Nos enfrentamos a un mes de agosto atipico en el Vaticano, con viajes apostólicos y una gran actividad en este tiempo en que la ciudad eterna entra en el letargo de ferragosto. Aqui seguiremos intentado informar de lo que vamos viendo son dejar de orientar nuestro observatorio a los temas que se ve que van preparando un otoño caliente. Hoy es domingo, el ultimo de julio y no cesa la intensidad en los medios.
La posibilidad de un cònclave cercano hace que determinados personajes adquieran notoriedad, aunque ya se sabe que quien entra papa sale cardenal, pero no siempre. Uno de los cardenales màs en el candelero en estos momentos es Zuppi y hoy encontramos un articulo que analiza su firma: «Las altísimas letras iniciales de la firma del cardenal Zuppi indican el sentimiento de paz que lo mueve, especialmente en su misión más reciente en la guerra de Ucrania». «De la firma del cardenal Matteo Maria Zuppi, con esas letras iniciales altísimas y grandes, surgen características personales que le llevan a vivir todo con un sentimiento de paz, es decir, según una peculiaridad temperamental que le es propia. De hecho, incluso en la misión que le ha propuesto el Papa Francisco, está haciendo todo lo posible para encontrar la mejor manera de evitar más catástrofes». «Todo esto está en la firma del Cardenal Zuppi: capacidad de socialización, tenacidad y determinación, un ego fuerte, sustentado en ideales y la atención para no fallar nunca en su elección sacerdotal».
La pregunta de hoy mucho se hace es: ¿Cómo se puede ser fiel a la Iglesia y desobediente al Papa?. Hace muchos tiempo, en los lejanos setenta, Lefebvre argumentaba: “Se debe entender el significado de la obediencia y se debe hacer una distinción entre la obediencia ciega y la virtud de la obediencia. La obediencia indiscriminada es en realidad un pecado contra la virtud de la obediencia. Por lo tanto, desobedecemos para practicar la virtud de la obediencia, en lugar de someternos a mandatos ilegales contrarios a las enseñanzas morales católicas; basta consultar cualquier libro de teología católica para comprender que no estamos pecando contra la virtud de la obediencia”.
El debate sobre la «obediencia» es y será fundamental en el próximo período pre y post sínodo, la desobediencia ahora puede resultar incluso en la excomunión de facto. La desobediencia se considera solo una reacción neotradicionalista, que por lo tanto debe ser extinguida, solo el Papa Francisco, el verdadero ejecutor del Vaticano II en medio de una posglobalización fallida. La Iglesia en salida es “en salida de los paradigmas histórico-culturales hasta ayer considerados absolutos”, pero que resultan insostenibles dado el declive de la influencia de la Iglesia en la civilización y la cultura, dado el debilitamiento de las instituciones católicas, dado el hundimiento de las vocaciones, etc. .
Encontramos una intereste reflexiòn sobre el tema centrada en el libro : «Giussani y los Padres de la Iglesia»: Una iglesia patéticamente ansiosa por complacer solo logra volverse cada vez más irrelevante. «Uno de los aspectos del carisma de don Giussani que hoy es más precioso que nunca, en la situación de gravísima crisis en la que se encuentra la Iglesia, es el modo en que vive su relación con la tradición». «Progresismo» y «tradicionalismo», las dos banderas desafortunadas bajo las cuales demasiados cristianos se han alistado durante demasiado tiempo para librar una guerra autodestructiva, son categorías completamente ajenas a su mentalidad. El jovencísimo seminarista Luigi Giussani tomó la resolución de vivir un cristianismo “como el de los Padres”, un cristianismo siempre joven, siempre inicial. El libro, que tiene un prefacio del cardenal Scola, presenta catorce «casos» de textos de los Padres de la Iglesia.
Otro libro publicado hace una década es noticia: «Il cofre de los papas. Historia, rostros y misterios del IOR. Luces y sombras del banco vaticano desde sus inicios hasta Marcinkus». Interesante su capítulo undécimo, con los papeles del Fondo Casaroli, que reconstruye las vicisitudes humanas, económicas, eclesiales y jurídicas que llevaron al Papa Juan Pablo II, a Casaroli, a Martínez Somalo y Marcinkus a una reunión secreta de Castelgandolfo en agosto de 1983, en que el pontífice suscribió el llamado acuerdo de Ginebra, la indemnización de 250 millones de dólares a los bancos acreedores del Ambrosiano, reconociendo en parte la responsabilidad del Instituto. «El exgobernador del Banco de Italia Guido Carli, ofreció a Silvestrini asesoría y sugerencias sobre cómo reformar el IOR. Tras el acuerdo de Ginebra, como recogen los balances publicados en el libro en su momento, fue la Madre Teresa de Calcuta, como clienta del Instituto, quien salvó con su liquidez las arcas del IOR y del Vaticano».
El Papa Francisco irá a Francia, a Marsella, del 22 al 23 de septiembre para la celebración de los ‘Rencontres Mediterraneennes’. Encuentro del Papa Francisco con el presidente Macron previsto el sábado 23 de septiembre y termina con la Santa Misa en el estadio de la ciudad.
Caso Orlandi sigue muy presente: ¿realmente necesitamos una comisión de investigación en el Parlamento? Hoy tenemos artículos resumen sobre el caso que llenan las páginas en tiempo de verano sin especiales novedades.
«El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo…»
Buena lectura.
Giussani e i Padri della Chiesa
Papa Francesco a Marsiglia a settembre, omaggio a marinai e migranti.
Luci e ombre dello Ior, la banca vaticana. Dagli inizi a Marcinkus
Ora tutto è molto più chiaro.
Una Chiesa pateticamente smaniosa di piacere riesce solo a risultare sempre più irrilevante. “Giussani e i Padri della Chiesa”: un libro che può servire.
Le lettere svettanti di Zuppi: chi è il cardinale tra pacifismo e rischi della Chiesa
Obbedire all’insegnamento della Chiesa, disobbedire al papa? Mons. Ics.
La firma del Card. Zuppi…por favor…seamos adultos…Los Padres de la Iglesia fueron usados como excusa, en su momento, para saltearse la Escolástica y el tomismo, es decir, la precisión doctrinal.
E pobre Zuppi está perdiendo su tiempo en cuanto que su jefe de filas no tiene idea ni de política ni de diplomacia. Si no llegamos a encontrar a un papa del carácter de San León Magno o San Gregorio Magno, importa poco quién va a suceder a Bergoglio, a no ser que busquen a uno de grandes cualidades, y no sea de los cardenales desastrosos elegidos por Bergoglio. O sea, no sea cardenal.