El Papa Francisco ha hecho todo lo posible para evitar rodearse de figuras demasiado fuertes o influyentes. Cambió con frecuencia de secretarios y colaboradores, desconfiando de aquellos que mostraban excesiva autonomía o iniciativa, temía que acumularan demasiado poder y las relaciones se deterioran debido a discusiones y enfrentamientos reales. Uno de sus primeros secretarios fue destituido tras conceder una sencilla entrevista a un diario argentino, en la que afirmó que el Papa iría con gusto a Argentina, una observación inocua, pero suficiente para marcar su final. Francisco es así: temperamental y amoral a la vez. Ahora, en su fragilidad, se ve obligado a confiar, a dejarse llevar , ya no puede elegirlo todo y no puede controlarlo todo ni a todos. No hay duda de que estamos ante un papa ‘impedido’ , muy visiblemente impedido, lo físico es evidente y no pocos se preguntan a estas alturas y con estas extrañas iniciativas y es capaz de ‘querer y entender’, o hasta que punto lo es.
Nos quedamos con las tres afirmaciones estrella de Aveline: «Que las religiones no católicas desempeñan un papel positivo en el plan de salvación». «Que todos los hombres están incluidos en una “mediación crística universal”. «Que la misión de la Iglesia tiene un “fundamento dialógico”, una afirmación que reformula el diálogo no como un método, sino como la esencia misma de su identidad». El proyecto teológico de Aveline se basa en una técnica ampliamente utilizada por los pensadores liberales modernos: la problematización . Este método busca deconstruir ideas comúnmente aceptadas, tratándolas no como realidades establecidas, sino como constructos contingentes que requieren reinterpretación. Su objetivo no es refinar ni comprender, sino desestabilizar.
En Lourdes de ocultan los mosaicos de Rupnik y en Fátima seguirán en su lugar, dos visiones diferentes sobre cómo tratar el caso del ex jesuita (pero todavía sacerdote) Marko Rupnik, acusado de abusos sexuales y violencia psicológica. El proceso Rupnik llega llega claramente demasiado tarde, pese a que sus crímenes eran bien conocidos desde hacía años en el Vaticano y en la Compañía de Jesús, como lo demuestran los testimonios de las víctimas, su proceso canónico está pendiente en el Vaticano.
Hoy es viernes de dolores, el sexto de la Cuaresma, en vísperas del Domingo de Ramos. Un día centrado en la celebración de los Dolores de Nuestra Señora. Es considerado como el inicio de la Semana Santa al iniciarse las procesiones. En algunos lugares se le denomina Viernes de Concilio, y se toma como día de ayuno y abstinencia. En la última reforma litúrgica está fiesta primigenia de los Dolores de Nuestra Señora fue suprimida, siendo reemplazada por la moderna fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre. Aun así, en la tercera edición del Misal Romano (2000), hay un recuerdo especial a los Dolores de la Santísima Virgen en la celebración ferial de ese día, introducida por San Juan Pablo II. Ofrecemos el tradicional Stabat Mater en traducción de Lope de Vega.
La madre piadosa estaba
junto a la Cruz y lloraba,
mientras el Hijo pendía.
Cuya alma riste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
Oh, cuán triste y afligida
se vio la Madre escogida,
de tantos tormentos llena.
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
Y ¿cuál hombre no llorara
y a la Madre contemplara
de Cristo en tanto dolor?
Y ¿quién no se entristeciera,
piadosa Madre, si os viera
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados del mundo
vio Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre;
Y muriendo al Hijo amado,
que rindió, desamparado,
el espíritu a su Padre.
Oh Madre, fuente de amor,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.
Y porque a amarte me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de su pena mientras vivo.
Porque acompañar deseo
en la Cruz, donde le veo
tu corazón compasivo.
Virgen de vírgenes santas,
llore yo con ansias tantas
que el llanto dulce me sea.
