La barca de la Iglesia está embestida de vientos contrarios. Es la afirmación del Papa Francisco en una audiencia a un grupo de sacerdotes. No tenemos dudas de que estamos viviendo tiempos de embestidas. Los ataque externos siempre han fortalecido a la Iglesia y siempre ha existido a los largo de su historia. A los que estamos asistiendo es a un proceso de corrupción en su seno de grandes dimensiones en donde los corruptos nos intentan convencer de que son capaces de acabar con la corrupción. No creemos que sea un problema de vientos contrarios sino de destrozos en la propia barca. Las vías de agua que se están abriendo en la barca de Pedro la están desviando y paralizando en su recto camino. Este problema no creemos que sea privativo de estos tiempos pero hoy es visible de una modo evidente.
En una situación de guerra pueden influir y no poco las circunstancias pero es fundamental contar con un ejercito adecuado que permita afrontar los ataques y ser elemento defensivo ante las incursiones enemigas. Las debilidades de hoy son muy claras. Hemos perdido la capacidad de ataque antes los grandes retos del dramático momento histórico que nos toca vivir y los que nos quieren atacar encuentran puntos de debilidad más que sobrados para salir victoriosos en sus intentos.
La solución no puede ser el lamento, no puede ser solo la oración imprescindible y necesaria. Dios cuenta con nosotros y somos los instrumentos en sus manos para llevar el mensaje evangélico a nuestro mundo. Las distintas vocaciones en la iglesia nos muestran la necesidad de todas las armas. La oración intensa de las comunidades contemplativas y la actividad en los campos de la predicación y la caridad. Todo es necesario y todo hace fortalecer los músculos de una escuadra que tiene que estar dispuesta a llegar al límite, el martirio, en su misión.
El Papa Francisco reconoce que está situación está provocada por las debilidades es sus miembros. Aquí entra de lleno la convicción de que lo único que puede hacer fuerte la Iglesia es la santidad. La de su fundador y cabeza Jesucristo la tenemos y está exige la santidad de sus miembros. Cualquier otro camino fundado en estrategias propias de instituciones humanas termina mal.
Las noticias continúan con la perdida de credibilidad del cardenal O’Connor. Las tensiones en Colonia por la inauguración de una de las mezquitas más grandes de Europa financiada por Erdogan. El inicio del sínodo de los jóvenes que parece más interesado en querer adaptar la Iglesia a lo que hoy se llama modas del momento que en profundizar en los retos que tenemos ante nuestro horizonte. El banco Vaticano ed nuevo en el centro de la polémica por la desaparición de una inversión extraña. la utilización de los mundos financieros vaticanos para extorsiones y engaños es continúa. McCarrick vive en un convento de Capuchinos. Los obispos chinos que ya pueden participar en el próximo sínodo con todas la bendiciones vaticanas y de aparato comunista. La iglesia Australiana y sus crisis en torno a los abusos continúan siendo noticia.
«El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.»
Buena lectura.
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Si fa presto a dire convertitevi
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Si la Iglesia es él (el Papa), y él es como es, difícil lo vamos a tener. No se puede ser la causa y el remedio, y si él no lo sabe, malo, y si lo sabe, mucho peor. Santidad, revise primero su proceder y luego aplique el remedio, una vez que haya hecho limpieza en su entorno.
Estaba leyendo el comentario sobre el Evangelio, donde estàn los apòstoles pescando, con Pedro al mando, y no lograban pescar nada, hasta que San Pedro siguiò las indicaciones de Nuestro Señor Jesucristo, y sacaron tantos peces, que no podìan con las redes, y las redes no se rompian,. Ahora, es igual, yo mando en mi, porque yo soy lo màximo. Y ahì està, la barca hace agua, y las redes ya ni se usan, y no solo la Iglesia, el mundo entero
Antes que nada hay que recuperar la autoridad moral, porque sin ella no hay nada que hacer.
Es espectacular lo que se consigue cuando se tiene… Por lo tanto, con la ayuda de Dios, hay que
recuperarla lo antes posible…