Tampoco se creen mucho la excusa de la enfermedad:  “no es verdad” la enfermedad del obispo. “Primero le había agarrado supuestamente un pico de presión en la cárcel, llamaron a un médico de tribunales que dijo que no tenía nada, que se le subió la presión y que tome un medicamento. Después lo llevaron al hospital y le dijeron lo mismo, que no necesitaba internación. Cuando estuvo en la cárcel llamaron a otro médico (…) y lo sobornaron”.

Hay otra investigación canónica que está llevando a cabo  José Belda Iniesta:  “Están buscando acusar a los curas que declararon en contra de Zanchetta».  “Preguntan por cuestiones económicas, piden facturas, e intentan acusar a un cura de tener un hijo de 7 u 8 años, cuya madre es una mujer devota de la Iglesia”.  “Buscan acusarlo de alguna forma y quieren limpiar con eso la imagen de Zanchetta”.  «La Iglesia debería empezar a pedir disculpas a la gente, la gente tiene derecho a tener buenos curas, obispos, y un buen Papa, que tenga coherencia con lo que dice y con lo que es en el fondo. La Iglesia necesita un gran cambio. Es una institución que habla del bien, de la verdad, teóricamente son expertos en lo que es la moral, pero no la practican».

«No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse».

Buena lectura.