Porque tu pasión y muerte
tenga en mi alma de suerte
que siempre sus penas vea.
Haz que su Cruz me enamore;
y que en ella viva y more,
de mi fe y amor indicio.
Porque me inflame y encienda
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén.
Porque cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.
«Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad. Y muchos allí creyeron en él».
Buena lectura.
Creo que con esa actitud ha querido dos cosas, hacerse presente y mostrarse enfermo como Juan Pablo II, pero lamentablemnete no se le parece en nada Juan Pablo II, aunque no es santo de mi devocion, vivió su enfermedad con bastante diginidad sin hacer payasadas
Mi personal apreciación sobre esta fotografía:
I. Análisis
1. Descripción de la situación
En la imagen, el Papa Francisco está sentado en una silla de ruedas, cubierto por una manta de rayas blancas y negras que descansa sobre sus hombros y pecho. La manta parece ser un objeto suelto, sin mecanismos de sujeción como tirantes, broches o velcro que la mantengan fija en su lugar. Debido a esto, tiende a deslizarse hacia abajo por la acción de la gravedad, sostenida solo por la fricción entre el tejido de la manta y la camiseta de manga larga de angora que lleva el Papa. Esta camiseta, aunque suave y abrigada, no ofrece agarre suficiente para mantener la manta en posición, especialmente considerando el movimiento de la silla de ruedas, que genera pequeños desplazamientos o vibraciones que facilitan que se deslice.
Quien empuja la silla tiene una mano ocupada en el mango para moverla y, al mismo tiempo, usa la otra para ajustar la manta, levantándola para evitar que caiga del todo.
Esto implica que la persona debe dividir su atención entre dos tareas simultáneas:
a) Empujar la silla de ruedas de manera segura y estable.
b) Estar pendiente de la manta para asegurarse de que no se deslice completamente, lo que podría dejar al Papa desabrigado o causar incomodidad.
2. Análisis de la lógica y practicidad:
Desde un punto de vista práctico, esta situación presenta varios aspectos poco funcionales o «aberrantes». Vamos a desglosarlo:
a) Uso de una manta suelta sin sujeción:
Una manta sin fijación no es práctica para una persona en silla de ruedas. Tiende a deslizarse con el movimiento, sobre todo si está reclinada o la silla pasa por superficies irregulares. Aquí, solo está apoyada en los hombros del Papa, y la fricción con la camiseta de angora no la sostiene bien, generando un problema constante de caídas repetidas, incómodo para él y para quien lo acompaña.
b) Falta de cobertura integral por la espalda:
La manta no cubre completamente la espalda, reduciendo su efectividad para abrigarlo. Si el objetivo es proteger del frío, dejar la espalda al descubierto no es ideal, ya que es vulnerable a corrientes de aire. Una prenda más envolvente, como una chaqueta o una manta adaptada para sillas de ruedas, sería mejor para mantener el calor uniforme.
c) Ausencia de tirantes o sujeciones en la manta:
La falta de tirantes, broches o sistemas de sujeción es clave. Hay mantas diseñadas para sillas de ruedas con velcro, clips o formato poncho que se ajustan al cuerpo, evitando deslizamientos y ajustes frecuentes. Esta manta parece estándar, no adaptada, lo que causa inestabilidad.
d) Doble tarea del acompañante (empujar la silla y ajustar la manta):
La persona que empuja la silla realiza dos acciones a la vez: controlar el movimiento y evitar que la manta caiga.
Esto es:
i. Incómodo.
ii. Inseguro.
Si se enfoca en la manta, puede descuidar la silla, se arriesga a tropiezos o movimientos bruscos. Usar una sola mano para empujar también afecta la estabilidad, sobre todo en suelos irregulares o entornos concurridos.
3. Escenario ilógico, irracional y peligroso
Desde un punto práctico, no es una solución lógica ni eficiente.
