En Roma se saborea la primavera, empieza a hacer un tiempo espléndido, los días se alargan y esto hace que se note mucho más el vacío, la muerte que sufre la ciudad en medio de la epidemia. Negocios cerrados o vacíos, pocos, muy pocos turistas, toque de queda que impide la vida nocturna. Se nota en las miradas la preocupación por la epidemia, no tanto por las consecuencias sanitarias, que todos hemos asumido que son imprevisibles, sino por la situación económica que arrastra a todas las actividades. Dar un paso por el entorno del Vaticano es vivir una experiencia de soledades, la plaza vacía, casi peor que vacía porque los pocos que la cruzan dimensionan el vacío. Queda un solo control de acceso a la Basílica funcionado, la grandiosidad del interior inundada de silencio, la tumba de San Juan Pablo II con algún devoto perdido, la Pieta olvidada, los ‘sanpietrini’ agrupados como quien asiste a un funeral.
La noticia de los presupuestos de la peste está suscitando todo tipo de rumorología. Todo mundo conoce a alguien que trabaja en algún organismo económico, el Vaticano es un mundo muy pequeño, y los gestos hablan, las cosas no van bien y nadie se cree los comunicados oficiales. El Papa Francisco está a otras cosas y no es consciente de la quiebra de su reino, se dice mucho, las palabras son fáciles, pero poco se hace, el tiempo pasa y el fin del túnel se ve muy lejano. Del 21 al 26 de febrero se mantienen los ejercicios espirituales de la curia, todos los harán «donde sea más conveniente», en la carta dirigida a los cardenales incluye el libro»Tenga al Señor en el corazón», de Libanori, que contiene un tratado sobre los pecados capitales.
Los cambios van llegando y los de ayer afectan a ‘Culto Divino’ que se queda vacante y al arcipreste de la Basílica de San Pedro que deja de estar vacante. Sarah, como nos temíamos, no ha cumplido los 76 en carga a pesar de gozar de muy buena salud. Otro cardenal que queda con mucho tiempo libre para sus cosas: «Hoy, el Papa aceptó la renuncia a mi cargo de Prefecto de la Congregación para el Culto Divino después de mi septuagésimo quinto cumpleaños. Estoy en las manos de Dios. La única roca es Cristo. Nos volveremos a encontrar muy pronto en Roma y en otros lugares. + RS». Este es el escueto comunicado del cardenal en el que no ha pasado desapercibida la afirmación de que la roca es Cristo, cuando el término roca, piedra, Pedro, viene aplicado tradicionalmente al papa. Robert Sarah, destituido a los 75 años y seis meses, su cargo había expirado en 2019 y no había sido renovado, un trato similar al reservado a Muller.
Se habla de «abierta hostilidad hacia Francisco y su reforma», el cardenal Müller lo explica así: “Estas personas no han tenido el valor de presentarse con su nombre frente a mí, son incapaces de responder con argumentos teológicos y trabajan con estos métodos sucios. (…) Lo que me parece muy bueno de este pontificado, su gran oportunidad, es el énfasis en la justicia social, el peso de las diferencias entre países ricos y pobres, el interés por los migrantes, por la paz internacional. Pero también hay que hablar de la misión original del sucesor de Pedro: ocuparse de la doctrina, de la verdad católica». «El Papa me confió: «Algunos me han dicho anónimamente que eres mi enemigo ”sin explicar en qué, (…) harían mejor en visitar a un psiquiatra». Citando a Melchor Cano: «los verdaderos amigos no son los que adulan al Papa, sino los que lo ayudan con la verdad y la competencia teológica y humana. En todas las organizaciones del mundo, los informantes de este tipo sirven solo a ellos mismos. (…) Tengo la impresión de que en el «círculo mágico» del Papa hay quienes se preocupan principalmente por espiar a los supuestos opositores, impidiendo así una discusión abierta y equilibrada. Clasificar a todos los católicos según las categorías de «amigo» o «enemigo» del Papa es el daño más grave que causan a la Iglesia. Uno se queda perplejo si un periodista conocido como ateo, se jacta de ser amigo del Papa; y en paralelo, un obispo católico y cardenal como yo es vilipendiado como oponente del Santo Padre. No creo que estas personas puedan darme lecciones de teología sobre la primacía del Romano Pontífice».
