Cuando en 2015 se presenta en toda su crudeza al caso Spotlight centrado sobre todo en la película super premiada que lleva su nombre nadie podía imaginar que tres años después las cosas están como están. En el año 2004 el cardenal Law llego a Roma, a la Basilica de Santa María la Mayor, en un retiro forzado por la situación creada en la diócesis de Boston. Se le acusaba de encubrir los casos de pedofilia en su diócesis. Esta historia parece hoy un juego de niños a la luz de todo lo que está sucediendo y de lo que sucederá. En esos tiempos era impensable suponer, ni de lejos, que un cardenal pudiera ser acusado de pedófilo y abusador. Hoy hemos asumido que esto es un hecho y ha sucedido. Son ya varios casos de «renuncia» al capelo y no serán los últimos.
La gravedad de los delitos es enorme en todos los casos y cuando esto viene cometido por un sacerdote no tiene justificación posible. Hemos indicado en muchas ocasiones que detrás de toda esta cadena de corrupción existe un increíble abuso de poder. El que pedófilos en serie puedan llegar a ser nombrados cardenales, obispos y vivir durante decenios con una doble vida indica que estamos ante una estructura podrida que ha permitido todo esto.
Como todas las cosas, todo esto tiene una evolución. Es fácil imaginar que los casos en tiempos de Pablo VI eran escasos y que se trataban con procesos canónicos que terminaban en la reducción al estado laical. En los tiempos del Concilio Vaticano II toda la estructura de gobierno en la Iglesia se pone en cuestión. Son tiempos de reforma en donde lo viejo se desprecia y lo nuevo no llega nunca. Esto hace que se habrán grietas en el templo de Dios por donde el humo de Satanás entra con toda su fuerza. Juan Pablo I en sus treinta y tres días no pudo hacer mucho. Estamos seguros que Juan Pablo II afronto el problema y que confiaba en la autoridad de los obispos para solucionarlo. Cuando el eco de aquellos crímenes, iniciados en los años sesenta, llegó al Vaticano, Juan Pablo II convocó a los obispos de aquel país para una reunión que transcurrió a voz en grito, hasta el punto que las paredes (y los bedeles) del Vaticano aún lo recuerdan. El encuentro terminó con la elaboración del primer código de conducta de la jerarquía católica sobre los abusos sexuales, que después prosiguió con una norma vaticana que imponía a todas las diócesis del mundo de aprobar códigos semejantes. Algo que, según O’Malley, todavía «no es claro ni transparente». Los últimos años de Juan Pablo II son conocidos como los de la Sede Vacante. Las facultades del Papa Santo estaban muy disminuidas y el gobierno real estaba en otras manos. Papa Benedicto XVI conocía perfectamente la situación por tener en doctrina de la fe mucha información. Alejó las manos que en nombre del papa, y con su desconocimiento, habían gobernado en los últimos años y se puso a trabajar. Empezando por Maciel y siguiendo por casi un centenar de obispos no le temblaron jamás las manos. Ahora nos explicamos la tremenda soledad en la que se encontró y la lucha por destruirlo que se desencadenó a su alrededor. El había vivido de cerca y con un sufrimiento inimaginable los últimos años de Juan Pablo II al que adoraba. El pensar que le podía suceder algo similar le lleva, entre otras cosas, a tomar la decisión de su renuncia.
Creemos que a Papa Francisco le está costando tomar conciencia de la situación en la que se encuentra. En algunas ocasiones ha expresado su voluntad de cambios en la iglesia y los centra en el ámbito doctrinal, pero se olvida que la iglesia que tiene entre sus manos no es la de tiempos del concilio, ha pasado mas de medio siglo y esto es un cuerpo en descomposición. Muchos de sus nombramientos se encuentran ya jubilados y no tendrán un largo recorrido.
Hoy tenemos un entrevista al defenestrado cardenal Burke. Cada día que pasa entendemos más porque es un hombre molesto y esperemos que lo sea más. Todos los problemas tienen solución pero deben partir de un diagnóstico certero. Una medicación equivocada puede provocar la muerte más rápido que la propia enfermedad. Burke nos deja muy claro que estamos ente una red homosexual, que se viste de pedofilia en muchos casos, del más alto nivel dentro de la estructura de la Iglesia Católica y que intenta imponer sus ideologías arco iris al pueblo de Dios.
El problema está en Roma y mientras el papa, Francisco el primero o el quinto, no destruyan la raíz del problema tendremos escándalos diarios. Las personas que entran por estos caminos de depravación moral no tienen límites y harán los que esté en su mano por sobrevivir manteniendo el poder. Es su única posibilidad y les va la vida en ello. Pensar que todo esto es una lucha entre progresistas y conservadores es de una ingenuidad sin límites.
Preocupación por la salud del Dalai Lama. El diálogo entre China y el Vaticano se rodea de un extraño silencio. El Papa Francisco manda su mensaje al encuentro de Rimini de Comunión y Liberación mediatizado por al situación en Estados Unidos y por la complicada posición de la Iglesia Italiana ante el actual gobierno.
De muy recomendada lectura el comunicado del cardenal O’Malley sobre los sucesos de Pensilvania. Esta también en versión española por ser esta muy hablada incluso en Boston. Algunos nos pueden calificar de duros pero todavía estamos muy lejos de los comunicados de Boston.
«Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos.»
Buena lectura.
¿Hay algo m cv a iglesia italiana a Salvini?
Il cardinale Burke: «Gli abusi sessuali sono atti omosessuali»
Papa al meeting di Cl: «Il cristiano non può rinunciare al sogno che il mondo migliori»
August 16, 2018 – Statement of Cardinal Seán P. O’Malley, OFM Cap
Sr Specola, es usted muy ingenuo, con perdón, sí piensa que lo que sucede es que Francisco no sabe abordar los problemas, este de los abusos u otros, Francisco es parte del problema, quizá la parte más importante. A los hechos me remito
De esto ya se habló y mucho en su día cuando la renuncia de Benedicto XVI. El famoso informe guardado con siete llaves que realizaron tres competentes y prestigiosos cardenales uno de ellos español, ya hablaba de ese problema del lobby rosa en la Iglesia y lo que es `peor de redes complacientes, salidas en grupo y podredumbre bien cerca de los apartamentos papales. Lo hemos visto con el secretario del Cocopalmerio o como se llame pero lo malo es que parece que no se ha actuado nada desde entonces y ya no basta con palabras dolidas, golpes de pecho, pedir perdón y demás cosas a que nos tienen acostumbrados.
El Sumo Pontífice Benedicto XVI, con fecha del 31 de agosto de 2005, ha aprobado la presente Instrucción y ha mandado su publicación. Roma, 4 de noviembre de 2005, Memoria de San Carlos Borromeo, Patrono de los Seminarios. SOBRE LOS CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO VOCACIONAL EN RELACIÓN CON LAS PERSONAS
DE TENDENCIAS HOMOSEXUALES ANTES DE SU ADMISIÓN AL SEMINARIO Y A LAS ÓRDENES SAGRADAS
A la luz de tales enseñanzas este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión,[9] no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay.[10]
Esto fue en 2005 y estamos en 2018, resulta inverosímil que la Curia y Su Santidad no conozcan lo que está ocurriendo y lo ocurrido, pareciera que Burke relata una realidad a la vista que «no se ve», por qué no se ve ?.