El Papa Francisco ya está en Hungría, en su entorno más cercano se contiene la respiración. Los dos enfermeros y sus equipos, se han convertido en una sombra inseparable. Ya todos dan por hecho que el Papa Francisco ha decidido morir, literalmente, con las botas puestas, todos son muy conscientes de la situación. La agenda no se alterará salvo impedimentos de fuerza mayor, que como ya hemos vivido, pueden surgir en cualquier momento, todo se ajusta a las muchas limitaciones de movilidad y de aguante.
Nos enfrentamos a las noticias del día sin ideas preconcebidas con la certeza de que la realidad nos puede sorprender. El Papa Francisco nos da tema inagotable cada día, y los titulares de hoy se centran en una frase pronunciada en el vuelo hacia Hungría refiriéndose al intento de mezclar a Juan Pablo II con el caso Orlandi: «Una cretinata che hanno fatto». Lo citamos en italiano porque es una expresión vulgar de complicada traducción. Es lo que tienen los idiomas cuando se pretende traducir literalmente, algo bastante complicado. Muchos medios de lengua española vemos que lo traducen como ‘tontería’, lo traducen mal. La traducción más adecuada, entenderán nuestros lectores la sorpresa al escuchar esa expresión de los labios pontificios, es la de ‘chorrada’. Vamos, una ‘gilipollez’, pero malsonante, una estupidez en vulgar, una ‘solemne tontería’ en grosero. Llevamos un tiempo en el que el Papa Francisco está utilizando un lenguaje «desenfrenado», que se puede justificar por los efectos secundarios de la fuerte medicación que conllevan los tratamientos que lo aquejan.
El Papa Francisco, sin poder ocultar su irritación, mientras saludaba a los periodistas en el vuelo, ha entrado al agradecimiento de un corresponsal polaco por su intervención en el Ángelus a favor de Juan Pablo II. En el Ángelus, el Papa Francisco fue claro: “Interpretando ciertamente el sentir de los fieles de todo el mundo, dirijo un pensamiento agradecido a la memoria de San Juan Pablo II, en estos días objeto de inferencias ofensivas e infundadas». Dziwisz ha sido el primero en romper el silencio y esperaba la intervención de la justicia italiana, no del Vaticano, respecto a las «declaraciones criminales» de Orlandi: «Espero que Italia, cuna universal del derecho, podrá con su ordenamiento jurídico tutelar el derecho a la buena reputación de los que ya no existen». La ley italiana prevé un castigo para cualquiera que en territorio italiano ofenda el honor o el prestigio del jefe de un estado extranjero. La investigación vaticana corre el riesgo de ser echada a pique, en Italia la investigación ya está cerrada a falta de nuevos elementos. El entonces fiscal jefe de Roma, Giuseppe Pignatone, ahora titular de la corte vaticana, había explicado que «la destitución se decidió por mayoría, al tiempo de expirar los plazos de las investigaciones, entre los colegas a cargo del proceso».
Hungría fue visitado dos veces por Juan Pablo II, en 1991 y en 1996. El Papa Francisco es recibido por el Viceprimer Ministro de la República de Hungría, Zsolt Semjen, y se reunió con el Presidente de la República, Katalin. Novak y el primer ministro Viktor Orban. «Vengo como peregrino y amigo a Hungría, un país rico en historia y cultura; desde Budapest, ciudad de puentes y santos, pienso en toda Europa y rezo para que, unida y solidaria, sea también en nuestro día casa de paz y profecía de acogida». El Papa Francisco también ha hablado del «camino nefasto de las colonizaciones ideológicas, que eliminan las diferencias, como en el caso de la llamada cultura de género, que precisamente elimina las diferencias o antepone conceptos reduccionistas de libertad a la realidad de la vida, por ejemplo al jactarse como conquista de un derecho sin sentido al aborto, que es siempre una trágica derrota». El presidente húngaro al Papa:»¡Padre Santo! ¡Los húngaros y millones de personas en todo el mundo te ven como un hombre de paz! Esperan que puedas hablar. Hable con Kiev y Moscú, con Washington, Bruselas, Budapest y con todos aquellos sin los cuales no puede haber paz. Aquí, en Budapest, le pedimos que tenga la amabilidad de interceder personalmente por una paz justa lo antes posible”
Seguimos con estupideces que no lo son tanto. En la locura colectiva en la que vivimos sumidos se nos puede olvidar que detrás hay un trasfondo que intente justificar las cosas. Una pensadora contemporánea de extrema izquierda es Sophie Lewis, que actualmente trabaja en el «Centro de Investigación en Estudios Feministas, Queer y Transgénero», en la Universidad de Pensilvania, Filadelfia. Lewis odia la unidad familiar tradicional, su gran idea es el «comunismo gestacional» o la abolición de las «formas diádicas de formar familias». «Los lazos de amor tradicionales entre un niño y sus padres solo enseñan a los niños a creer en la noción capitalista de propiedad privada, que es lo que muchos padres «egoístamente» consideran a sus hijos, en lugar de la propiedad común de la sociedad en general, o del Estado». La llamada «naturaleza humana» no es más que una ilusión enfermiza. El amor de la madre por su hijo no es natural en absoluto, sino un fantasma emocional evocado por el dominio actual del capital global. La familia no es más que una fábrica artificial de lavado de cerebro capitalista diseñada para «entrenarnos para ser trabajadores, entrenarnos para ser habitantes de un sistema binario de género y estratificado racialmente, entrenarnos para no ser homosexuales».
