Pasados los ‘Santos’ y los ‘difuntos’ entramos en los últimos meses de 2021. Los hechos nos indican que aprovechando la epidemia se esta apretando el acelerador para imponernos todo tipo de locuras como ‘única’ solución’ la agenda 2030 a toda velocidad. La inmensa mayoría de habitantes de nuestro pequeño planeta, a pesar de las cascadas de dinero empleado en su divulgación, no han oído hablar ni saben en qué consiste lo del 2030. Los carteles con los 17 ‘objetivos del desarrollo sostenible’, OSD para los amigos, llenan nuestros edificios públicos y se van introduciendo en los ámbitos oficiales de la Iglesia Católica, enseñanza, catequesis, sínodos y sinoditos.
La Agenda 2030 plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter ‘integrado e indivisible’ que abarcan las esferas económica, social y ambiental. El enunciado no hace daño a nadie y esta estudiado para crear adesiones: Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos y todas en todas las edades. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
Pedimos perdón por el bombardeo de buenismo, ahorramos las 169 metas, pero conviene no olvidar dónde estamos y a que no enfrentamos. Este es el camino, el nuevo credo, el nuevo dogma universal que hay que abrazar en su totalidad y sin discusión posible. Lo tendremos hasta en la sopa durante los próximos años y es posible, Dios no lo permita, que nos moriremos en medio de esta locura. Esto sería para nosotros un tema absolutamente marginal si no fuera porque el Papa Francisco y la actual administración del Vaticano se han entregado con todas sus fuerzas a defenderlo, y el sínodo de los sínodos, absolutamente absurdo, tiene como objetivo meternos, queramos o no, por este camino. El mal se destruye a sí mismo y el peor enemigo de los 2030 es la propia realidad que va desmontando sus falsedades.
No hay paz para la Soberana Orden Militar Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, Chipre, Rodas y Malta. La Lugartenencia se alarga por imposición del Papa Francisco queriendo controlar una reforma aún inconclusa. Una de las características de la cortedad de los dirigentes actuales, no solo de la soberana, es que se creen los más listos y tratan a todos los demás de pobres incapaces de entender sus genialidades. Se ha enviado una carta en forma de preguntas y respuestas, para explicar las consecuencias de la intervención pontificia y los próximos pasos a seguir a todos sus miembros, adivinando las probables dudas de los destinatarios y tratando de resolverlas. Entre otras cosas se insiste en que la orden sigue siendo soberana a pesar de que evidentemente ya no lo es.
No despierta interés alguno el sínodo de la sinodalidad. Pase lo que pase, el documento final ya se está redactando, lo de votar es solo en en casos extremos, «como último recurso y no deseado». Esta forma de proceder no es una novedad, es la práctica típica del partido leninista. Recomendamos la lectura del artículo de Sandro Magister ¿Francisco legislador supremo? No, sepulturero del Derecho , traducido por nuestra Infovaticana.
La crisis de vocaciones es mucho más grave y profunda de lo que nos cuentan. Los datos estadísticos se arreglan y hay muchas variables que los intentan asear, con importación de sacerdotes y seminaristas, sobre todo africanos y asiáticos. Parece que las alarmas están saltando y no es posible ocultar más la catástrofe. Hay 1.804 seminaristas diocesanos en Italia y confirman la tendencia a la baja en las vocaciones que se ha registrado en los últimos cincuenta años. En los diez años últimos, de 2009 a 2019, la disminución de seminaristas diocesanos en Italia es del 28%. La todopoderosa CEI, la conferencia episcopal italiana alerta: «Si faltan vocaciones no es un problema sociológico, o no solo». Se ofrecen datos interesantes, algunos muy llamativos en un país en el que la presencia de la iglesia en la enseñanza es todavía muy importante, la abrumadora mayoría de los seminaristas proviene de un centro de enseñanza estatal, el 87,4%.
El Papa Francisco en el cementerio francés de Roma en Monte Mario, en 2017 visitó el estadounidense en Neptuno y en 2014 el de Redipuglia, con motivo del centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial. No ha sido elegido al azar de los 1.888 soldados franceses enterrados aquí, la mayoría de ellos, 1.142, son musulmanes principalmente de Marruecos, un cementerio con pocas cruces y muchas medias lunas. La homilía improvisada: «Esta gente -buena gente- murió en la guerra, murió porque fue llamada a defender su patria, a defender valores, a defender ideales y, muchas otras veces, a defender situaciones políticas tristes y lamentables». (…) ¿luchamos lo suficiente para que no haya guerras? ¿Por qué las economías de los países no están fortalecidas por la industria de armas?»
Traemos un tema que ha causado sorpresa en la diócesis de Roma y es la decisión del Papa Francisco de trasladar al ‘arzobispo vicegerente de Roma’, monseñor Gianpiero Palmieri, de 55 años, a Ascoli Piceno, considerada una sensacional degradación para uno de los obispos más queridos y estimados de la Diócesis de Roma y aparente francisquista. En el Vaticano están resignados a los repentinos cambios de humor del Papa Francisco que nadie es capaz de prever. Palmieri fue nombrado por el Papa vicegerente de la diócesis de Roma hace tan solo trece meses. Sus declaraciones son sorprendentes: «Dios me desnudó (…) Hay situaciones en las que Dios nos viste y otros en las que nos desnuda. Ahora me está despojando de la Iglesia de Roma”.
Seguimos con artículos sobre el contenido de la conversación privada de Biden y el papa Francisco. Lo que va quedando claro es que es posible que ni los interesados recuerden de que hablaron, mucho menos de entrar en precisiones. Otro tema que nos tememos que quedará sumido en la confusión. Interesante el artículo de en Vatican Reporting: «Comunicación vaticana, porque el problema de Biden no es pastoral, sino político».
«Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.»
Buena lectura
Sobre la diabólica agenda 2030.
El lobby que busca imponer como dogma la teoría del «cambio climático producido por el hombre» entra en pánico cuando ve que está a punto de caérseles el teatrito:
https://www.dailymail.co.uk/news/article-2425775/Climate-scientists-told-cover-fact-Earths-temperature-risen-15-years.html
¿Como era? Algo así «Buscad el reino de Dios y todo lo demás se os dará por añadidura. ¿Ya no es válido?
Muy acertado lo del 2030. Desde que te descubrí es lo primero que leo de Infovaticana tu sección, Abrazo en Cristo!