«Yo, ni robo ni mato». Esta es una expresión que en todo el mundo indica lo que consideramos las cosas más serias en los males del ser humano. Podríamos decir que son los verdaderos pecados, el quitarle al prójimo sus bienes o su vida. El Papa Francisco habla muchas veces del pecado y lo separa de la corrupción: «Pecadores si, corruptos no», encontraríamos mil citas en este sentido. Hacíamos referencia ayer a la creación de una «Liga internacional contra la corrupción promovida por el Dicasterio del desarrollo humano integral del Vaticano. No entendemos muy bien en que puede consistir este deseo, se habla de la excomunión a los corruptos y otras mil cosas. Hoy tenemos interesantes reflexiones que recuerdan que el Estado Ciudad del Vaticano es uno de los sitios con una reconocida tradición de escándalos y corrupción. No hablamos de pequeños detalles, afectan al robar, y no poco, y al matar, la pregunta que muchos se hacen es como se puede permitir un sitio así dar lecciones a los demás cuando en su pequeña casa no hay un mínimo ejemplo. «Obras son amores». Las únicas condenas serias que conocemos en la existencia del estado pontificio son por «contar» que se roba y se mata y no por verdaderos delitos. Los robos se «regularizan»,y a vivir que son dos dias, y los asesinatos y desapariciones se ocultan y desaparecen en el misterio. Los católicos se ven sometidos a un nivel de escándalos casi diario que afecta al entorno del pontífice. Los asuntos importantes son otros, es verdad, pero la credibilidad es imprescindible para la misión de la Iglesia, el poder «hablar con autoridad». Es posible que el Papa Francisco no se entere de nada de lo que sucede en su casa, es posible que no se lo digan, es posible que no lea un periódico y no lea un libro, es posible que no quiera hablar con quien le puede complicar la vida, es posible todo …. pero no es muy creíble. La liga contra la corrupción no deja de ser una reunión de amigos que si se les ocurre descubrir algo de lo que sucede en casa serán despedidos y condenados. Suponemos que en breve algunos dimitirán, como en la liga anti pedofilia, o la dimisión del revisor de cuentas, otros continuaran con la nariz tapada. Los medios actuales de comunicación hacen que cada vez más sea difícil ocultar y esconder. La verdad creemos que no puede hacer daño a nadie, o si….
Buena lectura
La Chiesa come rete globale anti corruzione. Ma il Vaticano stenta a ripulirsi
Scomunica ai mafiosi e ai corrotti, ecco il documento del Vaticano
Francisco tiene un concepto selectivo acerca del pecado. La corrupción sí y nada de misericordia, el adultero, no, más bien mucha misericordia «acomapañamiento, discernimiento etc.». ¿Y el adultero no será pecado muchísmo más grave que el de robar de caudales públicas».