Sábado romano, el frio y la humedad se van apoderando de la ciudad eterna y esto no es solo una realidad física. Los hay que persisten en defender primaveras en las que ya no cree nadie, el día a día del Vaticano es insufrible, los que pueden buscan otra salida, otros aguantan las ‘ madurar’ una pensión, que ahora incluso ven tambalear. Se van realizando purgas en muchos departamentos y se van contratando personas que no tienen el más mínimo nivel. Es una descomposición que se va precipitando y haciendo cada vez más visible, mucho nos tememos que el año santo será la puesta de largo para visualizar, urbi et orbi, el final de un pontificado fallido. Empezamos a rezar por ‘ el sucesor’, la herencia que se encuentra es demasiado complicada para las pobres fuerzas humanas, Dios todo lo puede, es nuestra única confianza.
El Papa Francisco, en la carta sobre la renovación del estudio de la historia en la Iglesia, advierte “No se debe olvidar el Holocausto. No debemos olvidar los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki». «Tampoco debemos olvidar las persecuciones, el tráfico de esclavos y las masacres étnicas que han ocurrido y continúan ocurriendo en varios países, y muchos otros hechos históricos que nos avergüenzan de ser humanos. Hay que recordarlos siempre, siempre nuevamente, sin cansarnos y sin anestesiarnos». Parolin, habló al margen de un acto en la Universidad Lumsa de Roma sobre la orden de arresto emitida contra el presidente israelí Benjamín Netanyahu. O mejor dicho, prefirió no hablar del tema. La decisión podría estar relacionada con las últimas tensiones con el Pontífice. El Papa Francisco «reafirmó la posición de la Santa Sede», «hay que estudiar estas cosas, porque hay criterios técnicos para definir el concepto de genocidio. El Papa dijo esto, me parece que reiteró lo que siempre hemos dicho o más bien dijo lo que siempre hemos dicho, reiteró». «¿Sobre la captura de Netanyahu? No hay comentarios de la Santa Sede. Tomamos nota de lo sucedido. Lo que nos preocupa y nos interesa es que la guerra en curso termine lo antes posible». Sigue coleando la petición del Papa Francisco de abrir una investigación para determinar si los ataques de Israel a Gaza constituyen un «genocidio». La Corte Penal Internacional acusa de «antisemitismo» al primer ministro Benjamín Netanyahu y a otras instituciones del país. Parolin: «La posición de la Santa Sede sobre el antisemitismo es clara, no hace falta hacer otras consideraciones, siempre lo hemos condenado, lo seguiremos condenando y trataremos de crear las condiciones, en la medida en que podamos interesados, para que pueda haber una lucha seria contra este fenómeno».
Comunicado de una dureza inusual para el lenguaje habitualmente adoptado en las comunicaciones del Vaticano. El sindicato de empleados del Vaticano está seriamente alarmado por la carta enviada por el Papa a los cardenales en la que comunica que es necesaria una reforma urgente del sistema de pensiones porque ya no es sostenible. «Intuíamos que tarde o temprano se tomarían medidas en materia de pensiones, y hoy hemos recibido la confirmación de que se están adoptando medidas estructurales urgentes». El sindicato que agrupa a más de 4.000 trabajadores curiales, destacando una situación opaca y poco transparente, donde cada decisión viene de arriba sin ningún tipo de consulta. «Está claro que hay alguien que ha propuesto al Papa una intervención de este tipo, dado que el Pontífice ciertamente no puede conocer por sí solo los detalles de las cuentas del Fondo de Pensiones. A quienes sugirieron esta maniobra les decimos que ni siquiera tenemos conocimiento del presupuesto del Fondo». Los datos no son públicos. Sin embargo, cuando contribuimos a la gestión financiera o de pensiones, dado que pagamos con nuestras contribuciones, las cuentas deberían ser accesibles para todos. Deberíamos entender cómo se administran las deducciones de nómina de los empleados. Las pensiones son también y sobre todo una garantía para las generaciones futuras, en una cuestión de equidad y justicia, que tienen derecho a un futuro digno gracias a una pensión adecuada. ¿Quién certifica los pasivos?
«La gran mayoría de los empleados del Vaticano ya se han apretado el cinturón. El recorte de un período de dos años tendrá un fuerte efecto para muchos: incluso 20.000 euros al final de su carrera. Los salarios no estaban indexados al costo de vida, mientras que el aumento de los alquileres de las propiedades del Vaticano estaba vinculado a la inflación». «En el Vaticano ha florecido el asesoramiento y se han dado ascensos sin ningún tipo de concurso público. Si ahora queremos intervenir en las pensiones, ¿qué resultado? ¿Había comenzado la reforma financiera hace cuatro años? ¿Qué resultados ha obtenido el personal contratado ad hoc, a menudo con salarios respetables?». Las preguntas se superponen desde hace algún tiempo pero sin respuesta. «¿Ha pensado la Secretaría de Economía en una reforma estructural que aumente los ingresos de la Santa Sede o en recortes que no afecten sólo al personal, cuyos salarios se reducen al mínimo? ¿Ha tenido en cuenta la particular atención que el Papa siempre pone a las familias y sus necesidades? Los empleados, agotados por los recortes y, sobre todo, por la falta de respuesta a su legítima petición de ser escuchados, creen haber contribuido ya, en la medida de sus posibilidades, a cubrir el déficit y permanecen atentos a posibles disposiciones futuras».
