por SPECOLA | 08 enero, 2024
Adelantamos un breve ‘Specola della Sera’ ante la tormenta, una más, que la aparición de una vergonzosa obra del amigo Tucho está provocando. Fue ocultada, suponemos que por el mismo autor, pero lo escrito permanece y antes o después sale a la luz. Estamos seguros de que muchos obispos suspenderían a un sacerdote que publicará semejantes guarrerías, los fieles lo considerarían un peligro público y no dejarían que sus retoños se formaran en semejantes elucubraciones místicas.
No creemos que nadie tenga especial interés en publicar la ‘opera omnia’ del Tucho, escasa y cuando menos pintoresca, entre besos y orgasmos, de los que parece una gran autoridad, se mueve sus altas cumbres de pensamiento. Este señor está al frente de uno del dicasterio más serio de la curia romana, es candidato a papa y, si no dimite, elector. Este es el nivel en el que nos están metiendo, bajo, muy bajo, bufonesco, barriobajero.
El nombramiento del Tucho en Roma y toda su ascendente carrera tiene un nombre, solo uno, y se llama Papa Francisco. Los méritos no existen y todo se lo debe a los afectos del Papa Francisco. No se puede tapar el sol con un dedo y por mucho de hay obispos que amenazan a sus curas, el pitorreo es universal. Sabemos, lo demuestra cada día, la capacidad del Papa Francisco de rodearse de lo peor del mundo político, parece que en el eclesiástico tiene la misma afición, zanchetas, macarris y tuchos llenan sus afectos. No se puede pensar que esto es serio, está metiendo a la iglesia en un pozo del que costará salir, destruir es fácil construir cuesta siglos, un Bernini lo puede romper un burro de una coz y en esas estamos. ¿El Papa Francisco sabía de está obra?, ¿se lo ocultaron?, ¿nos lo oculto para que tragáramos? . Pues nos han mentido, uno, el otro, o los dos, que ocultaron a sabiendas algo impresentable, y sabían que lo era, por eso lo ocultaron; por mucho menos hemos tenido dimisiones.
Gracias a los amigos de
Caminante Wanderer , y con otras fuentes confidenciales, encontramos en el sitio web de SCRIBD un volumen de Su Eminencia el Rev. Cardenal Víctor Manuel FERNÁNDEZ que es
verdaderamente escandaloso. En los últimos tres capítulos habla del orgasmo masculino y femenino y del orgasmo divino… de una manera francamente embarazosa. Las experiencias místicas de algunos santos parecen reducirse a orgasmos reales. Fue publicado en
México en 1998 . Los títulos de los capítulos 7, 8 y 9 son: 7. El orgasmo masculino y femenino; 8 el camino hacia el orgasmo; 9 DIOS en el orgasmo de la pareja. Curiosamente ya no aparece en el catálogo de la editorial »
Ediciones Dabar » . Tampoco en la
biografía, presentada por el Vaticano, en el momento del nombramiento, el volumen ha desaparecido en ambas bibliografías. El Papa Francisco tendrá que decir algo o esto también estará muy bien y guardará silencio como sobre el escándalo de Rupnik.
The Wanderer comienza así la información: «Debo comenzar este post particularmente desagradable pidiendo disculpas a los lectores por la indecencia del tema y del vocabulario que encontrarán en él, pero no hay otra opción. Puedo decir en mi defensa que no se trata de mis palabras sino que fueron escritas por el hoy cardenal prefecto de Doctrina de la Fe».
«El cardenal Víctor Manuel Fernández no es el autor solamente de un libro sobre “el arte de besar” sobre el que hablamos aquí y en todo el mundo. Escribió otro más impúdico y también lo ocultó. De hecho, no aparece en el listado que incluyó en su CV y publicado luego por la página oficial del Vaticano en ocasión de su nombramiento. El libro en cuestión se llama La pasión mística. Espiritualidad y sensualidad, y fue publicado en la ciudad de México por la editorial católica Dabar en 1998. Hace pocos días, fue subido a Scribd y allí lo encontramos. Los interesados pueden descargarlo gratuitamente desde aquí, La veracidad del texto está confirmada no solamente por el ejemplar físico al que hemos accedido sino también por su inscripción en el registro internacional de ISBN (aquí) y su inclusión en Google Books (aquí), como así también en varios repertorio bibliográficos que pueden encontrarse en la web (por ejemplo este), incluido su propio blog personal».
Tucho Fernández se entretenía con menores de edad quienes le relataban lo siguiente: “Acaricio tu rostro, Jesús, y llego a tu boca. […] Acaricio tus labios, y en un inaudito impulso de ternura tú me permites que los bese suavemente. […] Entonces acaricio tus piernas delicadas, que me parecen columnas perfectamente esculpidas, llenas de fuerza y vitalidad. Las acaricio, las beso…”. (p. 59; 61-62).
En el capítulo 8: «Algunos santos comenzaron a tener experiencias embriagantes de Dios poco tiempo después de haberse convertido, o en la misma conversión; otros, como santa Teresa de Ávila, lograron esas experiencias después de muchos años de sequedad espiritual. Santa Teresita de Jesús, aunque se sentía tiernamente amada por Dios, nunca tuvo experiencias muy “sensuales” de su amor, y parece que sólo alcanzó un gozo desbordante y apasionado en el instante de su muerte, cuando su rostro se transfiguró y dijo sus últimas palabras: “¡Te amo, oh Dios mío, te amo!”.
«Recordemos que la gracia de Dios puede coexistir con debilidades y también con pecados, cuando hay un condicionamiento muy fuerte. En esos casos, la persona puede hacer cosas que objetivamente son pecado, pero no ser culpable, y no perder la gracia de Dios. (p. 80)».
«Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto».
Seguiremos la información, el rumor es que tendremos declaración del Tucho, el silencio no se puede prolongar demasiado, aquí estaremos para contarlo.
No es de extrañar conociendo esos libros que se centren el escritor y su mentor en los problemas que derivan de esa lujuria: los comportamientos sexuales de las parejas antinatural, irregulares, educación sexual ,abusos. La lujuria embota la razón incapacitándola a la verdad.
Don Spécola, medio homoeróticas las últimas ilustraciones. No se quien se las elige, pero tírele la oreja.
Saludos.