Ya estamos en el sínodo, tenemos las imágenes oficiales de las sesiones, los escenarios son al aula nueva del sínodo y el aula de audiencias Pablo VI que se encuentran en el mismo espacio. Mesas redondas, padres y madres sinodales reunidos por docenas y transmisión en directos de las oraciones iniciales, poco más. La noticia de hoy, escasa, es la publicación de la ‘exhortación ecológica’, es el nombre más común en los medios. El Papa Francisco se apunta al proselitismo de los calentólogos con una dedicación digna de mejor causa.
La Laudate Deum es una clara táctica de despiste para no hablar del sínodo y de los dubia. La exhortación está claramente inclinada hacia una visión político-ideológica globalista, con una ausencia casi total de trascendencia. El documento carece totalmente de valor científico, el firmante, el Papa Francisco no es ninguna autoridad sobre el tema y las citas de autoridades hacen saltar las carcajadas. No es un caso único en el pontificado más autoreferencial que hemos conocido. De las escasas citas del documento, son cuarenta y cuatro citas, veintisiete son autocitas (más del 61 por ciento). Una, menos del 2,3 por ciento, se refiere a otros papas, concretamente a san Pablo VI, y casi todas las restantes a organizaciones internacionales laicas. Esto no pasaría los criterios de un mal trabajo de bachiller, es el nivel. Los interesados en el tema del calentamiento puedes refrescar los vídeos de la conferencia «Cuidar el medio ambiente protegiendo al hombre «, celebrada en Milán el 25 de marzo.
Entramos en algunas afirmaciones, ¿dogmáticas?, ¿magisterio ordinario? , de la ‘encíclica ecológica’. «No hay duda de que el impacto del cambio climático dañará cada vez más la vida de muchas personas y familias. Sentiremos los efectos en términos de salud, trabajo, acceso a recursos, vivienda , migración forzada y otros ámbitos». La crisis climática «es una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos». «Por mucho que intentemos negarlos, ocultarlos, disimularlos o relativizarlos, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más evidentes. Nadie puede ignorar el hecho que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos , frecuentes periodos de calor anómalo, sequías y otros ‘lamentos de la Tierra’ que son sólo algunas expresiones tangibles de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos». «No podemos dejar de soñar que la Cop28 conducirá a una aceleración decisiva de la transición energética con compromisos efectivos que puedan ser monitoreados permanentemente. Esta Conferencia puede ser un punto de inflexión, demostrando que todo lo que se ha hecho desde 1992 fue serio y apropiado, de lo contrario será una gran decepción y pondrá en riesgo todo el bien logrado hasta ahora».
Pasamos el sínodo y en el New York Times: “La asamblea en el Vaticano pone sobre la mesa las cuestiones más delicadas de la Iglesia”, «El Papa Francisco ha permitido debates sobre temas que antes eran tabú y ha puesto en marcha cambios sutiles hacia cambios liberalizadores que han enfurecido a los conservadores por ir demasiado lejos y frustrado a los progresistas por no ir más lejos». «Los detractores desconfían de la naturaleza misma de la asamblea, conocida como sínodo, y la han criticado como un maratón burocrático o como un insidioso caballo de Troya para que los progresistas erosionen las tradiciones de la Iglesia bajo el manto de la colegialidad. Los partidarios ven una oportunidad de poner en práctica la visión ascendente del Papa de la Iglesia como una institución inclusiva que trastoca la jerarquía tradicional y obliga a los obispos a escuchar y trabajar más con su rebaño». «Los funcionarios que dirigen el sínodo han tratado de defenderlo de acusaciones de politización: “No tenemos una agenda”. “No hubo una reunión conspirativa con algunas personas para decidir cómo agregar algunos puntos progresistas de la iglesia. Esta es la terrible imaginación de algunas personas.»
Un elemento que parece dispuesto a darnos días memorables es el amigo Tucho. Ha abierto claramente una nueva fase del pontificado de Francisco, con una guerra abierta contra aquellos que se atreven a suscitan dudas o perplejidades sobre tal o cual declaración del Papa o, peor aún, sobre el rumbo tomado por el actual Pontificado. Fernández habla y habla, concede entrevistas a diestro y a siniestro sin ningún tipo de freno. Una vez que asumió el cargo dejó inmediatamente claro que no tenía intención de «hacer prisioneros» y calificó de «herejes y cismáticos» a aquellos obispos que pretenden «juzgar la doctrina del Papa». Inventa un carisma que nunca existió y del que sólo el Papa tiene «una actitud viva y activa» lo que le permite interpretar el depósito «estático» de la fe. En otras palabras, el Papa puede decidir lo que quiere y nadie puede oponerse, una especie de Marqués del Grillo.
