Al heredero del gran Benedicto XVI le gusta el caos, se mueve bien en la confusión y cree contar con la habilidad de poder flotar sobre todo tipo de basura. Al Papa Francisco se le ríen las gracias, aunque maldita la gracia que hacen, la gente se calla por respeto , un respeto no correspondido. La iglesia se va llenando de personajes insignificantes que la van sumiendo en el desprecio social. El Proceso Becciu, ya lo anunciamos hace años, cuando comenzó, nos va manifestando un Vaticano que no nos sorprende, pero sí nos sorprende que muestre sus vergüenzas en todo su esplendor urbi et orbi. Por mucho menos de lo que ha declarado por el amigo Edgar en el tribunal único se ha procesado a gente en el Vaticano, y en Italia, y Peña Parra, más por incompetencia, que el mismo reconoce, que por maldad, se ha metido en un buen lío, o se ha dejado meter, o lo han metido sin que se dé cuenta. El Via Crucis que confiesa haber sufrido nos tememos que no ha hecho más que empezar.
Con pelos y señales nos cuenta, incluso con un cierto orgullo, queriendo aparecer como espabilado, que ha ordenado espiar a una empresa italiana al Gerente General del Banco del Vaticano y hombre de confianza del Papa Francisco, Mammì, con «mandato» de «vigilar» su teléfono. No solo reconoce que lo hizo sino que lo volvería a hacer, porque sospechaba que el IOR no quería otorgar el préstamo porque en realidad estaba «jugando» a favor del corredor Gianluigi Torzi, quien en ese momento ya había sido «liquidado» por el Vaticano con una “buena salida” de 15 millones de euros. El Banco del Vaticano, el IOR, evalúa denunciar los hechos surgidos ante las autoridades judiciales competentes, sin excluir, además de las vaticanas, también las italianas; las grabaciones se habrían realizado en suelo italiano.
Estamos hablando, Peña Parra no parece ser consciente, cosas de la incompetencia, de interceptaciones ilegales tanto en el Vaticano como en Italia. De hecho, incluso en el Vaticano, según la Constitución Apostólica Pastor Bonus (vigente hasta el 5 de junio de 2022), la división de poderes exige que sea el poder judicial el que ordene las interceptaciones, tras la apertura de un proceso penal. Peña Parra no recurrió a los magistrados vaticanos, ni denunció al director del IOR para que se hicieran las investigaciones, solo pidió «informalmente» «seguimiento» al entonces jefe de la Gendarmería, Domenico Giani.
De comprobarse el «seguimiento», esta circunstancia tiene implicaciones muy graves, porque la información sensible contenida en el teléfono del Director del IOR, además puesta a disposición de un particular, ha vulnerado la seguridad del Estado Vaticano. Hablamos de comunicaciones con el Santo Padre, datos del Instituto, de los clientes y las estrategias del llamado banco del Vaticano, correos electrónicos, documentos contenidos en el teléfono de Mammì. Hoy todo se sabe y se supone que toda esta información está en manos de ‘alguien’ que la utilizará sin duda.
Entra en juego el secretario de Parra, que lo fue de Becciu y hoy entre los acusados, que «pasó» el número de teléfono de Mammì para su «seguimiento». Los abogados preguntaron si esa iniciativa había sido tomada de forma independiente por el secretario. Aquí Peña Parra admite que “no”. “No, tal vez yo lo pedí”. A la pregunta del presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone: «¿Alguna vez te dijo Torzi que le habían prometido asumir la dirección del Palacio de Londres?». “Una vez me mencionó esto hablando del precio. Me dijo: ‘Repartí muchos sobres, me prometieron muchas cosas'».
Los críticos del estilo de gobierno recurren a la explicación de que el Papa Francisco ejerce un poder puro a la manera de un peronista argentino. Es más bien que ejerce la autoridad a la manera de un superior jesuita que, después de oír a los que quiere oír, decide por sí mismo. Los obispos locales se han reducido a meros funcionarios sin poderes reales y que pueden ser despedidos, como ha sucedido en Paraguay, Puerto Rico y Memphis, Tennessee. El cardenal vicario de Roma ya no puede nombrar nuevos párrocos, el Papa lo hará él mismo, así como también decidirá quién se ordena. Tenemos intervenidas decenas de órdenes religiosas. Ha degradado o destituido sin contemplaciones a no menos de cinco cardenales curiales de sus cargos: los cardenales Burke, Müller, Becciu, Filoni y Turkson que se consideran la “Curia desechable”. Todos sabemos lo sucedido en la ex Academia Pontificia para la Vida , en la ex Soberana de Malta. El gobierno se fundamenta en motu proprio, por «su propia iniciativa» sin contar con los departamento correspondientes.
Cuando el Santo Padre creó la Secretaría de Economía en 2014, Parolin no sabía nada. Dos años más tarde, cuando la secretaría de Economía fue despojado de la jurisdicción clave, el cardenal George Pell quedó igualmente sorprendido. La auditoría que había ordenado el departamento de Pell fue suspendida por el Papa; y, posteriormente, el Santo Padre destituyó al primer auditor general del Vaticano. El Papa Francisco ha decidido ‘superar’ incluso el Vaticano II y permite que cualquiera pueda encabezar un dicasterio vaticano, ejerciendo el poder de gobierno en la Iglesia, olvidando la enseñanza del Vaticano II de que los obispos gobiernan en virtud de su ordenación y que son «vicarios de Cristo» por derecho propio.
Ghirlanda mantiene una posición contraria al Vaticano II: “El poder de gobierno en la Iglesia no proviene del sacramento del orden sagrado, sino de la misión canónica”. El poder ya no es sacramental, sino papal. El poder proviene de un mandato papal, no de los sacramentos. Mucho mandar, pero al fin se retrocede y para ejemplo lo que vemos en Alemania con el Camino Sinodal, que a pesar de las reiteradas iniciativas del Santo Padre para cerrarlo, los obispos han producido una crisis que muy probablemente consumirá lo que quede del pontificado y no se atreve a tocarlos mostrándose extrañamente impotente en los grandes asuntos.
El papa Francisco felicitó este domingo al cardenal nicaragüense, Brenes, con motivo de su 35 aniversario de consagración episcopal: «Querido hermano, con ocasión de tu onomástico te hago llegar mi felicitación, mientras me uno a tu acción de gracias a Dios por los beneficios que derrama sobre tu vida». «Te aseguro mi cercanía fraternal y te imparto mi bendición». La metedura de pata de antología del Papa Francisco ha provocado que el último que quedaba, el encargado de negocios del Vaticano en Managua, Marcel Diouf, abandonó Nicaragua el viernes pasado. La sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo protección del Gobierno de Italia, a través de su embajada en Managua.
Otro libro de Massimo Franco titulado: «10 anni e un «Enigma» sobre la crisis de la Iglesia y la soledad del pontífice tras la muerte de Benedicto con el «espectro de una nueva renuncia»
Don Geor está trabajando en el testamento del gran Benedicto XVI, es el ejecutor testamentario y le están creciendo los problemas. A quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos y han aparecido nada menos que cinco del Papa Benedicto XVI que se muestran interesados por las cosas de su tio. Las cartas privadas, una pena, nos dice que han sido destruidas siguiendo las órdenes recibidas.
«…la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo».
Buena lectura.