Hemos pasado el ferragosto, para nosotros, el día de la Asunción e intentamos tomar el ritmo de la normalidad. Los alrededores de Roma, tanto los marítimos como los montañosos, se inundan de ricos y pobres que intentan huir del infierno romano. El Papa Francisco sigue en Santa Marta refugiado en la burbuja del ecológico aire acondicionado. Se acerca el consistorio, no hay movimientos previos y todo apunta a que el Sacro Colegio evitará lo más posible el agosto romano. Entramos en otro día apasionante, lleno de noticias con muy densos contenidos merecedores de mucha más atención que su mera reseña.
Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Como ya estamos habituados en un mensaje de perfil totalmente político y alineado totalmente, milimétricamente, con la agenda 2030 : «El estado degradado de nuestra casa común merece la misma atención que otros desafíos globales, como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos». Explica cómo la «conversión ecológica», en el corazón de Laudato Sì, y llama a la comunidad de naciones a: “comprometerse, especialmente en las reuniones de las Naciones Unidas dedicadas al tema ambiental, con un espíritu de máxima cooperación”. “Durante este Tiempo de la Creación, oremos para que las cumbres COP27 y COP15 puedan unir a la familia humana, para enfrentar con decisión la doble crisis del clima y la reducción de la biodiversidad”.
“Es imposible no reconocer la existencia de una ‘deuda ecológica’ de las naciones económicamente más ricas, que más han contaminado en los últimos dos siglos, además de una acción decidida dentro de sus fronteras, para entregar en sus promesas de apoyo financiero y técnico para las naciones económicamente más pobres, que ya están soportando la peor parte de la crisis climática». “Todos debemos actuar con decisión”. “Estamos llegando a un punto de quiebra. “Alcanzar el objetivo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C es bastante desafiante». La cumbre COP15 sobre biodiversidad, que se celebrará en Canadá en diciembre, “ofrecerá a la buena voluntad de los gobiernos la importante oportunidad de adoptar un nuevo acuerdo multilateral para frenar la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies”. “Dejen de destruir bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar ríos y mares, dejen de envenenar a las personas y los alimentos”, pide el Papa a las “grandes empresas mineras”: mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agroalimentarias».
A este paso, en el próximo cónclave, nos podemos encontrar con el Sacro Colegio más que diezmado y con muchos purpurados con plomo en el ala. Marc Ouellet, con 78 años, actual prefecto de obispos nombrado por Benedicto XVI en 2010, está en la lista de los 88 miembros del clero canadiense elaborada por una comisión independiente sobre casos de abuso sexual de menores o frágiles. Su presunta víctima, identificada como “F”, agente pastoral desde 2008 hasta 2010 asegura haber recibido fuertes hostigamientos por parte del cardenal durante actos públicos. “El me agarró y luego… sus manos en mi espalda bajaron bastante”. “No sé si fui una víctima, pero esta es mi historia. Sentí la necesidad de contar todo lo que había pasado que era inapropiado desde que comencé como agente de pastoral”.
La muerte del cardenal Tomko ha reactivado su participación en el informe sobre la Curia vaticana, que revela «una subcultura homosexual activa en el Vaticano» y «luchas por el poder y el dinero». El difunto cardenal también fue elogiado por el cardenal Joseph Zen: «por su claridad e integridad al ayudar a la Iglesia en China y al tratar con el Partido Comunista Chino durante su mandato en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos». Tomko, junto con Julian Herranz y Salvatore De Giorgi, fue encargado por el Papa Benedicto XVI para investigar la corrupción curial relacionada con el escándalo «Vatileaks» de 2011.
Redactaron un documento que presentaron al Papa Benedicto el 17 de diciembre de 2012, en el que detallaban los hallazgos de una red de lobbies homosexuales activos en el interior del Vaticano que, además de la corrupción sexual, también competía por el dinero y el poder. «Todo gira en torno a la inobservancia del sexto y séptimo mandamientos». El documento supuestamente «reveló una ‘red de lobbies’ identificada con las diversas congregaciones religiosas, incluidos los Salesianos de Don Bosco y los jesuitas, y el ‘origen geográfico’, descrito como ‘una red unida sobre la base de la orientación sexual'». La impresión es que esa masa de información, junto con el resto de pruebas recogidas, habría permitido una operación de limpieza, pero se ha tapado todo.
Magdi Cristiano Allam recurre al presidente de la República Sergio Mattarella, para pedir mayor seguridad y para «ajustar mi protección». El ataque a Rushdie, subraya, «se produjo por falta de protección» y demuestra que «la pena de muerte para el enemigo del islam nunca caduca». «Quieren degollarme, espero que Lamorgese intervenga». «Estamos en guerra, el islam no es una religión moderada». El musulmán que mata al ‘enemigo del Islam’, «lo hace con la certeza de obedecer a Alá y a Mahoma, que con su eventual ‘martirio’ conquistará el Paraíso islámico».