Visita del Papa Francisco a Sra. Bruck: «Vine aquí para agradecerle su testimonio y rendir homenaje a las personas que son martirizadas por la locura de los nazis». Empezamos de nuevo con videollamadas y visitas sorpresa para continuar siendo noticia, son malos tiempos y en el panorama periodístico italiano, algunos antes y otros después, son fuertemente críticos del Papa Francisco. Sandro Magister, Marco Tosatti, Antonio Socci, incluso el venerable Vittorio Messori no dejan pasar una. Valli nos ofrece hoy un interesante artículo: ‘Roma no tiene papa’: «Aunque el Papa está físicamente allí, en realidad no está porque no es el Papa. Está ahí, pero no cumple su cometido de sucesor de Pedro y vicario de Cristo. Está Jorge Mario Bergoglio, no está Pedro». «Incluso si uno desea favorecer los problemas sociales, aún puede tener una perspectiva auténticamente cristiana y católica. La cuestión, con Bergoglio, es otra, a saber, que la perspectiva teológica está desviada. Y por una razón muy concreta: porque el Dios del que habla Bergoglio no está orientado a perdonar, sino a exculpar».
«El mundo no quiere un padre verdadero, cariñoso en la medida en que también sea crítico, sino un amigo; o mejor aún, un compañero de viaje que deja que las cosas sucedan y dice ¿quién soy yo para juzgar?». «Por eso Bergoglio, retratado como el Papa de la misericordia, me parece el Papa menos misericordioso que se pueda imaginar. De hecho, descuida la primera y fundamental forma de misericordia que le pertenece y solo a él: predicar la ley divina y, al hacerlo, señalar a las criaturas humanas, desde lo alto de la autoridad suprema, el camino hacia salvación y vida eterna». «Quizás nunca un Papa ha estado tan presente y tan popular. Respondo: todo es cierto, pero es Bergoglio, no es Pedro». «No es casualidad que a la “iglesia en salida” de Bergoglio, como a todo modernismo, le guste el verbo “acompañar”. Es una iglesia itinerante que lo justifica todo (a través de un concepto distorsionado del discernimiento) y, al final, lo relativiza todo». «Bergoglio, que no le gusta presentarse como el sucesor del príncipe de los apóstoles y, en el Anuario Pontificio, ha hecho sombra al apelativo vicario de Cristo, se aparta implícitamente de la autoridad que Nuestro Señor ha conferido a Pedro y a sus sucesores. Y esta no es una mera cuestión canónica. Es una realidad cuyas consecuencias son muy graves para el papado».
La Iglesia del Sagrado Corazón en Yining fue construida en 2000, con todos los permisos y aprobaciones de las autoridades locales, se derriba para utilizar el terreno con fines comerciales, por ser «demasiado llamativa». El lugar donde se levanta la iglesia fue elegido en 1993 por el gobierno de la ciudad precisamente porque estaba lejos del centro habitado y no querían que la iglesia se levantara en un lugar «demasiado visible», la ciudad ha crecido y ahora está en el centro: «Nos preguntamos cuánto tenemos que sufrir todavía para que el Papa y el Vaticano se den cuenta de nuestra persecución y la inutilidad del Acuerdo entre la Santa Sede y China».
«…convertíos y creed en el Evangelio».
Buena lectura.
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Tal parece que el papa, saltó la clase de patología, dónde hablaban de la adulación. Pues para que no siga en el error, de seguro lee infovaticana y a Specola:
«Porque cuantos me alaban en realidad me dañan» (SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Carta a los Tralianos).
El adulador es ministro del demonio, doctor de la soberbia, destructor del arrepentimiento, aniquilador de las virtudes, maestro del error (SAN JUAN CLIMACO, Escala del paraiso, 22).
¿De qué acompañamiento hablan estos herejes?
Como no sea el de los asistentes al velorio al difunto de marras,o el de las sucias «culottes» a los guillotinados…
Que el Espiritu Santo impulse al Cardenal Sarah a continuar siendo un buen pastor que cuide de las «ovejas» del rebaño del Señor, abandonadas por otros.