El tribunal ha actualizado la audiencia en fecha a destinarse y ha fijado el término del 18 de mayo para depositar “el resumen de los detalles, todas las instancias indagatorias de todas las partes procesuales”.
    En la Cámara de Consejo serán nombrados también los peritos, establecido el termino para la traducción en lengua italiana de algunos documentos, en lengua inglesa. El Tribunal ha enviado también a una revisión del número de los numerosos testigos requeridos por las partes, entre los cuales figuran diversos purpurados.»

  3. ¿Por qué en la enumeración se le olvida el caso del presidente del IOR? Angelo Caloia, contra el que hoy se ha iniciado juicio en el Vaticano, acusado de robar el cepillo de la Iglesia. ¿Por qué? ¿acaso le parece bien lo que ha hecho, no es escandaloso? Ah, que es del Opus. Silencio general. Esta es la verdadera cuestión, el Opus. El Papa acaba de tipificarlo como herejía semipelagiana, sin nombrarlo,en la Gaudete et Exsultate. El Papa le quita el poder al Opus y el Opus organiza todo tipo de maniobras de desestabilización, como las que selectivamente ha enumerado. ¿Verdad, Tosatti, que el asunto va de esto?

  4. No sólo no ejerce la misión de confirmar en la fe sino que siembra dudas, ambigüedades, errores, oscuridad. Todo esto ¿ no conllevará la pérdida de la legitimidad de ejercicio, si es que tiene la de origen ? ¿ No estarán legitimados los cardenales para declararlo no papa por pérdida de legitimidad ?

  5. No sólo el rosario de desistimientos del que habla Tossati. Francisco está cometiendo auténticas alcaldadas que reflejan un talante inestable. Llámese complejo de inferioridad por su falta de preparación, llámese golpes violentos de mano que manifiestan una ausencia de sentido del cargo, de responsabilidad. Pienso en la inclusión en las Acta Apostolicae Sedis de la interpretación de la Amoris Laetitia de los obispos bonaerenses como doctrina genuina. Parece de sentido común que si algo ha sido cuestionado desde sólidas razones compartidas por muchos teólogos, mejores que el novelista Trucho, el variable Ladaria o el ignorante tout court Sánchez Sorondo, llamarlo doctrina genuina es de una osadía temeraria. Su empecinamiento llega a tal grado que aprovecha cualquier para codearse con los pontífices que le precedieron como si fuera coherencia doctrinal. Esa obstinación, que cualquier psiquiatra asociaría a un cuadro patológico, acaba de ratificarse en las normas por las que debe dirigirse el nuevo dicasterio. Habla allí, entre los fines de la entidad, de los «llamados» casos irregulares por la Amoris laetitia. Cree que por repetir un despropósito acabará imponiéndose como verdad. Con todo respeto, Santidad, demuestre de una vez por qué es cierto lo que a otros nos parece un tremendo error, y déjese de repetirlo cual si fuera una persona obsesivo-maníaca. Suena, además, poco elegante, que tenga que aclararse que tal dislate va asociado a tal cardenal, elector suyo, tal otro a tal despropósito a cual cardenal, elector suyo. Y así, uno por uno. Parece como si la elección hubiera sido un acto de compra. Y eso es muy feo.

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