Ya es domingo y otra semana de agosto que termina, más bien comienza, es el dies Domini, el primer día de la semana.
El Papa Francisco se suma al «Día Mundial de la Ayuda Humanitaria»: “Es nuestra responsabilidad ayudar a erradicar el odio y la violencia de los corazones. Animamos a la gente a deponer las armas, a reducir el gasto militar para atender las necesidades humanitarias, a convertir los instrumentos de muerte en instrumentos de vida». Los gobiernos amigos van en la dirección opuesta y están utilizando la guerra en Ucrania para liquidar los viejos arsenales y llenarlos de material nuevo. Suponemos que el Papa Francisco sabrá que los predicadores del pacifismo y de las hermandades universales se dedican a comprar armas como si no hubiera un mañana. Esto no se puede decir y mejor lo tapamos con el día de la ayuda humanitaria.
Un artículo de hoy profundiza en las cuentas presentadas por el Vaticano. «En 2022, los activos inmobiliarios rindieron 52,2 millones (+31,4 millones), mientras que los bienes muebles registraron -6,7 millones. Son 4.072 unidades gestionadas en Italia, 6,05 millones por IMU y 2,91 millones por IRES. Muchos de los bienes son edificios instrumentales inalienables, como las oficinas de los dicasterios en Piazza Pio XII o el complejo de San Calisto en Trastevere, y las basílicas. De los bienes gestionados por el APSA 2.734 son suyos, del Vaticano y 1.338 de otras instituciones de la iglesia. Las inversiones financieras gestionadas por APSA ascienden a aproximadamente 1.777 millones de euros a 31 de diciembre de 2022, e incluyen tanto la gestión de los bienes como la gestión de terceros, incluida la Secretaría de Estado. Galantino se adorna ante lo que es un cúmulo de preguntas sin respuesta y de elucubraciones filosóficas y llega a formar que su balance está compuesto por páginas que «se alimentan de una ambición: clarificar un área, la de la administración y la gestión, que se nutre de la competencia, la lealtad y la transparencia; pero también de confianza».
Mucha presencia en los medios del encuentro de Comunión y Liberación en Rimini. Una decena de ministros del gobierno de Meloni han sido invitados, hablará el presidente de la República Sergio Mattarella. Exposiciones, muchas, una está dedicada a Santa Teresa de Lisieux y otra a «Don Camilo y Peppone, siempre rivales, nunca enemigos». En Rimini se celebra el 150 aniversario del nacimiento del escritor, poeta y ensayista francés Charles Péguy con una exposición dedicada a su idea de sociedad y trabajo, duro de soportar, pero que da sentido a la existencia. Su carácter intransigente y apasionado lo hizo sospechoso tanto a los ojos de la Iglesia cuyo autoritarismo atacaba, como de los socialistas cuyo anticlericalismo denunciaba. Teniente de reserva, durante la Primera Guerra Mundial se alistó en la infantería, murió en combate, al comienzo de la primera batalla del Marne.
El título del Encuentro que durará hasta el viernes 25 de agosto es una frase de don Giussani: «La existencia humana es una amistad inagotable». Hoy estamos en tiempos de deformar el pasado trayendo el agua a los molinos de lo católicamente correcto. Para Giussani, Dios es esta amistad en sí misma que se despliega hasta morir por nosotros, para darnos plenitud, belleza el ser. Inquietud y armonía de Giussani y Péguy, hay una vibración que los une y perdura y el lugar que recogía las semillas de las que florecía Comunión y Liberación se llamó “Centro Charles Péguy”.
Seguimos con la tormenta de las carmelitas descalzas del Monasterio de la Santísima Trinidad de Arlington en Texas. Viganò sale en defensa: «Los reiterados abusos de poder por parte de quienes ostentan la autoridad eclesiástica respecto de las comunidades religiosas, especialmente las femeninas y contemplativas, forman parte de un plan subversivo de prelados corruptos y heréticos, destinado a privar a la Iglesia de las gracias que las almas consagradas hacen descender sobre ella».
«Esta Jerarquía corrupta suprime los Conventos y Monasterios decididos a restaurar la Tradición y la antigua observancia de la Regla, mientras deja tranquilas a las comunidades progresistas en las que se difunden los errores doctrinales y las desviaciones morales, o donde la Regla es violada y traicionada sistemáticamente. Los buenos son castigados y los malos premiados: el caso de Marko Ivan Rupnik es ejemplar». «¿Cómo actuar ante esta conmoción general, esta traición a la autoridad eclesiástica? La obediencia a ellos implicaría desobedecer a Nuestro Señor; la desobediencia expone a estas comunidades a una persecución abierta y abusos de poder sin precedentes».