Razones:
a) Alternativas más prácticas:
Existen prendas diseñadas para sillas de ruedas (mantas con sujeciones, chaquetas) que evitan ajustes constantes. Un poncho con broches sería más estable y funcional.
b) Carga innecesaria para el acompañante:
Ajustar la manta constantemente es una tarea evitable con una solución adecuada, reduciendo frustración para ambos.
c) Confort y dignidad:
Para una figura pública como el Papa, se espera comodidad y una presentación cuidada. Una manta que se cae puede ser incómoda y parecer descuidada en público. La inadecuación total de la vestimenta, indigna de un pontífice, es algo inédito e insólito.
d) Peligro de enrollamiento en una rueda:
La manta mal ajustada puede enredarse en la silla, deteniendo el carrito y exponiéndolo a peligros por falta de movilidad, con una rueda bloqueada por el tejido.
e) Atentado:
En un atentado, la manta podría enredarse en el eje o la rueda, impidiendo una fuga rápida. El acompañante tendría que mover un carrito con una rueda bloqueada, lo que es imposible sin ayuda.
f) Falta de higiene:
i. La mano sin guantes del acompañante toca la manta, posiblemente contaminándola con bacterias o virus.
ii. Si la manta cae al suelo, recoge polvo, gérmenes y contaminantes, aumentando riesgos para el Papa.
………
II. Conclusión: Francisco en convalecencia
A. La falta de mascarilla en el Papa
1. ¿Por qué es un problema que no lleve mascarilla?
a) Riesgo alto: Tras una neumonía doble, con pulmones débiles (solo uno y medio desde joven), está expuesto a virus, bacterias, polvo y aire frío. Sin mascarilla, un germen podría enfermarlo otra vez, y su cuerpo no resistiría.
b) Convalecencia frágil: Estuvo casi muerto dos veces, con oxígeno y máquinas por 38 días. En recuperación (marzo-abril 2025), sus pulmones no están sanos, y el aire sin filtro es un peligro directo.
c) Negligencia extra: No ponerle mascarilla al salir es un descuido grave, como la manta suelta o las manos sin guantes, mostrando poca atención a su salud básica.
2. ¿Qué tipo de mascarilla debería usar?
a) Requisito básico: Debe cubrir nariz y boca, ya que respira por ambas y los gérmenes entran si algo queda al descubierto.
b) Opciones según su estado:
i. Mascarilla quirúrgica: Ligera, filtra polvo y algunas bacterias. Buena para salidas cortas, pero débil contra virus fuertes. Ideal si no necesita oxígeno constante.
ii. Mascarilla FFP2 o KN95: Ajustada, filtra virus, bacterias y polvo fino (más del 90%). Perfecta para su convalecencia tras neumonía, sobre todo en público.
iii. Mascarilla FFP3: Máxima protección (99% de partículas), usada en hospitales. Válida si hay mucho riesgo, aunque puede ser excesiva.
– Recomendación: Una FFP2 es ideal: cubre bien, es cómoda para un anciano frágil y protege sin ser pesada.
3. ¿Máscaras de oxígeno como sustituto?
a) Sí, existen:
i. Mascarilla de oxígeno simple: Cubre nariz y boca, da oxígeno desde un tanque portátil. Filtra algo, pero no como una FFP2.
ii. Mascarilla de reservorio: Cerrada, con bolsa de oxígeno, para casos graves. Más protectora, pero para hospital, no salidas.
iii. Cánula nasal: Solo en la nariz, no cubre la boca, inútil como mascarilla.
b) Ventajas: Si necesita oxígeno (probable por neumonía), una mascarilla simple da aire limpio y algo de protección.
c) Problema: No filtra bien como una FFP2, y hablar se dificulta por el sonido apagado.
