Twitter está bloqueando el perfil @Figh4Charlie. Algunos usuarios que intentan entrar en el perfil creado para permitir a los padres del pequeño Charlie llevarlo a EE.UU para someterse a un tratamiento experimental, como es el deseo de los padres, no pueden hacerlo. Cuando entran en la cuenta, aparece el mensaje: Advertencia: Este perfil puede incluir contenido potencialmente sensible: ¿Desea continuar viéndolo?».
Como es natural, los usuarios de la red social del pájaro azul han protestado por lo ocurrido. Pero teniendo en cuenta el tipo de comportamiento políticamente correcto que tanto Twitter y Facebook tienen, no es difícil de adivinar que esta prohibición se debe a que el caso de Charlie es un tema considerado «no conforme», demasiado «de la derecha».
En nuestra círculo, las señales son diferentes. El comunicado «pilatesco» de los obispos británicos, del cual se han hecho eco las desafortunadas declaraciones del Presidente de la Academia por la Vida, Mons. Vincenzo Paflia. El silencio reinante del Pontífice, roto solamente por un tuit en la tarde del 30 de junio, y una declaración del portavoz del Vaticano, Greg Bruke, de pocas líneas. Todo ello llegó después de los comentarios negativos de las redes debido al silencio en al Ángelus del pasado domingo.
Cabe señalar que de Santa Marta llegó ayer, por Ansa, un mensaje sobre el tema de los inmigrantes. Decir que ahora nos enfrentamos a un fenómeno de exteriorización papal obsesivo. Cuando, a lo mejor, teniendo en cuenta las consecuencias financieras (incluidas las organizaciones católicas), judiciales, y de naturaleza «para- esclava», así como la sensibilización de las poblaciones que habitan en el «teatro de las invasiones», la prudencia debe ser recomendada.
Volviendo al tema de Charlie Gard, también hemos visto declaraciones de algunos sacerdotes y medios particularmente contiguas a la corrección política y eclesial que no estaban en línea con la declaración #Charliedebemorir.