En el imaginario popular católico esta la creencia de que el papa y los obispos ordenan y los fieles y sacerdotes obedecen. Hay una clara cadena de mando. En otros tiempos, que se ven tan lejanos, bastaba una pequeña indicación del párroco y los fieles seguían con decisión. Las visitas de los obispos a las parroquias eran momentos de gozo y de corregir las desviaciones, a los ojos de hoy insignificantes, que se detectaban. Las curias diocesanas eran mínimas y su gobierno muy comedido. No era un mondo idílico ciertamente, pero sí mucho más tranquilo. Se legislaba mucho menos, el obispo estaba lejos y el papa mucho más.
En Roma se ha producido una explosión en la estructura del Vaticano y de la Santa Sede que ha multiplicado los entes y los trabajadores haciéndola ingobernable. No es exagerado hablar de estado fallido donde es necesaria una refundación más que reformas que complican todo y nada resuelven. Todo esto se ha copiado en la conferencias episcopales y en los obispados convirtiendo a la iglesia en una enorme maquinaria administrativa , el ejemplo más desarrollado es sin duda Alemania, pero no es el único caso ni mucho menos. Hace 50 años en los organismos Vaticanos había menos de 1000 personas, hablamos de todo, incluidos los jardineros. Las cifras de hoy son de 2000 en el Estado Ciudad, 2000 en la Curia, y más de 500 en el cuerpo diplomático. Son cifras generales, con muchas lagunas, que las harían crecer sustancialmente si sumamos asesores, consultores y otras faunas. Las conferencias episcopales hace 50 años prácticamente no existían. Que cada uno ponga números a la de su país. Las curias diocesanas eran la casa del obispo y muy poco más. Los mayores pueden recordar lo que era su obispado más cercano.
Los últimos de esta cadena son los párrocos y sus fieles que reciben diariamente un bombardeo incesante de documentos, cartas, indicaciones, campañas, que hacen imposible incluso su lectura superficial. Ya sin entrar en el enorme costo de la elaboración y envío de todo, es ciertamente un material bastante inútil porque su puesta en práctica es imposible. Es muy fácil culpar al último eslabón de la cadena de todos los males. Las iglesias están vacías porque los curas predican mal, y esto lo dice el Papa Francisco. Hay que atender a los pobres y los únicos que hacen algo concreto son los párrocos con sus fieles pero reciben todas las críticas porque hacen poco y además mal. Se nos invita a oler a oveja por quienes no las distinguen de una cabra.
Toda esta situación está distanciando cada vez más a la enorme estructura de la iglesia de la iglesia real. Lo que no sirve para ayudar a los fieles, a sus familias – la iglesia doméstica – y a los sacerdotes se muestra absolutamente inútil. Estamos asistiendo a la descomposición de una enorme estructura de mando que no tiene a quién mandar y, por tanto, muestra a los cuatro vientos el esplendor de la inutilidad.
Hoy nos anuncian un observatorio internacional Vaticano para ayudar a familias que están en dificultad, o algo así. Crearemos otro departamento que nos llenará de documentos llenos de dificultades que todos conocemos y no se resolverá nada.
Interesante encuentros para estudiar la figura del Pio XII.
Siguen las investigaciones en Chile, ahora casos de abusos en una comunidad de religiosas.
Se anuncia atentados islámicos para el 31 de diciembre y en Vaticano es uno de los objetivos preferidos.
El párroco que está enfadado con Salvini y, como infantil y tonta pataleta, cierra por Navidad.
Parolin que no termina de convencer al gobierno italiano para que sume al Global Compact y llora sus penas por lo montes.
El inefable Paglia que se lamenta de lo poco que se habla de la muerte.
Nos despedimos en esta gran fiesta de la Inmaculada , la Purísima, patrona de España y de tantos países, como Estados Unidos, con los famosos versos de Dante:
«Vergine Madre, figlia del tuo figlio,
umile e alta più che creatura,
termine fisso d’etterno consiglio,
tu se’ colei che l’umana natura
nobilitasti sì, che ‘l suo fattore
non disdegnò di farsi sua fattura.
Oh, Virgen madre, hija de tu hijo,
la más humilde y alta criatura,
del santo plan de Dios término fijo,
Tú ennobleciste la humana natura
hasta tan alto grado, que su autor
no desdeñó el hacerse de esa hechura.
https://www.tpi.it/2018/12/07/chiesa-chiusa-genova-decreto-salvini/amp/
https://www.viagginews.com/2018/12/05/papa-francesco-fraternita-scisma/
Los sacerdotes en general predican regular. Pero los que lo hacen muy mal deberían leer las homilías. Hay algunos incapacitados para hablar bien el castellano, y más incapacitados para transmitir el Mensaje evangélico.Hace daño enorme tanto al prestigio de la Iglesia como a la fe.