Sus respuestas a los dubias, las que llevan su firma y las que llevan las del Papa Francisco, pretenden cerrar la hemorragia antes del sínodo, pero los cálculos probablemente estaban equivocados. El fuego no se termina y en vez de resolver dubias los incrementa con sus peregrinas explicaciones. Burke: «Debemos reflexionar – dijo sobre la gravedad de la situación eclesial cuando el Prefecto de la El Dicasterio para la Doctrina de la Fe acusa de herejía y cisma a quienes piden al Santo Padre que ejerza el oficio petrino para salvaguardar y promover el depositum fidei» .
Lo que se avecina es un choque abierto, después de años de desgaste y tácticas tortuosas para cambiar la Iglesia. Pero es bueno comprender que no se trata de un simple conflicto de poder entre grupos. Es cierto que la gran mayoría de los católicos o, mejor dicho, de quienes frecuentan las iglesias se muestran sustancialmente indiferentes a lo que sucede, pero está en juego la naturaleza misma de la Iglesia. Es un choque entre quienes piensan que es necesario crear una «nueva Iglesia» utilizando el vago concepto de sinodalidad para hacer «elástica» la Revelación divina y quienes, en cambio, defienden lo que la Iglesia siempre ha anunciado en estos dos mil años.
Hemos construido un mundo sobre la negación de los Mandamientos , que son las Leyes de la naturaleza , cuyo respeto permite una vida humana que «funcione». El desafío del hombre a estas Leyes, como de hecho el desafío a todas las leyes de la naturaleza (las de la física, la biología, etc.), no deja al hombre escapatoria. Porque ya casi nadie tiene un nivel de «conciencia» que le haga tomar conciencia moral de sus responsabilidades; por eso todo se descuida, se deja caer en ruinas; cuanto más poder tiene la gente, menos se preocupa por el bien común, sino sólo por enriquecerse y dominar a los demás».
Un Ex Joven Sacerdote, ex joven, no ex sacerdote, responde a la curiosidad de su amigo sobre la eliminación de la castidad de las condiciones necesarias para que los divorciados vueltos a casar puedan recibir la comunión. «Juan Pablo II había indicado la necesidad de vivir «como hermanos y hermanas» y Benedicto XVI había añadido «como amigos», la explosiva novedad de Francisco reside en la eliminación de la castidad de las condiciones necesarias para recibir la comunión». El Papa Francisco desea hacer saber que esta decisión cae plenamente dentro del «magisterio ordinario».
La Familiaris consortio 84 : «La Iglesia reitera su práctica, basada en la Sagrada Escritura , de no admitir a la comunión eucarística a personas divorciadas y casadas nuevamente. Son ellos los que no pueden ser admitidos, ya que su estado y su condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y realizada por la Eucaristía». En 1977, la Comisión Teológica Internacional había establecido que «la comunión de los vueltos a casar hace de la Iglesia un contratestimonio de Cristo» y que «el acceso de los divorciados vueltos a casar a la Eucaristía es incompatible con el misterio del que la Iglesia es servidor y testigo, haciéndoles creer que pueden comunicarse con aquel cuyo misterio conyugal rechazan en el plano de la realidad, lo cual es una contradicción objetiva y evidente con la vida y el pensamiento del Señor, esposa de la Iglesia». El Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 1650, en la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 14 de septiembre de 1994 y en la declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del 24 de junio de 2000.
El Papa Francisco pone todo patas arriba, contradice las Escrituras y acusa a Juan Pablo II y a la Iglesia anterior a él de haber mentido cada vez que hablaron del tema. No puedo dejar de pensar en el dolor que la decisión del Papa Francisco ha causado en aquellas personas que han decidido permanecer fieles a su matrimonio durante toda la vida para no violar las enseñanzas de la Iglesia, que siempre han considerado la enseñanza de Cristo. !Todos estaban equivocados! A esto tenemos que añadir a los sacerdotes, que se encuentran ante peticiones inaceptables, con un enorme drama de conciencia debido al conflicto entre lo que sabemos que es la verdad y el «permiso» del vaticano, que inevitablemente nos pondrá en contra de algunos de nuestros fieles.
Las consecuencias en cascada de esta decisión son devastadoras: el adulterio ya no parece ser un mal absoluto; cae el sexto mandamiento y la prohibición del acto sexual fuera del matrimonio; se inaugura un extraño concepto de “fidelidad”, aplicable a una pareja que vive en estado de adulterio; es posible obtener la remisión de los pecados en la Confesión para quienes continúan viviendo violando el sacramento del matrimonio.