4. ¿Y la comunicación verbal?
a) Miedo a no verle la boca: Quizás evitan la mascarilla para que se vean sus labios y parezca «vivo» o «lúcido». Sin eso, un saludo pierde efecto, y el Vaticano busca contacto humano.
b) Soluciones:
i. Mascarillas transparentes: Modelos como ClearMask tienen plástico claro en la boca, filtran bien y muestran los labios, ideales para comunicación pública.
ii. Mascarillas semitransparentes: Algunas FFP2 son finas o claras, dejando adivinar la boca. Menos ideal, pero posible.
iii. Micrófono pequeño: Con mascarilla de oxígeno, un micrófono amplificaría la voz sin quitarla.
– Recomendación: Una ClearMask protege, cubre todo y mantiene el efecto comunicativo.
5. ¿Por qué no la lleva?
a) Negligencia: El equipo no lo ve necesario o evita «complicar» la imagen pública, ignorando riesgos reales.
b) Efecto estético: Una mascarilla podría hacerlo parecer más enfermo, y prefieren arriesgarse para mostrar «normalidad».
c) Falta de planificación: No consideraron alternativas (transparente, oxígeno), reforzando la imprudencia vista con la manta.
…
B. Conclusión final reestructurada
1. Riesgos graves por falta de protección
a) Sin mascarilla: Sale sin mascarilla tras neumonía, exponiendo pulmones débiles a gérmenes, polvo y frío. Debería usar una FFP2 o transparente para protegerse y mostrar la cara. Sin ella, es vulnerable a reinfecciones mortales.
b) Manta suelta: Sin sujeciones, se cae y puede trabar las ruedas. En un atentado, impediría una fuga rápida, dejando al acompañante con un carrito bloqueado.
2. Higiene inexistente
a) Sin guantes, el acompañante toca la manta y puede pasarle gérmenes al Papa, más si cae al suelo y se ensucia con polvo o bacterias. Es un fallo básico para alguien tan frágil.
3. Mala protección y estética
a) La manta no cubre la espalda, dejando entrar frío que daña sus pulmones. Con rayas blancas y negras y una camiseta vieja de angora, parece pobre y descuidado, evocando campos de exterminio (Auschwitz-Mauthausen), no la dignidad papal. Una manta roja o naranja sería menos horrenda.
4. Negligencia de múltiples equipos
a) Equipo médico: Falla en lo esencial: no asegura la manta, no usa guantes, no pone mascarilla, exponiéndolo a reinfecciones tras casi morir dos veces. Son pésimos profesionales en prevención por lo que se observa
b) Equipo de seguridad policial: No prepara para riesgos (atentado, ruedas trabadas), mostrando incompetencia en protección física por lo que se observa
c) Jefe de protocolo: Permite una vestimenta horrenda y poco práctica, ignorando etiqueta papal (blanco digno) y comodidad, mostrando una incompetencia por lo que se observa. Nunca se había visto un Papa vestido de esa manera tan impropia e inadecuada e indigna de su cargo, ¡Qué despropósito, qué insensatez!
d) Equipo de asistencia en desplazamiento: El acompañante, mal equipado (sin guantes, con doble tarea), no garantiza un traslado seguro ni estable. Demuestran una falta de preparación por lo que se ve.
5. Incapacidad mental del Papa
a) aquí hay diversas opciones:
i. Si aprobó salir así (sin mascarilla, con manta rara), no comprende riesgos ni estética, sugiriendo daño mental grave tras neumonía.
ii. Pero si no decidió, el equipo lo maneja mal, confirmando que no lidera.
iii. Y si todos los anteriores equipos fueron profesionales y a pesar de que lo advirtieron el insistió, entonces los ha puesto en una situación muy grave de mal praxis profesional, porque no debían haber aceptado semejante cuestión aunque hubieran recibido de represalias: el deber obliga a negarse en redondo y dimitir de inmediato, antes de participar por obediencia debida en un acto de grave negligencia que los marcará profesionalmente por toda la vida.