También los tenemos en sentido contrario. Muchos pensadores actuales piensan que caminamos hacia ‘dictaduras democráticas’. «Dictadura es cuando el gobierno se otorga poderes especiales por tiempo indefinido, cuando no hay oposición, cuando hay toque de queda en la calle, cuando sólo se puede salir de casa para conseguir alimentos y medicinas y en todo caso con autorización, cuando la policía te persigue para multarte, cuando las calles están ocupadas por vehículos blindados y los drones controlan los cielos». «Dictadura es cuando se prohíben las conferencias, se prohíbe manifestarse, cuando la gente común espía para ganarse el favor del poder, cuando se niega el derecho al trabajo ya la libre empresa, cuando se suspenden las libertades constitucionales». «La dictadura es cuando los tontos no se dan cuenta de que están en una dictadura».
Tampoco está nada mal la reedición del libro de Dietrich von Hildebrand: «El destronamiento de la verdad». Se refiere al destronamiento de Dios, del cristianismo, de la revelación, de la norma absoluta. El borrado de Dios deja amplio espacio al relativismo que sume a la sociedad en una especie de anarquía de valores: «un solo elemento está detrás de las negaciones teóricas o eliminaciones prácticas de la verdad […] Es la apostasía de Dios, la rebelión del hombre contra el Padre de toda verdad, la negativa a aceptar la condición de criatura y la vocación gloriosa de ser imagen de Dios». Fue un acérrimo opositor de Adolf Hitler y del nazismo, Austria, Suiza, Francia, Portugal, Brasil y finalmente en 1940 a Nueva York donde murió en 1977.
La verdadera historia de la elección del Papa Francisco’, es una novela de Gianluca Briguglia. El libro relata la aventura de Guido Baldini, un profesor de historia moderna de cuarenta años en una universidad parisina, que es convocado al Vaticano tras la dimisión del Papa Ratzinger. Allí será guiado por Monseñor Carafa, quien velará por el desarrollo del cónclave y lo conducirá a la Capilla Sixtina. Será justo al pie del Juicio Final de Miguel Ángel que Baldini será informado del increíble hecho: es él, un laico y un completo desconocido, quien ha sido elegido Papa».
Vemos cómo audiencia tras audiencia se va vaciando la Plaza de San Pedro, el Alemania, sus datos son muy fiables, dejan la iglesia cada año casi 300.000 fieles, todo esto se nota y mucho en el bolsillo. El jefe del Servicio para la promoción del apoyo económico a la Iglesia católica hace saltar las alarmas: «La Iglesia es la primera receptora del ocho por mil, pero los porcentajes vienen bajando desde hace 15 años». “Llegamos después de un largo período de comerciales muy institucionales –explicó– y decidimos cambiar, ya que los tiempos y los idiomas han cambiado. Hemos intentado innovar centrándonos en una comunicación que, sin dejar de ser institucional, sea más inmediata, que haga sentir protagonista al espectador y resalte la fuerza de un gesto de amor que puede caracterizar el día a día de todos”.
La Biblioteca Apostólica Vaticana inaugura una exposición especial dedicada a la comparación entre su patrimonio y la obra del artista contemporáneo Sidival Fila, fraile nacido en Brasil que se hizo famoso por sus obras de materiales en desuso. El nuevo Prefecto de la Biblioteca Apostólica, Mantovani: «con esta exposición, la Biblioteca Vaticana cruza la meta de las cuatro exposiciones dedicadas al diálogo y al enfrentamiento con la cultura y el arte contemporáneo: para nosotros, son ocasiones especiales de estudio y conocimiento tanto del mundo que nos rodea, que también es el nuestro, como de la promoción y puesta en valor de nuestro propio patrimonio, del que cada artista nos ayuda a captar y poner en evidencia uno o más aspectos aún ocultos o incluso desconocidos».
La historia es rica en ejemplos que nos hacen relativizar las muchas estupideces presentes. Benedicto XIV fue papa entre 1740 y 1758, nacido como Prospero Lorenzo Lambertini, pertenecía a una familia noble de Bolonia, en esos momentos la segunda ciudad más grande de los Estados Pontificios. El chico era sumamente inteligente y Benedicto XIII lo nombró arzobispo cuento era todavía diácono y cardenal in pectore. Seis meses de cónclave, y cuatro electores fallecidos en esos meses, dieron como fruto su elección. Lambertini dijo a los cardenales: «Si deseáis elegir a un santo, elegid a Gotti; si a un hombre de estado, a Aldrovandi; si a un hombre honesto, elegidme a mí». Es el que declara a Guadalupe patrona de la Nueva España.
Un gran gobernante, sin duda, decenas de encíclicas, las famosas leyes sobre las misiones Ex quo singulari y Omnium solicitudinum. Condenó las acomodaciones de los jesuitas a los chinos y malabares evitando el sincretismo religioso. Con Immensa Pastorum condena la esclavitud y alienta a los obispos para que trabajen por la conversión de los infieles. Es el primer papa en permitir fundaciones de órdenes religiosas femeninas independientes de las masculinas que podían dedicarse a la vida activa o al trabajo pastoral directo. Doce volúmenes de trabajos intelectuales. A todas estas virtudes se unían sus conocidos defectos, era fumador habitual, eliminó los impuestos sobre el tabaco quitó la exclusiva a los farmacéuticos de los Estados Pontificios. En San Malaquías le toca ‘animal rurale’, no era para menos, ya que era conocido por sus continuas palabrotas, pero siempre unidas a gran sentido del humor. Sin duda, Benedicto XVI se lo podía permitir sobradamente….
«El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él».
Buena lectura.