Empezamos el mes de junio y estamos notando una especial intensidad en la información en temas de fondo. La noticia diaria tiene su interés e importancia porque nos da indicios, señales, de por dónde van las cosas. Este periodo de caos sin término y de confusión insuperable nos está haciendo pensar, escribir, reflexionar sobre las raíces y consecuencias de lo que vivimos. Es el camino natural para la construcción del futuro inmediato y nos da pautas de la evolución de las cosas. El mundo no termina, ni empieza, con nosotros, el pasado nos enseña, y nos ayuda a fundamentar el presente que va construyendo el futuro.
En estos días que nos toca vivir, no hay punto ni coma que no sea discutido y hoy tenemos un largo artículo del British Medicine Journal, sobre si nos podemos fiar , o no, de las personas, hombres de medicina, periodistas y políticos, que se expresan, deciden y opinan sobre el tema del coronavirus, tratamientos, medidas y ahora «vacunas». Continuas complicidades entre los expertos que autorizan las vacunas, y los que asesoran sobre ellas, con las industrias farmacéuticas. El artículo se centra en Estados Unidos e Inglaterra, no podemos ni imaginar lo que estará sucediendo en otros países menos seguros.
Para nosotros los europeos, los occidentales en general, vivimos en un mundo totalmente al revés, donde lo falso toma el lugar de lo verdadero, donde el mal toma el lugar del bien, donde la percepción toma el lugar de la realidad. Tenemos otra publicación, tantas en estos tiempos: «La autodestrucción de Occidente: del humanismo cristiano a la dictadura del relativismo», de Eugenio Capozzi, que nos alerta del llamado «Nuevo Humanismo», que busca una «revuelta real de Occidente contra sus fundamentos de civilización, la idea de derecho y derecho natural, los derechos y libertades individuales, la idea de igualdad, los límites impuestos a la política, el poder y la libertad económica». Advierte que la victoria del relativismo contemporáneo constituirá la base de «la desintegración definitiva de Occidente, destinado a ser absorbido, mucho antes de lo que pensamos, por otras civilizaciones insensibles a sus principios y más firmemente ancladas a su propia identidad». «O Occidente vive -revive- de ese núcleo religioso que actúa como garantía de libertad y dignidad incluso para los laicos, incapaces de proponer uno de igual amplitud y profundidad, o se hace imposible cualquier fundamento universalista de normas morales y jurídicas, y de principios ético-políticos. Occidente, privado de su razón de ser original, caerá para siempre».
El blog de Tosatti nos ofrece una breve reflexión sobre una las de las modas eclesiales del momento, particularmente exaltada en este pontificado. El papa Francisco solo quiere la “pastoralidad”, y lo vemos el rechazo absoluto a criticar de las ideologías dominantes, el resultado está a la vista, una religión irrelevante, objeto de burla, los fieles cristianos amenazados, intimidados, o explotados por un asistencialismo mundano. El papa Francisco quiere la “sinodalidad”, nos pretenden vender que los pastores deciden junto a los fieles laicos cuando lo que realmente sucede es que solo sirve para transmitir opciones fabricadas desde arriba. Se trabaja solamente con los llamados laicos comprometidos a los que se identifica con todos los fieles, sólo se cuenta con los militantes de alguna asociación adicta al régimen o los que rondan la parroquia todos los días. Son estrategias humanas las que pueblan los múltiples caminos sinodales, demasiados aplausos, pero incapaces de rezar el Veni Creator.
Muchas noticias sobre el peligro de que el Motu proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI, del 7 de julio de 2007, sea derogado. No es solo el tema del latín o una lengua vulgar como lengua sagrada en la forma Ordinaria o Extraordinaria del Rito Romano en la celebración individual o concelebración de la Santa Misa. El tema de fondo es la orientación en el culto: ad orientem. En la Forma Extraordinaria del Rito Romano la celebración es siempre en latín, individual y orientada hacia Dios, en cambio en la Forma Ordinaria del Rito Romano nada dice sobre la celebración en latín, individual y orientado hacia Dios, aunque sea práctica general la Santa Misa en lengua vernácula, concelebrada y dirigida al pueblo, se ha convertido en la ordinaria. La epidemia, el impuesto ayuno de fieles y la distancia forzada está haciendo descubrir a muchos sacerdotes la belleza de estar bien orientados.
La Santa Sede ya tiene la condición de observador, no estado miembro, en la OMS.
Al Papa Francisco le gusto el gesto de besar la medalla del segundo: “A veces la decepción y el enfado por la derrota pueden motivar reacciones equivocadas, por ejemplo la tentación de arrojar la medalla, no besarla: ese gesto nos enseña que incluso en la derrota puede haber victoria”.
En el pequeño territorio del Vaticano hay dos parroquias , la más conocida de Santa Ana y la de San Pedro. Ha sido nombrado un nuevo párroco para San Pedro, el franciscano Agnello Stoia, viene de la comunidad de Santi XII Apostoli en Roma. Es la parroquia que gestiona la administración de sacramentos en la Basílica y, hasta la reciente prohibición, organizaba las reservas de misas matutinas.
«¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?»
Buena lectura.
Ad Orientem, conversi ad Dominum. Rivolgersi insieme verso il Signore…
Ad orientem, conversi ad Dominum. Rivolgersi insieme verso il Signore nella Liturgia Eucaristica
La Santa Sede entra nell’Oms come «osservatore»
Commento del prof. Redaelli sulle Dimissioni di Benedetto XVI: è Lui il Papa.
SCENARIO/ Draghi tra Usa, Vaticano e Cina si prepara alla crisi del dopo-Covid
Sinodalidad: la Absurda Idea que los Pastores pidan a la Grey que les Guíen
BMJ: Scienziati ed Esperti sono Indipendenti dalle Industrie Farmaceutiche?
La OMS es un ente totalmente corrupta en manos del Partido Comunista Chino y Bill Gates, ¿De qué le sirve a la Iglesia eso? En relaidad, se debería de eliminarla juntamente con la ONU, otro ente nefasto promotor de la agenda de las élites globalistas como el aborto, LGBT etc. No sirve para nada bueno y mucho mal.
Estoy a mitad de la lectura del diario de prisión del cardenal Pell.
No está siendo tiempo perdido,pero tampoco ganado.
Muchos,¡demasiados!,asombros.
Desde que san Juan de la Cruz le provoca temor(y la Teresona,vete tú a saber);la Carta de Clemente Romano le parece medianilla;cree que los monoteístas adoran al mismo Dios,por el hecho de creer que sólo hay Uno(habrá este hombre oído hablar alguna vez del nominalismo?);siente una gran admiración por el fundador del metodismo(y da a entender que en cierto modo se encomendó a él);y otras cosas que dejo en el tintero.
He de decir que, hasta ahora, lo mejor que he logrado espigar en el libros son algunos de los consejos y afirmaciones contenidos en algunas de las muchas cartas que recibió.
Pregunta tocapelotas:Si Pell es de lo mejor que hay en la jerarquía actual(y sin duda lo es,a pesar de las muchas carencias que refleja su propia narrativa),…,¡cómo será lo peor!
He rezado mucho por él durante todo el calvario que ha sufrido,y lo sigo haciendo.Pero no puedo ocultar la decepción que me está causando leer su diario.Convencido hasta la médula de su inocencia.Pero no menos convencido de su falta de preparación.
«En la Forma Extraordinaria del Rito Romano la celebración es siempre en latín, individual y orientada hacia Dios, en cambio en la Forma Ordinaria del Rito Romano nada dice sobre la celebración en latín, individual y orientado hacia Dios, aunque sea práctica general la Santa Misa en lengua vernácula, concelebrada y dirigida al pueblo, se ha convertido en la ordinaria. La epidemia, el impuesto ayuno de fieles y la distancia forzada está haciendo descubrir a muchos sacerdotes la belleza de estar bien orientados.»
Esto es accesorio, lo fundamental es que es una misa conforme a la Tradición, como por cierto, también lo son las misas orientales, pues todas ellas satisfacen la lex orandi, credendi et celebrandi.
La misa de la Tradición, además, es rito perfecto, pues conjuga según Tradición, la palabra, el gesto, la vestimenta, el arte y la decoración, las figuras y el crucifijo, la inalterabilidas del texto, la sacralidad del recinto y de la celebración, cosa de la que carece por completo esta misa nueva de Pablo VI de 1970, que debe ser reformada a fondo en su totalidad lo más pronto posible, dado que es totalmente vulnerable al abuso y al delito litúrgico, agravado por Querida Amazonía y su permisividad execrable a la espiritualidad chamánica indigena, por parte de obispos pertenecientes a la marxista teología de la liberación, de los pueblos, de los indígenas, feminista y de la ecología.
Efectivamente la clave no es el latín, aún siendo muy importante.
Lo importante es si el oficiante obra «ad orientem» o si se comporta como un pastor anglicano (una mezcla entre maestro de ceremonias y toastmaster), porque eso es lo que da significado a la misa como sacrificio incruento o como reunión protestante donde se lee la Biblia y se cantan salmos.
Cuando la reforma protestante prohíbe el latín lo hace, además de para quitarle el carácter sagrado, para «que los asistentes entienden lo que dice el oficiante. (?no es una casualidad ?)
Pero en la Universidad (Oxford y Cambridge), como las clases se daban en latín y era prerrequisito para matricularse entender esa lengua, la ceremonia en las capillas colegiales era en latín.
Excepto en Cornualles donde el Libro de la Oración Común no se tradujo al cornish (idioma celta que desapareció a principios del siglo XX), sino que se utilizó la edición en inglés.
Hay que decir que el pueblo ingles (y el cornualles) estuvo en contra del cambio de idioma (otra casualidad)