Ya estamos a sábado, el Papa Francisco se encuentra en estos momentos en una audiencia a los voluntarios de la Cruz Roja italiana en el centenario de su fundación. Mucho rojo, casi cardenalicio, por el aula y la plaza. El Papa Francisco ya no camina ni los escasos metros que separan la puerta de la presidencia, nos evitan las penosas imágenes de los movimientos, ha leído la breve intervención con mucha dificultad y con episodios de tos, acto muy breve y con la bendición final con mucha dificultad. Ayer se reunió con aproximadamente 35 sacerdotes de la XI Prefectura de la diócesis de Roma y del Sector Norte en las salas de la Parroquia de Sant’Enrico en Casalmonastero. Por ahora, no tenemos noticias del contenido.
Seguimos con la ‘purpura manchada’ del cardenal Becciu. Ayer se ‘filtró’ una carta ‘confidencial’ que envió el día de Jueves Santo a los cardenales italianos. Becciu quedó privado de prerrogativas cardenalicias, incluida la votación en un posible cónclave. Pero un rayo de rehabilitación pareció resurgir el siguiente Jueves Santo, el 1 de abril de 2021 cuando el Papa Francisco celebró la misa en Coena Domini en la casa del cardenal Becciu. El Jueves Santo de este año, Becciu condenado y nunca reinstalado como cardenal, decide no asistir a la Misa Crismal en la basílica . Y lo hace con una carta abierta al decano del sagrado colegio y a sus compañeros cardenales, precisando el motivo de su ausencia y reiterando su inocencia. «En el encuentro que tuve con el Santo Padre hace unos días, al despedirse, me preguntó si tenía intención de estar presente en la misa. Le dije que no tenía el valor de participar. Es con sufrimiento que lo haré porque no quisiera oscurecer el esplendor de tu púrpura con el mío, manchado por una condena pesada e injusta. Y aunque injusta, la etiqueta de condenado, si bien no afecta a la serenidad de quienes se sienten totalmente inocentes, no me hace sentir a gusto en sus celebraciones».
«Hubiera querido consuelo de uno de los Hermanos que dijera en voz alta una simple palabra: ¡basta! Lamentablemente no existió. ¡Sin embargo, siempre he confiado en tu oración silenciosa! El cardenal se afirma «ser atacado de manera grosera y violenta por acusaciones malvadas e infundadas y llenos de odio y prejuicios», revelando también que «autorizados expertos en derecho canónico y eclesiástico han detectado una serie de violaciones graves, incluidas las procesales». Mucho nos tememos, que conociendo los usos y costumbres del estado pontificio, Becciu debe esperar al Valle de Josafat.
Seguimos con un comentario a la reciente catequesis del Papa sobre la justicia hace dudar de que quienes le preparan los textos tengan un sentido del humor muy desarrollado y disfruten poniendo en dificultades al Papa Francisco haciéndole pronunciar discursos en los que salen a la luz muchos aspectos ambiguos y cuestionables de su pontificado. «¿De qué otra manera interpretar las referencias al “precepto del Evangelio, según el cual el hablar cristiano debe ser sí, sí, no, no; todo lo demás viene del Maligno” (Mt 5,37). Las verdades a medias, los discursos sutiles que quieren engañar a los demás, las reticencias que ocultan las verdaderas intenciones no son actitudes acordes con la justicia»? Viniendo de alguien que ha hecho de la ambigüedad e incluso de las notas a pie de página de las exhortaciones apostólicas una herramienta para decir y no decir, afirmar y contradecir, da una sonrisa».
«¿Y qué decir de la afirmación de que «el hombre justo tiene veneración por las leyes y las respeta, sabiendo que constituyen una barrera que protege a los indefensos de la arrogancia de los poderosos»? Viniendo de alguien que permitió que se iniciara un proceso contra un cardenal modificando las reglas procesales a favor de la acusación durante el caso, desafiando cualquier principio legal sobre un juicio justo, hace sonreír. Sin considerar la anomalía de un Papa que, legibus solutus , al violar las reglas impuestas a los cardenales sobre el secreto de lo que sucede dentro del cónclave, ha limitado de hecho la libertad de los cardenales de expresar tranquilamente, en el próximo cónclave, sus propias opiniones que pueden ser llevadas a las calles en el futuro por el Papa recién elegido, el próximo sucesor.