Al Papa Francisco se le ha perdido el respeto, el mismo lo ha provocado y quizás buscado, y un programa muy seguido en Italia, algo impensable hace muy poco tiempo, Giuseppe Cruciani expresó su opinión sobre diversas cuestiones, a partir de la intervención del Papa Francisco en un libro de Luca Casarini. “Me enteré de que el Santo Padre, el Papa Bergoglio , escribió un prefacio en un libro del ex antagonista Luca Casarini . ¡Piensa en qué pareja! El Papa Francisco y Luca Casarini”, comenzó el presentador. “Bergoglio nos habla del grave pecado de rechazar a los inmigrantes y dice no a leyes más restrictivas. Querido Papa Francisco, hay muchos italianos que legítimamente quieren rechazar a los inmigrantes. No son fascistas, no son racistas . No es un pecado grave». Cruciani abordó a continuación el tema de las «listas de proscripción» que, en su opinión, surgen contra quienes no se alinean con la narrativa dominante sobre el patriarcado y el sentimiento de culpa del hombre blanco occidental. Comentó un episodio ocurrido en Trento, donde un grupo de jóvenes de derecha fueron rechazados violentamente por los llamados antifa . “¿Dónde está el fascismo? ¿Dónde está la violencia? ¿Quién es un extremista? ¿Es posible hoy realizar la actividad política con normalidad? Del otro lado están hoy los verdaderos fascistas intolerantes, los que se declaran de izquierda, los que se declaran tolerantes. Éste es el punto”.
Interesante conferencia anunciada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Camerino, sobre el cardenal Pietro Gasparri. Algunas instituciones, y no precisamente menores, que siguen funcionado se las debemos a él. La Facultad de Derecho Canónico del Instituto Católico de París, universidad privada conocida como “La Catho” por los parisinos. El Estado de la Ciudad del Vaticano, a cuyo diseño perimetral contribuyó fuertemente Gasparri, como plenipotenciario de la Santa Sede para las negociaciones que desembocaron en los Pactos de Letrán. El Código de Derecho Canónico, o más precisamente la idea de codificación canónica, que encontró concreción en el Codex Iuris Canonici promulgado el 15 de septiembre de 1917. En la historia de Italia, su nombre está vinculado a la firma que hizo el 11 de febrero de 1929 de los Pactos de Letrán, mientras que en la historia de la Iglesia desempeñó un papel protagonista durante varias décadas, tanto como diplomático como canonista. Además de coordinador y redactor principal del Código de Derecho Canónico de 1917, erudito y ensayista, autor de algunos tratados que siguieron siendo clásicos durante muchos años.
Cuenta en sus memorias: “Nací el 5 de mayo de 1852 en Capovallazza, uno de los pueblos que forman el municipio de Ussita, en medio de los Montes Sibillini, a unos 750 metros sobre el nivel del mar”. Secretario de Estado de dos Papas, de Benedicto XV que lo nombró, y de Pío XI, quien, debiendo a él su elección, lo confirmó en el cargo. Ordenado sacerdote en 1877, tres años más tarde, a la edad de 28 años, fue llamado como profesor de Derecho Canónico en el Instituto Católico de París y permaneció allí hasta 1898, cuando el Papa León XIII lo eligió arzobispo y lo nombró Delegado Papal en Perú, Bolivia y Ecuador. De sus años en Sudamérica recordaba los viajes a caballo por las escarpadas laderas de los Andes, que le devolvieron a la mente sus montañas Sibillini. Regresaba a Ussita todos los años en verano para recuperarse, entre su gente, familiares y paseos por la montaña. En 1901 fue nombrado Secretario de la Congregación para Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, en el consistorio del 16 de diciembre de 1907 fue creado cardenal. El 10 de febrero de 1930, en vísperas del primer aniversario del Concordato firmado con Benito Mussolini, Gasparri dimitió como Secretario de Estado, por diferencias con el Papa Pío XI. Un año antes de su muerte, a propuesta de Guglielmo Marconi, en 1933 Gasparri fue nombrado Académico de Italia para disciplinas jurídicas. Aceptó con la condición de que el Rey y Mussolini lo eximieran de prestar juramento.
«…No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven».
Buena lectura.
La posición de Bergoglio de todos los emigrantes deben ser aceptados es antijurídica, inmoral, ilógica e irracional… No se sostiene por ninguna parte.
Ni siquiera se lo aplica para su propio estado, la Ciudad del Vaticano:
– está rodeada de el Muro Vaticano
– tiene policía de frontera y policía interior de inmigración
– tienen la legislación más restrictiva del mundo en cuestiones de refugiados, emigración, nacionalización, residencia y domiciliación
– todos sus ciudadanos solo tienen una nacionalidad temporal y artificial
– no es un estado natural formado por familias
– la jefatura de Estado es una monarquía absoluta
Además Europa tiene unos límites intrínsecos.
La Europa continental, incluida Rusia, tiene unos 10.000.000 km2 y 750.000.000 hab.
La Unión Europea tiene 4.230.000 km2 y 450.000.000 hab.
África tiene 1.800.000.000 hab, y quieren emigrar el 10%, 180.000.000.
África tendrá en el 2050 unos 2.500.000.000, el 25% de la población mundial.
Las cifras indican que es imposible que Europa pueda recibir emigración solo africana, sin contar la asiática y la americana, sin ningún control de entrada y de expulsión.
Europa carece de los recursos hídricos, territorio, de infraestructuras (tren, carretera, transporte), viviendas, hospitales escuelas, comida… Para tal nivel de emigración.
Además Europa tiene derecho a su propia cultura, valores, principios, educación, cultura, sociedad…
Por eso causa tantísima irritación y enfado las posturas de Bergoglio:
– ¿Cómo es posible que no se dé cuenta de la lógica y de la racionalidad de una inmigración controlada?
– ¿Por qué da ideología inmigracionista, absurda, irreal, ilógica e irracional, propia de los progresistas?