El Papa Francisco escribió a la Secretaría de Economía en diciembre de 2023: “Sé que la Santa Sede registra cada año un déficit importante. De hecho, para toda la organización y para la misión las fuentes de financiación son limitadas. Pero sabemos que si se experimenta un déficit, esto significa que parte del patrimonio se erosiona y esto compromete el futuro. Ésta es la razón por la que es necesaria una reversión de la tendencia».  Esta conciencia debe adquirirse en todos los niveles de nuestra comunidad: todos somos responsables de preservar el patrimonio para garantizar los recursos necesarios para continuar el camino también para aquellos que vienen detrás de nosotros […]. Luego debemos cuidar los activos, cuando podamos salvarlos, y también debemos invertirlos con cuidado, de manera ética, para que los frutos de la gestión se repartan equitativamente y cada uno tenga lo que realmente necesita. Las inversiones no deben tener como objetivo la especulación ni el de acumulación».

La  relación de de amor- odio entre Javier Milei y el Papa Francisco tiene un nuevo episodio. No ha gustado nada al gobierno de Argentina la afirmación del Papa Francisco: «Me hicieron ver una represión, hace una semana o un poco menos quizá. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle. Y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. Y no tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas, no, no. El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía».  «Esa actitud altanera es lo contrario a la compasión: regodearse en la propia supremacía frente a quien está peor. Esto no pasa solo con los más ricos, mucha gente cae en esta tentación. Es la gran tentación de nuestro tiempo. Mirar desde lejos, mirar desde arriba, mirar con indiferencia, mirar con desprecio, mirar con odio. Así se gesta la violencia: el silencio de la indiferencia habilita el rugido del odio».  Y el Papa Francisco continúo:  «El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, la división social a la violencia verbal, la violencia verbal a la violencia física, la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del diablo».  «Que nadie nos robe la memoria histórica y el sentido de pertenencia a un pueblo. Aun la memoria histórica de las cosas salvajes. Nosotros los argentinos, que tenemos solo 600.00 aborígenes, acordémonos de [el ex presidente Julio Argentino] Roca, que les cortó la cabeza a todos los aborígenes, una cosa vergonzosa».