Terminamos con un interesante artículo de un personaje increíble de los muchos que pueblan el complejo universo del Vaticano. Estas cosas puede parecer del pasado, que hoy somos unos seres superiores, espías los hemos tenido y no nos sorprendería de que los tengamos. En las guerras cumplen un papel fundamental los espías, los buenos siempre son dobles, su trabajo se fundamenta en la confianza del espiado para poder tener acceso a la información. En 1943, Ludwig Wemmer, llega a Roma como funcionario de la Embajada del Reich ante la Santa Sede. El agente nazi estableció varias relaciones importantes, incluida una con un oscuro archivista del Vaticano, Alighiero Tondi SJ. que formó parte del Secretariado de Montini y siguió los expedientes de los prisioneros de guerra que la Santa Sede tramitaba por razones humanitarias. Tondi asistió a un seminario jesuita en su adolescencia, pero cuando decidió ingresar en la Orden en 1936, ya se había formado en las escuelas especiales para infiltrar agentes en la Iglesia católica consagrándolos sacerdotes. Por orden del servicio soviético destinado en Viena, Tondi se dedicó a cultivar sacerdotes y seminaristas simpatizantes del comunismo en clave antifascista y antinazi, para convertirlos en agentes secretos. Tondi llegó a enseñar en la Gregoriana y conoció a Monseñor Montini. Entre 1949 y 1952 los nombres de los sacerdotes enviados clandestinamente a la URSS fueron transmitidos por él a Stalin, para que nada más llegar fueran interceptados y detenidos. Esto no pasó desapercibido para Pío XII, quien encargó al padre Agostini, ex colaborador de los servicios de seguridad franceses, que investigara a fondo, pues era evidente que la filtración se produjo desde el Vaticano.
Agostini pilló in fraganti a Tondi mientras, aprovechando la ausencia de sus superiores, abría el armario donde se guardaba otra lista de sacerdotes para ser enviados a la URSS. Desde que tenía la llave, no había sido difícil para él. Llevado ante el Papa, Tondi admitió que era un agente de la URSS y defendió enérgicamente su acción, justificándola con la necesidad de coexistir con los soviéticos y de agradecerles el papel que jugaron en la resistencia al nazismo. El Papa Pacelli expulsó al traidor con prohibición de ingresar en el Vaticano.
Tondi abandonó descaradamente la sotana, poniéndose al servicio de la propaganda del PCI, con un tono exagerado, se casó con su amante Carmen Zanti, militante del PCI. Tondi escribió dos libros: El Vaticano y el neofascismo y La Iglesia del Silencio. El ocaso de la vida de Tondi fue muy dramático e inició un complejo y atormentado proceso de acercamiento a la Iglesia, que culminó con el indulto de Juan Pablo II. Murió en Reggio Emilia el 25 de septiembre de 1984 reconciliado con el Papado, al que tanto había traicionado.
Ya está terminada la estatua del primer santo coreano Andrés Kim, y en septiembre lucirá en uno de lo nichos vacíos de la Basílica de San Pedro.
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
Buena lectura.
Y si no tiene el dinero para viajar a Roma, haga sacrificios, penitencias, ayunos, que Santa Catalina no tenía nada, pero consiguió hablar con el Papa con mucha vida de sacrificio, oración y vida penitente… ¡Ya deje de ser un profeta del terror!
¿Hay cosas que parece que no van bien en la Iglesia? Nada arreglarás desparramando frustración por Twitter. Solo conseguirás acabar con la esperanza de las personas que no tienen bien cimentada su fe y llenarles de odio sus corazones… ¿O tu intención es aumentar seguidores, impresiones y vistas?
Que si el Papa fue a Disney a filmar un programa con jóvenes ateos, que si la Ideología en la JMJ, que el Papa cargaba una pulsera arcoíris, que el Papa recibió a una comisión de Agenda 2030, que recibe a comunistas, que el Papa esto, que el Papa lo otro… ¡Basta!
Te dices ser católico, pero actúas como enemigo de la Iglesia.
Reza más, ayuna más, haz más penitencia, ve a misa más a menudo, adora más al Señor, acércate a los enfermos, ve a los asilos a atender a los abuelitos solos, compra alimento y llévales a los indigentes, visita un hospital de niños con cáncer y lleva alegría a los niños… Pero ya pasa menos tiempo en Twitter y pasa más tiempo siendo iglesia encarnada en la vida del que más lo necesita. Allá afuera hay un montón de gente necesitada de la misericordia de Dios que no tiene red social.
Es el Espíritu quien guía a la Iglesia, y la promesa de Jesús es que ni los mismos poderes infernales, y ni tus palabras llenas de calamidades, podrán destruirla.