El Papa Francisco defiende a los sindicatos, problemas cardenalicios, el Santo Oficio en fiesta.

 Cinco nuevos cardenales forman parte del colegio, entre ellos el español Omella.  Y las noticias de hoy se centran en temas cardenalicios pero en una dirección muy contraria a la que sería deseable.

Ya es un hecho de imputación del cardenal  Pell en Australia acusado de abuso de menores, tendrá que declarar el 18 de julio,  El Papa dijo que esperaría la decisión de la justicia para tomar una decisión, nos encontramos ante el más alto eclesiástico acusado de pedofilia en la historia.

El cardenal de Mali, parece que un poco enfermo, al final se encuentra en Roma y recibe la birreta cardenalicia, tiene que salir de urgencia del aula Pablo VI para eludir las preguntas de los periodistas sobre sus sustanciosas cuentas en Suiza.

Viene premiado un documental italiano sobre casos de pedofilia que no deja muy bien la acción de Papa Francisco en estos años.

Emanuela Orlandi  sigue apareciendo las noticias de hoy, el máximo responsable Vaticano de temas policiales, el sustituto de la Secretaría de Estado, pasa de decir que era un caso cerrado a decir que es un caso que nunca se ha abierto, porque no existe ningún  informe.

  El papá se reúne con la confederación de sindicatos católicos. Vemos la cara más sindicalista de el Papa Francisco. Comen otras ocasiones hemos dicho sería bueno predicar con el ejemplo,  no se pueden lanzar grandes proclamas en defensa de los trabajadores, en contra de las jubilaciones millonarias, en contra de los ancianos que sigue trabajando, a favor de que los trabajadores  puedan unirse libremente en sindicatos y defender sus derechos; y después de todo esto no hacer nada en su propia casa. En los casi 5000 trabajadores que dependen directamente de Papa Francisco  en la Santa Sede y en el estado ciudad del Vaticano no existe ninguno de estos derechos, no pueden existir los sindicatos por ley. Imaginamos que nos próximos días veremos aprobada por el Papa Francisco la ley que permitirá a sus trabajadores defender sus derechos a través de sindicatos independientes.

 Y en el capítulo de anécdotas, saltó ayer a la prensa una noticia sucedida hace cuatro meses en el palacio del Santo  Oficio, un monseñor es sorprendido por la gendarmería vaticana en su domicilio en una fiesta poco honesta . Parece una filtración interesada para despistar de otros temas más importantes que están sucediendo estos días. Suponemos que la acción de la policía vaticana estaba respaldada por la correspondiente denuncia y orden judicial. Buena lectura