Vamos terminando otra semana con la sensación de que el pontificado se precipita sin que nadie sea capaz de controlar su agonía. Nacer y crecer siempre está lleno de esperanza, administrar la muerte, de incertidumbres y tristezas. La carrera de relevos ya se está produciendo, todos los contendientes van pasando el testigo, solamente uno ganará, las posiciones de salida cuentan, importa la llegada.
Está dando mucho que hablar la nota escrita del amigo Edgar, es decir, de la Secretaría de Estado, sobre el caso Becciu en la que dibuja un cuadro descorazonador del Vaticano y sus procedimientos. Para los más enterados, los de casa, no es ninguna sorpresa, son cosas muy conocidas por todos, la novedad está en quién las reconoce y la solemnidad. La sección administrativa de la sección de Asuntos Generales, un verdadero banco paralelo y discreto, está marcada «por un verdadero modus operandi transversal», «sistematizado y bien definido» en el que «la injerencia y presión en los procesos de toma de decisiones», así como el «clientelismo y favoritismo». La situación del sistema de comunicación en la Santa Sede es, cuando menos, caótica, con un «continuo despilfarro económico», «malestar de muchos trabajadores», rebajas, abandonos, «contrataciones de advenedizos de último momento, muchas veces amigos de amigos”, todo en un ambiente de “amargura y desesperación”. No lo decimos nosotros, que también, lo dice el amigo Edgar y por escrito. Los habrá que piensen que decir estas cosas es ir en contra de Francisco, o quizás es el mismo Francisco el que quiere que se digan. Edgar no firma una cosa así sin la aprobación muy directa del Papa Francisco.
El hilo conductor en el proceso Becciu se centra en esta polémica sección de la Secretaría de Estado. Becciu en un momento subrayó que “duda mucho que el Auditor General [de la Santa Sede] haya podido conocer las cuentas de la oficina [de la Secretaría de Estado]». Becciu, lo dice él, argumentó que el Interventor no podía conocer la situación, porque «la Secretaría de Estado era completamente autónoma desde el punto de vista financiero». “Se necesitaba un mandato específico del Papa para violar su autonomía, pero esto nunca sucedió. De hecho, en 2016, el cardenal Parolin nos entregó un rescripto que reafirmaba esta autonomía». En el mundo de la transparencia, prometida y tantas veces predicada, la Secretaría de Estado es un órgano de gobierno que goza de particular autonomía financiera y, sobre todo, de confidencialidad en sus presupuestos. Para Becciu: “La Secretaría de Estado es un dicasterio, pero un dicasterio sui generis”.
Tirabassi, un funcionario que trabajó durante más de 30 años en la Secretaría de Estado, confesó que «la Secretaría de Estado tiene un presupuesto separado de los demás departamentos». La Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, que funcionó desde 1967 hasta 2016, llevó a cabo principalmente una función de control presupuestario, pero nunca estuvo autorizada para entrar en el Sancta Sanctorum. Lo que queda claro en este proceso, por encima de tantos detalles importantes, es que cualquiera que sea el resultado, la Santa Sede se verá muy debilitada institucionalmente.
No entendemos, o quizás sí, pero sería terrible confesarlo, el interés de la Santa Sede en alinearse, ¿discretamente? con los nuevos órdenes. La presencia discreta en Davos del Vaticano la lleva el padre Leonir Chiarello, Superior General de la orden Scalabriniana, puede ser oficial si conviene, o no oficial si no conviene. Lo que dice no tiene desperdecio: «La Iglesia Católica tiene la intención de «implementar políticas y programas para poner en práctica los temas considerados por el foro». «La Iglesia lidera el camino en la implementación de muchos de los ideales globalistas», elogió al foro por su compromiso de «trabajar juntos» bajo el paraguas de «la corresponsabilidad y la cooperación internacional… para avanzar en el logro de los resultados de estos temas principales que discutimos en el foro».
Chiarello dijo que la Iglesia debe trabajar con las organizaciones seculares para “construir consensos y una agenda común para abordar los temas del cuidado de la naturaleza, la economía, el trabajo, la tecnología, los negocios, la salud, la equidad social y los demás temas considerados por el foro” y “establecer mecanismos de cooperación y corresponsabilidad internacional para lograr resultados concretos”. “La perspectiva propuesta por el Papa Francisco sobre el cuidado de la naturaleza y la promoción de una economía más inclusiva en Laudato Sí y Fratelli Tutti ” como ejemplos de que la Iglesia poniendo en práctica la agenda del WEF, pero cree que la “Iglesia Católica puede hacer más comprometiéndose con otras iniciativas que ya están en marcha e involucrando las iniciativas de otros actores sociales y políticos que se desarrollan a nivel local y global”. Entre los objetivos se encuentra proporcionar a las mujeres “anticoncepción moderna” para la “planificación familiar” y “aborto seguro”. El mismo Sachs es un visitante frecuente del Vaticano, y está encantado con la encíclica del Papa Laudato Sí, por implementar la agenda de Davos, y que «hizo posible» la aprobación de los Objetivos para el desarrollo sostenible.