«Por último, pero no menos importante , la referencia al hombre que «se cuida de no emitir juicios precipitados hacia los demás y defiende la fama y el buen nombre de los demás». ¿Debe defenderse la fama y el buen nombre de los demás para todos, excepto para monseñor Gänswein, acusado públicamente de falta de nobleza y humanidad? Evidentemente la justicia dicta que todos los hombres son iguales, pero los papas son más iguales que los demás: unicuique suum». Nos dice el Papa Francisco: «El lawfare comienza a través de los medios de comunicación, que denigran al objetivo e insinúan sospechas de un delito. Se crean enormes investigaciones y el volumen de estas investigaciones es suficiente para condenar, incluso si no se descubre el delito». Pues será…
Un periódico cercano a monseñor Gaenswein comenta sobre el reciente libro-entrevista de Bergoglio: «En su estado actual, el ex secretario de Benedicto XVI no puede responder». El Papa Francisco quiso «castigar por segunda vez» a monseñor Georg Gaenswein , con el reciente libro-entrevista El sucesor , para «subrayar la continuidad entre él y su predecesor Benedicto». Si hubo o no armonía entre los dos Papas «lo decidirán los historiadores». Si bien monseñor Gaenswein no ha comentado públicamente el libro recién publicado, el Tagespost subraya que las críticas dirigidas por Francisco a Don Georg giran en torno a dos libros: el sobre el celibato sacerdotal escrito por el cardenal Robert Sarah y firmado como co-autor del Papa emérito, por cuyo incidente Francisco pidió al secretario de Ratzinger que se tomara una «licencia voluntaria»; y las memorias «Niente Altro che la Verida», publicadas coincidiendo con el funeral de Benedicto, una elección que, Bergoglio, define como una «falta de nobleza y de humanidad».
Algunos lectores nos piden la entrevista completa de Müller a Tucker Carlson, la encuentran en Lifesitenews . Es una entrevista publicada el Sábado Santo sobre el estado actual del mundo occidental. “Sin el cristianismo, Occidente no es nada; es sólo un territorio, pero sin cultura, sin espíritu, sin identidad». “Por eso es muy importante mirar las raíces de nuestra cultura, la filosofía griega, el derecho romano… junto con el Antiguo y Nuevo Testamento, cristiano y judío, una gran tradición. A pesar de las diferencias que tenemos, la base de la cultura occidental es la misma”. No sólo hay “guerras militares” sino también “guerras contra la vida humana, contra los niños no nacidos, contra los ancianos”. «Es absolutamente contrario a nuestra creencia cristiana». «Todos tienen una dignidad profunda que nunca pueden perder».
Hay que evitar una tercera guerra mundial porque «si tenemos una tercera guerra mundial, se llamará ‘la última guerra mundial'». «Este será el fin de nuestra comunidad humana en este planeta, porque el poder de las armas hoy es tan brutal que puede acabar con nuestra existencia humana». «Estamos amenazados por poderes antihumanos, donde el partido o la ideología son más importantes que la riqueza y el bien de nuestro pueblo». Un Papa, como “autoridad moral en todo el mundo”, no debería dar a las élites políticas del mundo “la impresión de que pueden usar y abusar de la autoridad papal para sus ideas, el llamado Nuevo Orden Mundial y la Agenda 2030”. «Debemos mantener una cierta distancia de la dirección política y debemos dar una gran lucha contra las ideologías equivocadas, que están detrás de la ideología del poder». Las llamadas élites autoproclamadas no tienen las herramientas intelectuales y morales para remodelar el mundo. Sólo les interesa ganar dinero y si estas personas están en los primeros puestos de la lista de Forbes, eso no significa que tengan ninguna calificación especial para gobernar el mundo”.
Y terminamos con una entrevista al ex director del Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian. Sobre la costumbre del Papa Francisco de «improvisar», de ser entrevistado, pero también de hacerse hablar mucho de sí mismo por las cosas del mundo y un poco menos de alta teología. Las entrevistas son peligrosas porque existe «el riesgo de decir las mismas cosas o quizás contradecirse». Los entrevistadores parecen tener miedo de señalar los errores que comete «por temor a irritarlo» y sobre todo las sobre el Papa Ratzinger , de cuyo fantasma Francisco aún no parece haberse liberado. El actual pontífice está «psicológicamente abrumado» por la «estatura» de su predecesor, una «figura intelectual» con la que tiene que tratar y con la que quizás no se siente a la altura. Y si él lo dice…
«Les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado».
Buena lectura.
El secretario SÍ puede responder.
Tan simple como ponerse el mundo por montera.
Minutella lo ha hecho,tiene dos excomuniones.¿Y?.
Más de una vez vemos que la fidelidad al Señor conlleva un «permanecer fuera».»En la Casa de mi Padre-[que es la Suya],hay muchas estancias».Y en la casa del centurión, Cristo no Entró(¡qué maleducados eran ya los ronmanos!);pero el Señor Obró el Milagro desde fuera…
Naturalmente,la fidelidad en última instancia es una cuestión de huevos.