“En 2008, después de mi elección de convertirme del Islam al cristianismo, tras la interceptación de comunicaciones de terroristas islámicos en las que se manifestaba la decisión de matarme, mencionándome junto con el Papa Benedicto XVI que me había bautizado en la Basílica de San Pedro, mi escolta fue llevada al «primer nivel excepcional» con un total de 11 carabinieri, 4 vehículos blindados, mientras que para viajes más largos utilicé los aviones de los servicios secretos. Fui el civil más escoltado de Italia”. Actualmente, mi protección está limitada a dos carabineros, que se reduce a un carabinero cuando salgo del coche de escolta. No tengo miedo a la muerte. A los 70 sé muy bien que la muerte nos pertenece. Como creyente, me reconozco en el testamento espiritual de Paolo Borsellino: ‘Es lindo morir por lo que crees; el que tiene miedo muere todos los días, el que no tiene miedo muere una sola vez’.
Kwasniewski nos ofrece otro de sus interesantes artículos sobre el Vaticano II y el Canon Romano. En 1964, cuando se empezó a reformar la Misa, Don Houghton pensó en retirarse: “Pero decidí no hacerlo: en la Misa de 1964 no se había cambiado el Canon, en teoría se había quedado en voz baja y en latín. En 1964 todavía se podía celebrar la Misa con cierta devoción. Sin embargo, el día que se cambió el Canon renuncié: ‘Nadie pretende reformar el Canon’. Recopila una serie de documentos en los que: «Los padres conciliares apoyan el latín: desacreditando una narrativa falsa», y que son más que suficientes para demostrar que algunas figuras que actualmente operan en el Vaticano están, por decirlo suavemente, mintiendo sobre el Vaticano II y la reforma litúrgica circunscrita que se pretendía llevar a cabo y a la que se dio consentimiento. […]
El cardenal Giuseppe Siri (1907-1989) en ‘A Te sacerdote’, explora aspectos primarios del sacerdocio, como su inmutabilidad, y aquellos que parecerían secundarios: «eliminemos cualquier contaminación o confusión o compromiso con lo que no se ajusta a la línea del sacerdote como la quiso Jesucristo». «Nunca creemos que el mejor bien de las almas pueda ser fruto de un pacto con el diablo». […] Quiero llamar la atención sobre un problema, que se está volviendo de suma importancia: el del hábito eclesiástico. […] De hecho, asistimos a la mayor decadencia del hábito eclesiástico. […] El vestido condiciona fuertemente ya veces hasta moldea la psicología de quien lo lleva». «El hábito no hace al monje al 100%, pero ciertamente lo hace en una parte notable; en mayor medida, a medida que crece su debilidad de temperamento». «Debo señalar que la introducción del clérigo fuera de la ley y la depravación del hábito eclesiástico son una causa, probablemente la primera, de la grave decadencia de la disciplina eclesiástica. ¡Quien ama el sacerdocio, no bromee con su uniforme!».
«¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?»
Buena lectura.
Mucho «Laodato Si que sugiere que se evite el aire acondicionado- ¿Qué fundamento biblico tiene tanto apoyo a la nefasta UNO existe?
“Dejen de destruir bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar ríos y mares, dejen de envenenar a las personas y los alimentos”, pide el Papa a las “grandes empresas mineras”: mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agroalimentarias».
Cuando no se piensa lo que se dice, ni se racionalizan las consecuencias de lo que se predica, salen estas frases absolutamente vacías de contenido, eficacia y validez: pura tontería de alguien que está protegido por los climatizadores de la residencia donde vive y come de la industria del transporte, de la alimentación, de la minería y de los componentes industriales.
Primero: Dejar de destruir, dejar de contaminar y dejar de envenenar, es falso, el 100% de la industria no lo hace (destruir, contaminar y envenenar), lo hará un porcentaje, más o menos alto.
Segundo: Dejar de hacer industria, así como así, es retrotraernos en un segundo a las épocas supercontaminantes y superdepredadoras de la era preindustrial, cuando se talaban bosques enteros para hacer cultivos, zonas de pasto para ganado y para la obtención de leña para las chimeneas, estufas y cocinas.
Tercero: es de ignorante desconocer la historia de la industria. En la era preindustrial, la desforestación y la contaminación estaba al orden del día por las razones antedichas en el punto segundo. De otro lado, las casas, con calefacción y cocina de leña o carbón, eran altamente contaminantes y peligrosas para la salud y seguridad de sus moradores: incendios, intoxicaciones, inhalación de micropartículas, gases, humos… que afectaban al pulmón gravemente, como si fueran mineros.
Con 7.500 millones de habitantes, anular a la industria es condenar a la muerte a miles de millones.
Sólo la tecnología anticontaminación y recicladora puede combatir estos fenómenos. De momento, con la tecnología disponible y con los vertederos existentes, hay que espabilarse.
Será la tecnología, y no el populismo demagógico, el que hallará soluciones…