En Ucrania no saben a donde mirar, tan pronto declaran al Papa Francisco enemigo de la paria como lo repescan para sus intereses. Ucrania se abre al Vaticano, con la esperanza de una paz que, según Zelensky, «Putin no quiere»: “He invitado al Papa Francisco a Kiev y estaré muy feliz si viene a Ucrania». «Rusia no está interesada en la paz» y el presidente ruso Vladimir Putin «hará volar por los aires cualquier negociación» porque», «no quiere que termine la guerra», sino «seguir adelante y ocupar Ucrania».
Interesante artículo sobre el «delirio de omnipotencia» satánica que opone al hombre a Dios, que no es otra cosa que el «pecado original» testarudamente reafirmado en las culturas ideológicas de nuestros años, se ha apoderado de las mentes humanas, a nivel de masas, y son pocos los que todavía son capaces de pensar con claridad. Nadie, por no decir muy pocos, es capaz de identificar la verdadera causa cuyo efecto inevitable es la situación de degradación de nuestras sociedades «emancipadas». La tarea de la Iglesia es ayudar a las personas a convertirse para que decidan ir a trabajar en la viña del Señor y no legitimar ninguna ideología y religión en sus errores, como si fuera equivalente a la enseñanza de Cristo.
Los innovadores nunca se conforman con seguir adelante en esta tarea de demoler el catolicismo para transformarlo y distorsionarlo. El objetivo es adaptarlo al pensamiento actual, a los principios dominantes: curiosamente, los mismos que persiguen este resultado son los primeros en criticar a la Iglesia porque en el pasado se doblegó demasiado ante los poderosos del momento o estuvo demasiado confabulada con poder. Para un católico 3.0, dialogar significa siempre desechar algún principio y beneficiar al interlocutor, sin hacerle cambiar de opinión ni un ápice. Además, proponer a Jesucristo sería proselitismo impropio, fanatismo y falta de respeto a las diferencias. Para la Iglesia 3.0, Jesús se está convirtiendo en un problema más que en una referencia: pensemos en lo que dijo sobre el tema del divorcio, los pecados de naturaleza sexual, la familia, el reconocimiento de los roles familiares, etc. Hoy los cristianos afirman ser mejores y más cristianos que Jesús. Al fin y al cabo, era un judío piadoso, dominado por la mentalidad de la época, con una visión ciertamente no a la altura de la nuestra…
No nos dejan los artículos sobre el futuro cónclave y las tácticas jesuítico – peronistas del Papa Francisco. El Papa Bergoglio es jesuita, anómalo tal vez, impetuoso, y sui generis, pero siempre miembro de la Compañía de Jesús que nunca ha sido superada por nadie en términos de conspiraciones, negociaciones secretas y obstáculos. Por eso no es de extrañar que de los 137 cardenales electores que participarán en el próximo cónclave , 99 hayan sido creados por el Papa Francisco , 29 por Benedicto XVI y 9 por Juan Pablo II. El Papa Francisco quiere un sucesor que esté lo más cerca posible de su línea teológica y pastoral y no porque el Papa actual sea un «progresista», como algunos interpretan erróneamente, sino porque Bergoglio es un peronista y, por lo tanto, un populista de derecha con un fuerte acento de izquierda. De ahí el asombro con el que a menudo son recibidos sus proverbiales oscilaciones pastorales: un día está a favor de los homosexuales y al siguiente en contra, un día está a favor del matrimonio de los sacerdotes y al siguiente cambia de opinión, etc. Una continua ambigüedad del peronismo a la que se suma el ser jesuita. La combinación de estos dos hechos lo convierte en un personaje difícil de predecir.
«Está cerca de vosotros el reino de Dios.»
Buena lectura.
Unas opiniones. Bergoglio parece estar caracterizado por su comportamiento errático y su falta de consistencia en sus posturas políticas y pastorales
Las recientes absurdas respuestas a las dubias y la escapista encíclica ecologista pro agenda 2030, indican que Bergoglio está bajo la fortísima presión psicológica de un cisma de iure causado por el camino sinodal alemán, y de otro por el tradicionalismo, además de otras circunstancias.
Su condición de político peronista, de religioso jesuita, deben combinarse por sus aparentes rasgos psicológicos de una probable psicopatía (informe a la Congregación de Obispos del Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Peter Hans Kolvenbach).
Tal rasgo hace que realice lo que se le ocurre sin medir o mirando deficientemente todas las consecuencias sobre las personas e Iglesia (intenta gobernar por el ordeno, mando y castigo, como se ve en sus responsa), sus desmedidas ansias de poder, y un ambiente de apostasía imparable y creciente que agrava patológicamente todos sus rasgos anteriores: el cisma alemán y la resistencia tradicionalista, que lo pueden convertir en el primer Papa que tenga un pluricisma inminente irreversible.