6. Imagen pública fallida
a) Pretenden mostrarlo «bien» con gestos, pero la falta de mascarilla, manta suelta y ropa fea dicen: débil, desprotegido, mal cuidado. Una mascarilla clara y ropa papal darían mejor mensaje sin riesgos.
7. Ironía histórica
a) Bergoglio exigió mascarillas, vacunas, limpieza de manos con gel antiséptico y distancia de dos metros en COVID-19, pero ahora sale sin protección, con un equipo (médico, policial, protocolo) que ignora lo que él impuso. Es una contradicción escandalosa, y habría sido risible si no lo hubiera expuesto a un riesgo vital doble: salud y seguridad
8. Sede impedida y medidas urgentes
a) Incapacidad absoluta: Su falta de comprensión y voluntad (si eligió esto) o dependencia total (si lo manejan) muestran una mente incapaz. La sede está impedida, relativa temporalmente, y se debe suspender su ministerium activo (gobernar, enseñar, santificar) como Jefe de Estado y Iglesia.
b) Curia y cardenales: Solo deben tramitar lo urgente, declarando nulos nombramientos y ceses de obispos, y normas políticas, jurídicas y religiosas por incapacidad pública y notoria.
c) Curador: Urge nombrar un curador con autoridad sobre la administración del cuerpo y salud de Bergoglio, que sea experto en protocolo, medicina y seguridad, para evitar estas salidas negligentes.
d) Pruebas y cónclave: El Colegio Cardenalicio debe evaluar su capacidad mental ya (MMSE, MoCA) y, si es incapaz permanente, declarar sede impedida absoluta (prorsus impedita), equivalente a vacante, e iniciar un cónclave en mayo 2025 tras Semana Santa.
e) Laguna legal: La falta de norma no excusa la inacción cardenalicia ni pueden escudarse bajo esta excusa. Ante la falta de ley positiva y vigente, rigen las otras dos fuentes de derecho, la costumbre (precedentes, antecedentes y comparaciones) y principios del derecho (capacidad jurídica y de obrar para cargos) obligan a actuar ante esta irresponsabilidad de inacción y omisión culposa del Colegio cardenalicio.
C. Resumen en pocas palabras
El Papa sale sin mascarilla, con manta suelta y ropa fea, manejado por un equipo negligente (médicos, policía, protocolo, asistentes) sin guantes. Es peligroso (infecciones, atentado), antihigiénico y mal presentado. Debería usar mascarilla FFP2 o transparente, manta fija y ropa digna. Si lo aprobó, no piensa; si no, lo manejan mal. Es incapaz, la sede está impedida absolutamente, lo que equivale una sede vacante, urge un curador, y cónclave.
Grave cosa. El papa aparece vestido de ser humano corriente y moliente. Es la segunda vez que la hace. Un día, al comienzo, se alivió en un mingitorio público. El mito del «papa angelico» ha terminado heccho trizas. Ya era hora. El papa ha aparecido como siempre le hubiera gustado aparecer: de civil. Sin disfraz. Sin capisayos ni gorgoritos. Que Dios lo bendiga y no lo deje de su mano.
la sotana papal no es disfraz, sino un distintivo, a ver si alguien se entera.
Lamentable para este grupo. No creo que Jesús caminase sin polvo en las sandalias. Con la túnica impoluta
Si volviese le crucificaban otra vez, por no ir limpio y con sotana. Fariseos no faltan.
🤡
Excelente crónica de lo que hemos visto en la basílica de San Pedro. Yo me he quedado perplejo y con una sensación de pena y tristeza muy grandes. Creo que no nos compete juzgar y simplemente, rezar y ofrecer sacrificios por la situación catastrófica que vive hoy nuestra madre la Iglesia. Muy lamentable y pido al Señor que no nos castigue mas y ponga fin a tanto despropósito. Señor, perdón: ampáranos.
La próxima, en calzoncillos
No le extrañe, es el papa de las sorpresas estrafalarias