El caso chileno y su tormentoso proceso se debe en gran parte a la intervención del Cardenal O’Malley que le dijo al Papa Francisco que había ofendido a las víctimas y que con buenas palabras y abrazos no se arreglaban las cosas. Toda la porquería acumulada durante decenios se está manifestando y no es posible ocultar por más tiempo el olor. Chile está explotando y veremos imputado hasta la Scicluna. El caso chileno no es único pero es, junto con Australia que sigue su rumbo, el más llamativo por ahora.
Son muchos los que piensan, sin duda con muchas y serias razones, que la justicia chilena se ha pasado al confiscar los archivos de algunas diócesis. La iglesia tiene derecho a gozar de una justa libertad y protección ante las leyes civiles. Lo que no es de recibo es que esto se utilice para esconder manejos económicos o conductas delictivas. Hoy el cardenal de Boston, que ha tenido que reconstruir una de las diócesis mas dañadas, hace público un comunicado de imprescindible lectura sobre todo los que rodea al cardenal de Washington. Hablamos de delitos gravísimos que afectan a menores y no nos podemos quedar en buenas palabras. El cardenal nos dice que o actuamos con rapidez y claridad o el daño que todo esto esta causando a la iglesia será enorme. Sólo un ciego no lo ve.
A veces nos da la sensación de que nos toman por tontos o ingenuos. Como es posible que el cardenal Farrell que ha convivido con el cardenal de Washington nos diga que no a visto nada y piense que lo tenemos que creer. Evidentemente, y eso lo sabe hasta el último monaguillo, las cosas se saben y se han cubierto, con buenas o malas intenciones, eso Dios juzgará, pero se ha cubierto y se ha mirado para otro lado. Si alguien hablaba era considerado un traidor y condenado al infierno en vida. Es cierto que los trapos sucios se lavan en casa pero llevamos tanto tiempo sin hacer la colada que ya es imposible contener la suciedad y los trapos ya están por la calle. Como vemos hoy en O’Malley, y en tantos otros obispos y cardenales, no hacen daño a la iglesia los que denuncian sino los que callan y consienten y eso es cada vez más evidente. Mientras tanto Farrell con los pastores en Belen.
Siguen las criticas al Papa Francisco por su posición con la inmigración. Los titulares de hoy nos hablan de que quiere acoger nuestra ruina. Hungría que empieza a remontar la baja natalidad gracias a sus políticas de ayudas a la familia. Putin que dice que de defender a los cristianos en Siria se encarga él.
En Italia empiezan a preocuparse por la caída significativa de donantes en el famoso «otto per mille». Las cifras más altas son las del pontificado de Papa Benedicto XVI y las más bajas en el 2017. Cada uno sacará sus conclusiones pero el cabreo está en aumento y eso se nota. El olor a oveja es cada vez más de oveja encabritada. Y hablando de olores, con la llegada del calor romano, que es un calor de verdadero infierno, la Plaza de San Pedro ha empezado a exhalar los propios de la ocupación de los pobres que allí viven, comen y demás. Los turistas empiezan a quejarse pero la plaza es territorio Vaticano. La policía italiana se lava las manos y la Vaticana está todavía pidiendo perdón por la última intentona de retirada. En Roma su alcaldesa y Salvini están viendo como eliminar la cantidad de campamentos ilegales que rodean la ciudad.
Mientras tanto tenemos la grata noticia de la Misa funeral por Guareschi y Marco Tosatti nos facilita la homilía. En Rimini un grupo de laicos ha organizado una procesión con rosario en desagravio por el desfile del gay pride. Estamos en tiempos en que los laicos están tomando el control y cada vez más dejan al lado a unos pastores cobardes y silenciosos que no están respondiendo a los desafíos y ataques. Desde aquí nuestro apoyo y simpatía.
En Nicaragua las cosas se ponen feas y estamos viendo profanaciones de iglesias y de la Eucaristía y disparos a sacerdotes. Con la balas es muy difícil dialogar y lo único que se puede hacer es huir o defenderse.
Para celebrar el sexto aniversario de la elección de Papa Francisco ya tenemos la moneda conmemorativa con el tema de la guerra y la paz.
Buena lectura
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En nicaragua es necesario repartir rosarios y ponerse a rezar,mas oue a negociar,y cuando vengan tiempos mejores pues se negocia,tenemos dos armas para combatir los conflictos una es negociar y otra los rosarios son las dos maneras de combatir los conflictos y la guerra por la paz.