Sus cambios de opinión frecuentes y aparentemente contradictorios han generado sorpresa y confusión entre los fieles sacerdotes y obispos como lo demuestra la última reunión de curas en Roma.
…
A continuación, se puede realizar un análisis de estas actitudes:
1. Falta de coherencia: muestra una falta de coherencia en sus posturas al alternar entre posiciones opuestas en temas clave. Esto puede generar desconfianza y escepticismo entre los fieles y dificultar la construcción de relaciones de trabajo efectivas entre todos.
2. Oportunismo político: Su disposición a cambiar de opinión según la conveniencia del momento sugiere que puede estar más interesado en obtener ventajas políticas a corto plazo que en mantener una visión política consistente a largo plazo. Esto puede socavar su credibilidad y su capacidad para liderar.
3. Falta de principios claros: La ambigüedad en sus posiciones indica una carencia de principios sólidos o una falta de claridad en lo que realmente valora. Los papas suelen ganar apoyo y confianza cuando tienen principios claros y una visión coherente.
4. Dificultad de predecir sus acciones: La imprevisibilidad en su comportamiento hace que sea difícil para los fieles anticipar sus acciones y saber en qué posición se encontrará en un momento dado. Esto puede dificultar la planificación y la toma de decisiones.
5. Confusión en la base de seguidores: Los cambios constantes de posición pueden confundir a su base de seguidores y hacer que pierdan interés en apoyarlo. Una base de seguidores leal generalmente busca papas ungidos, coherentes y predecibles en su defensa de la fe católica.
…
Una base de psicopatía causa problemas:
1. Manipulación y falta de empatía, toma decisiones y acciones que benefician al individuo a expensas del interés general
2. Comportamiento éticamente cuestionable: viola normas éticas y legales con el fin de alcanzar sus objetivos (caso Becciu)
3. Creación de un ambiente de trabajo tóxico, con órdenes contradictorias y enfrentamiento entre los colaboradores (tiene su propio círculo de hierro personal)
4. Daño a la reputación: llevan a escándalos públicos
5. Falta de consideración por las consecuencias de los propios actos. Esto puede hacer que parezca valiente o audaz en el sentido de que está dispuestos a asumir riesgos extremos, pero sin preocuparse por las repercusiones, como demuestra Traditionis custodes y las ultimas aberrantes responsa.
6. Ambición desmedida de poder y dominación, egolatría, narcisismo y desea de protagonismo, que la condición de papa lo empeora exacerbadamente, dado que tiene el privilegio de inmunidad (el Papa no puede ser juzgado), y es un doble jefe de Estado de la Iglesia, por lo que está fuera de todo mecanismo de control, autorización, contrapeso, equilibrio, consulta, transparencia, dación de cuentas, investigación y enjuiciamiento.
…
Lo peor es que el tiempo no sana sino empeora la conducta, más si está en un ambiente preapostático y precismático muy importante.
Se agravarán sus rasgos, como la carencia de empatía, uso de la imposición, superficialidad emocional, sin remordimientos, impulsivo, manipulador y ególatra (las notas a sus documentos son masivamente autorreferenciales y manipula otras referencias), dominación autocracia y alianza con los poderosos.
…
Lo pésimo es que entramos en un ciclo repetitivo más extenso e intenso de conductas anormales, agravadas por el imposible cumplimiento de sus responsa y la radicalidad apremiante del camino sinodal alemán.
…
Cuando deba tomar una decisión de un líder psicopático en una situación unívoca (requiere una respuesta urgente, importante, firme) puede estar influenciada por sus intereses personales (sobrevivir), su percepción de poder (ir con quien tiene poder), su capacidad para manipular la situación (ambigüedad) y su falta de empatía hacia los demás (la salvación de las almas).
Parece confirmarse el carácter dominador del pontífice con esta reciente noticia:
Estupor entre los periodistas por la crítica del Papa a su labor en otros sínodos
Doble acción pontificia: el secreto sinodal estricto y la crítica a la acción informativa periodística en anteriores sínodos (Familias y comunión a divorciados, Amazonía y curas viri probati)
infocatolica.com/?t=noticia&cod=47643
«Por la boca muere el pez»,
se dice mucho en España.
Y ese argentino nos daña
soltando tanta memez.
Tan pronto hace unas cantatas
a las bondades del beso
(¿sabrá él, por tanto,de eso?),
que a un perfecto papa-natas…
Y en ese decir tontunas
-con tal ardor compulsivo,
cada vez más agresivo-,
no logra atinar ni una…
«Por la boca muere el pez «;
y éste es tan grande tarugo,
que más que trucho es besugo.
¿Prefecto el tío?…¡De qué!