O’Malley envió un largo mensaje a los obispos italianos que se interpreta como una presión del Vaticano y del Papa para que adopten medidas más ‘transparentes e incisivas’. “No tenemos nada que temer en decir la verdad, nuestros fieles quieren sentirse seguros en su Iglesia, y esto significa que deben ser fortalecidos en la fe por el compromiso de sus pastores”. Una auditoría y un informe sobre la implementación de las políticas «son muy útiles», y agregó que donde se adoptan políticas efectivas y se implementan de manera efectiva, el número de casos se reduce drásticamente.
Vemos como se va recuperando la figura de Juan Pablo I: “Así el Papa Luciani repetía que lo más urgente, más actual, de nuestro tiempo, no era producto de uno de sus generosos pensamientos o planes, sino del sencillo caminar en la fe de los Apóstoles». Presentación de biografía y documental señalando la continuidad con el magisterio de san Juan XXIII y san Pablo VI, en el legado del Concilio Vaticano II. «Mantener intacta la gran disciplina de la Iglesia en la vida de los sacerdotes y fieles; recordar a toda la Iglesia que su primer deber es la evangelización; continuar el compromiso ecuménico; continuar con paciencia y firmeza en ese diálogo sereno y constructivo incluso con quienes no comparten nuestra fe; alentar todas las iniciativas que puedan proteger y aumentar la paz”.
El próximo martes 31 de mayo rente a la estatua de María Regina Pacis en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma el Papa Francisco rezará el rosario por la paz. La Maria Regina Pacis fue encargada por Benedicto XV, para pedir a la Virgen por el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918. Es costumbre colocar a los pies de está imagen pequeñas tarjetas escritas a mano con intenciones de oración, la nuestra también.
«…vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
Buena lectura
«La carrera de relevos ya se está produciendo, todos los contendientes van pasando el testigo, solamente uno ganará, las posiciones de salida cuentan, importa la llegada.»
1. Estamos ante el hecho indudable del peor papado nunca jamás existente en la historia de la Iglesia sólo por motivos dogmáticos, morales, litúrgicos y eclesiológicos.
2. Primero está el pecado orinal de Bergoglio y gravísimo error de casi todos los cardenales y obispos, de comisión y omisión, bien en implementar, bien en no condenar proactivamente la herética comunión y absolución de los adúlteros concubinos impenitentes en Amoris laetitia y el rescripto de 5 de junio del 2017 (AAS 7.10.16).
3. A todo ello se suman las inaceptables Querida Amazonía, que legítima la introducción en la liturgia de prácticas espirituales indígenas chamanicas, la idolatría de la Pachamama en los jardines del Vaticano II en la basílica de San Pedro el 2019, junto con Traditionis custodes como ilegítima prohibición de la Santa Misa del Canon Romano, la declaración del Lutero como testigo del Evangelio y la construcción de una estatua del mismo para ser expuesta en el Vaticano, la entrada de mujeres como lectoras y acólitas, la no disciplina del camino sinodal alemán…
4. Para el mundo católico tradicional y para mí personalmente, el próximo Papa, si es elegido entre los obispos y cardenales que han omitido su deber de decidir defender debidamente la Fé catolica, solo tendrá legitimidad licitud y validez si deroga inmediatamente todo el desastre realizado por Bergoglio.
5. Pero si el próximo Papa no deroga totalmente las ilícitas e inválidas disposiciones realizadas por Bergoglio, la impugnación de su legitimidad de origen o de título de elección y de la legitimidad de ejercicio de sus potestades de orden sacramental y jurisdicción, volverán de nuevo a fracturar la unidad de la Iglesia en la verdad de Fé, moral, liturgia y eclesiologia.
6. Es evidente de que si los cardenales y obispos han omitido su deber de defender la unidad de la Iglesia frente a Bergoglio durante 10 años, es lógico inferir que no va a resistir la Iglesia otros 10 años con otro Papa igual de peor que el que tenemos actualmente.