Empezamos otra semana, noviembre casi mediado, delante de un invierno que se resiste a llegar y amenaza con quedarse más de lo deseable. Observamos, desde hace bastante tiempo, años, que la asistencia a los actos, encuentros, audiencias y demás protagonizados por el Papa Francisco va en clara disminución, camino de la extinción. Se van reduciendo los espacios para seguir dando una imanen de plenitud que ya no existe. La última prueba es la misa de ayer en la jornada de los pobres. Se supone que esta jornada creada por el Papa Francisco le es especialmente querida y que los francisquistas deberían hacer lo posible por darle esplendor. La plaza estaba preparada, el día era fantástico, los fieles no aparecen y hay que entrar en la Basílica. Nos dicen que 1.300 pobres estaban invitados a comer y suponemos que además estuvieron en la misa, pues poco más. Resulta increíble que tantas vueltas para quedarnos en la ‘misa pro mensa’, tan criticada en otros tiempos. Si quitamos la mesa, nos quedamos sin Misa.
La disminución de asistentes está provocando que se multipliquen las audiencias con cualquier excusa, y veamos audiencias que en otros tiempos impensables. Ya es habitual recibir a todo capítulo, o reunión de lo que sea, que se realice en roma. Hoy tenemos discurso a los participantes de la Asamblea General de la Unión Mundial de Docentes Católicos. El Papa Francisco, en su habitual polifonía, nos ofrece un discurso líquido, sin perfiles, dinámico, donde todo cabe y todo es posible. “La realidad nunca es estática, es dinámica, y esto se aplica también a las agregaciones eclesiales que evolucionan y se desarrollan con los tiempos cambiantes, y cada cambio de época las sitúa frente a una nueva misión”, “es justo que las lenguas se adecuen a las formas culturales de hoy”. “No pueden ser rígidos. La rigidez destruye la educación. En su acercamiento a los diferentes grupos de alumnos y alumnas, están llamados a salir cada año, a redescubrir la capacidad de empatía y comunicación”.
Vemos un deseo del Papa Francisco y de la actual administración del Vaticano, en alinearse con la realidad del momento. En Italia, los vientos han cambiado y el Papa Francisco ha discernido que lo discernido ayer no es lo que debe ser discernido hoy, y que mañana ya veremos si discernimos o mantenemos un silencio para discernir y ya veremos si tenemos algo que discernir. Nos pasamos del pecado del clericalismo, a la trampa de los populistas que proponen «soluciones fáciles y apresuradas». “Mientras algunos hablan de la belleza exterior del templo y admiran sus piedras, Jesús despierta la atención sobre los acontecimientos turbulentos y dramáticos que marcan la historia humana. En efecto, mientras el templo construido por manos de hombres pasará, como pasarán todas las cosas de este mundo, es importante saber discernir el tiempo que vivimos, para seguir siendo discípulos del Evangelio, incluso en medio de las conmociones de la historia. Y, para mostrarnos el camino del discernimiento, el Señor nos ofrece dos exhortaciones: no os dejéis engañar y sed testigos».
Toda ocasión es buena para alinearse con los hermanos de las Naciones Unidas y sus sueños 2030: “Aún hoy vivimos en sociedades heridas y estamos presenciando, tal como nos lo cuenta el Evangelio, escenarios de violencia, injusticia y persecución; además, debemos enfrentar la crisis generada por el cambio climático y la pandemia, que ha dejado atrás una estela de dolencias no solo físicas, sino también psíquicas, económicas y sociales”. El Papa Francisco recordó el primer aniversario de la ‘Plataforma Laudato Sì’, que se celebra mañana con referencia a la Cop27 que se desarrolla en Egipto, reiterando que se necesitan con urgencia decisiones valientes: «Mañana es el primer aniversario de la Plataforma de Acción Laudato si ‘, que promueve la conversión ecológica y estilos de vida coherentes con ella».
Las scolas ocurrentes son siempre muy ocurrentes, y siempre en la misma dirección. En Roma suelen rodearse en sede de lo más selecto del panorama político, siempre con una marcada presencia argentina. Fabiola Yañez, la acompañante actual del presidente argentino, está en Roma Invitada por Scholas Ocurrentes, la fundación del Papa Francisco, para participar este lunes en un encuentro sobre el bullying. No falta la audiencia a los jugadores del Partido por la Paz y a invitados especiales, entre los que se encuentra Yañez. No falta el Director de FAO, QU Dongyu, y el Embajador argentino ante ese organismo, Carlos Cherniak.
Ricard se encuentra en una posición imposible que le llevará en breve a ser excluido de un futuro cónclave e incluso a su expulsión del estado clerical. Ricard es uno de los ocho prelados de allende los Alpes que han acabado en el centro de investigaciones civiles o canónicas por abuso de menores. El suyo es el único caso en el que contamos con una carta de confesión leída en los últimos días por el jefe de la conferencia episcopal, Éric de Moulins-Beaufort. En 2019 vimos la sentencia definitiva de la destitución del estado clerical de Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, en 2015 la renuncia a las prerrogativas del cardenalato por parte del escocés Keith Michael Patrick O’Brien que falleció hace cuatro años sin haber sufrido ninguna sentencia definitiva de la justicia canónica. Se espera que Ricard podría renunciar ‘espontáneamente’ a los derechos del cardenalato.
«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».
Buena lectura.
Fabiola Yañez no es la esposa del presidente argentino sino su actual «pareja».