Esta mañana, no hemos asistido, llueve en Roma y está desagradable, pero una ojeada a la plaza siempre hay que hacer para poder hablar con propiedad. Éramos pocos y llegó la lluvia, muy agradecida por los romanos, pero muy desagradable para una celebración abierta. Para esta asistencia, mucho mejor en la Basílica que incluso hubiera estado discretamente llena. No llegar al obelisco en beatificación de Juan Pablo I es terrorífico, pero incluso el obelisco queda lejano, pocos sectores preparados con sillas, con pocas sillas, muchas vacías e incluso sectores completos sin nadie. No tenemos datos suficientes para saber cuál puede ser la causa de la desafección, universal y generalizada, urbi et orbi, que rodea al Papa Francisco, podemos dar muchas razones, a todos se nos ocurren, vacíos tan clamorosos tienen que ser fruto de algo con un trasfondo serio. Becciu presente, Omella y Cañizares también, saludo a Sarah, y Parolin enfadado: «No hay misterio detrás de la muerte del Papa Juan Pablo I». «El Papa Luciani murió de muerte natural». Una gran bandera arco iris en la plaza…
Lo dice en una entrevista, pero hubo otros temas empezando por Ucrania, las negociaciones y el posible papel mediador de la Iglesia: “Cuando se trata con alguien hay que empezar siempre por reconocer su buena fe, de lo contrario la negociación no tiene sentido”. “El Papa Francisco está decidido a ir a Kiev y lo ha expresado públicamente. Para el Papa es importante ir no para hacerse una ‘fotografía’ sino con la condición de que pueda ayudar a la paz», y el Vaticano «sigue abierto a todos, a agresores y agredidos para reunirse, ayudar y llegar a una tregua, una negociación y una paz duradera”.
Sobre la visita del Papa Francisco a Kazajstán los días 13 y 15 de septiembre en la que estará ausente Kirill: «No se han dado razones, pero creo que la reunión debe estar bien preparada para que sea eficaz «. Interesante referencia de apoyo a la Iglesia en Taiwán: «Respetamos esta realidad» cuando se vive con moderación. «Esto no invalida el diálogo» con China y la posibilidad de una renovación del acuerdo de 2018 que, según el cardenal Parolin, «habrá».
La Soberana Orden de Malta está otra vez en el punto de mira con una presunta reforma que la puede llevar a su desaparición, o pro lo menos a su desnaturalización, quedando como una organización caritativa con una identidad, incluso su parte católica, difuminada. El 8 de noviembre de 2014 quedó aparcado Burke como Patrono de la Orden y la «purga» tradicionalista, de eso hablamos, se llevó a cabo utilizando como motivación algunas de sus supuestas posiciones sobre el uso del preservativo.
El Papa Francisco destituyó a Burke y Festing y confiando la Soberana a Becciu con la ayuda del entonces Teniente y luego Gran Maestre Dalla Torre. La caída en desgracia de Becciu trajo a Tomasi que nos ha llevado a un proceso en el que el Papa Francisco promulgó la nueva Carta Constitucional con el correspondiente Código Melitense de la Soberana, con entrada en vigor inmediata. El Decreto establece la revocación de los Altos Oficios, la disolución del Soberano Consejo actual, la constitución de un Soberano Consejo provisional, así como la convocatoria del Capítulo General Extraordinario para el 25 de enero de 2023.
En la justificación inicial destaca que la Orden «siempre ha gozado de una protección particular de la Sede Apostólica», y cómo los distintos Papas han «intervenido para afirmar la identidad, para mantener las operaciones, para ayudar a superar las crisis, como así como garantizar la existencia y desarrollo de la Orden de Jerusalén, también en sus prerrogativas de soberanía en el ámbito internacional”. Se justifica por una sentencia del 24 de enero de 1953, dictada por el Tribunal Cardenalicio en la que la define como Orden religiosa, por tanto, «depende en sus diversas articulaciones de la Santa Sede». El Decreto confirma «todas las facultades atribuidas en el pasado» a su Delegado Especial «hasta la conclusión del Capítulo General Extraordinario». La mano de Ghirlanda SJ está detrás, cómo no, de todos estos cambios. Dies magna et amara valde.
El 15 de febrero de 1113, el Papa Pascual II concedió el privilegio Pie postulatio voluntatis, con el que puso bajo la protección de la Iglesia a la naciente «fraternidad hospitalaria» de Jerusalén y la hizo soberana. El malestar dentro de la orden es creciente a medida que se van extendiendo las noticias de los cambios, cómo hechos consumados. Con un acto despótico y sin precedentes, el Papa Francisco decretó la revocación de los Altos Oficios, la disolución del Soberano Consejo actual e impuso un Soberano Consejo provisional que guiará a la Orden hasta enero de 2023 cuando se convoque el Capítulo General Extraordinario. Algunos lo consideran la sentencia de muerte de la soberanía de una Orden, concepto que Ghirlanda no tiene en su mente. La Orden depende de la Santa Sede en lo que respecta a su articulación como Orden religiosa, pero ciertamente no en lo que respecta a su soberanía. Benedicto XVI había recordado que la Pie postulatio voluntatis puso la orden «bajo la protección de la Iglesia, y la hizo soberana, constituyéndola en una Orden de derecho eclesial, con facultad de elegir libremente a sus superiores, sin injerencia de otras autoridades seculares o religiosas”.
Korazym nos ofrece la intervención publicada en inglés y ya traducidas al italiano en su integridad, de Müller sobre la reforma de la curia vaticana preparada para el Consistorio. La de Brandmüller nos la ha ofrecido Sandro Magister. Vamos sabiendo detalles y Müller se limitó a 4 minutos en los que solo pudo expresar dos/tres conceptos de su larga exposición. Brandmuller tenía que hablar por la tarde en el grupo lingüístico al que estaba adscrito, pero no se presentó.
Ya tenemos Comisión de Control del proyecto de renovación del cuartel de la Guardia Suiza Pontificia para coordinar las fases de planificación de las obras y supervisar la financiación del proyecto final realizado por la Fundación creada para este proyecto, en cumplimiento de la legislación vaticana y de las obligaciones internacionales.
En su última audiencia, el ya Beato Juan Pablo I empezó así: «Dios mío, con todo el corazón y por encima de todo os amo a Vos, bien infinito y felicidad eterna nuestra; por amor vuestro amo al prójimo como a mí mismo y perdono las ofensas recibidas. Señor, haced que os ame cada vez más» Es una oración muy conocida, entretejida con frases bíblicas. Me la enseñó mi madre. La rezo varias veces al día también ahora…»
«Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío».
Buena lectura.