La ‘fase 2’ en lo que queda del Vaticano, audiencias del Papa Francisco, el alma de la epidemia, vuelve el culto público. .

La ‘fase 2’ en lo que queda del Vaticano, audiencias del Papa Francisco, el alma de la epidemia, vuelve el culto público. .

Ya empezamos la llamada ‘fase 2’ en Italia, y por tanto en Vaticano, a partir del 4 de mayo. Hemos pasado un periodo en que todos estábamos preocupados exclusivamente por la salud, por evitar los contagios, por la situación de los hospitales y demás problemas que rodean el aspecto sanitario de esta epidemia. Este tiempo se está terminado y ahora nos viene la desagradable factura  de la que nadie quiere ser responsable y nadie quiere pagar. Tenemos la impresión de que se está procediendo con urgencia a intentar recomponer un tejido social destruido por la epidemia. Estamos convencidos de que no ha llegado el final y que posiblemente estamos en el empezose del acabose. Seguimos con una epidemia que sigue causando miles de muertos cada día en todo el mundo y que no está en absoluto controlada. Oficialmente nos hablan de tres millones de infectados en este momento y de algo más de doscientos mil muertos. Hay zonas del planeta en las que es muy complicado hacerse una idea de la magnitud de la epidemia y solo lo sabremos con el paso del tiempo al ver sus consecuencias. Lo que está claro es que entramos en otra fase y que no parece la final, ni mucho menos.

La iglesia está afectada en todos sus niveles por la epidemia. Sabremos cuántas bajas se han producido en las envejecidas comunidades religiosas y en las filas de los sacerdotes diocesanos. No pensamos que esto suponga un cambio sustancial, ya que el virus lo único que ha causado en un adelanto temporal en una situación que estaba llegando. La asistencia a los lugares de culto ya era minoritaria en muchos países y nuestros monasterios y catedrales estaban de hecho desacralizados. Curiosamente, y por gracia del virus, ahora necesitaremos locales amplios que permitan la separación adecuada entre personas y solo podrán abrir, mientras esto dure, las iglesias de mayores dimensiones. El problema es que la reapertura nos enfrentará a una situación inédita en la que tendremos que dar respuestas a las necesidades del momento que van a ser muchas. Venimos de un desprecio social y personal al hecho religioso y espiritual que debe cambiar.

En los veinte años posteriores a la revolución bolchevique, del 1918 al 1941 la Iglesia ortodoxa rusa estuvo a punto de desaparecer. El clero masacrado se redujo de 130 obispados a 28, de 50.960 sacerdotes diocesanos a 5.665, de 90.000 monjes a unos centenares repartidos en 37 monasterios, de 40.500 iglesias y 25.000 capillas a 4.255. Pero en 1941 ante el avance alemán, Stalin frenó la persecución. Desde entonces el gobierno comunista cambió su estrategia. En 1943 permitió la elección de un nuevo patriarca. Pocos recuerda que esta concesión del dictador lo fue a cambio de la bendición del patriarca al ejercito rojo antes de entrar en la guerra, nuestra imagen de hoy es este momento. Stalin sabía que nadie entra en lucha si no tiene un resorte espiritual que él no poseía y no podía dar a sus soldados, la imagen de la Santa Rusia seguía muy presente.  Los fieles eran tenidos como ciudadanos intelectualmente atrasados y la religión era proclamada como un obstáculo para el progreso técnico-económico. No estamos tan lejos y bien será que aprendamos de la historia. La reapertura necesitará de un alma si queremos sobrevivir. El esfuerzo y el sacrificio de la catástrofe pavorosa a la que nos enfrenamos necesita de una fuerza interior, necesita tener alma,  y está alma no se encuentra en las tonterías en las que habíamos entrado en el periodo anterior a la epidemia, de tanta pachamama y sínodos alemanes, que por ahora se han evaporado en la nada.

Ante los anuncios de reapertura, la iglesia italiana se queja de retraso previsto en la apertura de las iglesias. Estamos seguros de que viene motivado por la sequía económica que ha provocado el cierre de las iglesias. Se anuncia que se podrán celebrar funerales con 15 personas pero no se entiende el porqué de la negativa a otras celebraciones en iguales condiciones. Seguro que hay cesiones en estos días ante las presiones. Será importante lo que suceda en los vecinos del norte que empiezan a abrir a primeros de mayo.

Interesante artículo sobre la figura del Papa Francisco y sus puntos débiles, es una visión demasiado humana pero con matices de gran lucidez.

El Papa Francisco retoma algunas audiencias de curiales pero se resalta el nuevo encuentro con la alcaldesa de Roma.

En España la policía trata mucho mejor a los imanes que a los sacerdotes. Es el argumento de un artículo con videos que documentan actuaciones de la policía ante manifestaciones religiosas. Sabemos que son hechos puntuales pero cuanto antes pasen estos excesos de celo o dejaciones timoratas mejor para todos.

El Papa Francisco recomienda el rezo del rosario en familia durante el mes de mayo con una carta a los fieles y se lamenta de las familias que no tiene ni dinero ni trabajo.

Los sin techo romanos, unos nueve mil, siguen en estado de abandono por parte de todas las instituciones. Esperemos que la epidemia nos haga más sensibles con estas personas que no solo necesitan alimentos sino una mano amiga que les ayude a reinsertarse en una sociedad que les ha dado las espaldas.

«Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna…»

Buena lectura.

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