En estos momentos se esta celebrando la Misa de apertura del sínodo de la sinodalidad. Es miércoles y no hay audiencia , pensamos que se ha colocado esta misa en miércoles y a la hora de la audiencia para que al menos, los pocos asistentes a la audiencia estén en la plaza, de hecho vemos grupos que claramente venían por la audiencia y que del sínodo no saben ni de su existencia. Poca asistencia en la plaza, era previsible, el sínodo no ha despertado ningún interés en el pueblo de Dios. Como se suele decir en el Vaticano, si quitamos los que están en plantilla, nos queda muy poco. Incluso el sagrado de la basílica está a medio aforo, el obelisco parece que está en otro planeta. Nuestra imagen de hoy es del momento en el que el Papa Francisco ha entrado en la plaza en silla de ruedas directamente al altar. Seguimos con el formato de presidir sin celebrar, preside el arzobispo de Luxemburgo. Al no hacerlo el papa se ha colocado un altar reducido y con la velas por el suelo y la cruz descentrada y un coro de medio pelo, es un día laboral y se nota. La grotesca vigilia penitencial de ayer, en el interior de la basílica, daba la impresión es que no asistieron ni los padres sinodales vistas la sillas colocadas y no ocupadas. Mucha petición de perdón por ser poco sinodales y nada de sacramento de la confesión, es lo que va quedando, hay funerales con mucha más alegría.
La Liturgia Penitencial se transforma en un manifiesto político para pedir perdón de los pecados de quienes «no han estado en el sínodo». En la homilía de la Vigilia: “Quería escribir las peticiones de perdón que leyeron algunos cardenales, porque era necesario llamar a nuestros pecados principales por nombre y apellido, porque los ocultamos o los decimos con palabras demasiado educadas”. “El pecado es siempre una herida en las relaciones: la relación con Dios y la relación con los hermanos y hermanas. Nadie se salva solo, pero es igualmente cierto que el pecado de uno tiene efectos sobre muchos: así como todo está conectado para el bien, también está conectado para el mal. En su esencia de fe y de anuncio, la Iglesia es siempre relacional, y sólo sanando las relaciones enfermas podemos llegar a ser una Iglesia sinodal». “¿Y cómo podríamos ser una Iglesia sinodal sin reconciliación? ¿Cómo podríamos decir que queremos caminar juntos sin recibir y dar el perdón que restablece la comunión en Cristo?”.
El Papa Francisco se ve ahora obligado a afrontar las consecuencias no deseadas de sus propios procesos; y aunque el tiempo es superior al espacio, hay un momento en el que el tiempo devuelve lo sembrado, en un espacio muy concreto. Corresponde al Papa Francisco decidir lo que quiere hacer: si pretende seguir condenando sin peros, como esperamos, el aborto y la eutanasia por lo que son, es decir, asesinatos, entonces debe devolver coherentemente al remitente los personajes que acaba de nombrar para el Dicasterio de la Fe y cerrar definitivamente el juego de la anticoncepción y el adulterio. De lo contrario se verá acorralado por los fieles discípulos de sus aperturas, que no aceptan excepciones.
Gabriel Ringlet es un sacerdote belga y teólogo de quienes gustan llamarse «librepensadores». Y no un sacerdote cualquiera, sino profesor y prorrector emérito de la Universidad Católica de Lovaina. Sus protestas, a los ochenta años, son «históricas» y de gran alcance : contra la Ordinatio sacerdotalis que reiteraba la imposibilidad de conferir el Orden Sagrado a las mujeres, protestando contra la rigidez doctrinal de Benedicto XVI, a favor de la eutanasia legal y «acompañada», abierto al diálogo entre la Iglesia católica y la masonería. Y ahora un manifestante contra el Papa Francisco por sus recientes palabras decididamente contra el aborto: «Mire, es desconcertante». “Y no sólo es desconcertante, sino que es un insulto a los médicos que están atentos al sufrimiento muy real y que trabajan dentro de un marco legal. El Papa no parece darse cuenta o no quiere escuchar. Y yo añadiría, en un nivel completamente diferente, que esto es grave». «Desde el punto de vista teológico, la ética es una cuestión muy seria. Es algo complejo que requiere matices, que requiere aceptar situaciones difíciles. En algunas circunstancias, la ética puede exigir que transgredas una situación. Es el caso de algunos casos de aborto, de algunos casos de eutanasia, donde esta transgresión puede ser completamente legítima. Parece que todo esto ha desaparecido y que esta teología, que es una teología verdaderamente elemental, una teología esencial, ya no forma parte de nuestro pensamiento. Así que esta declaración del Papa en el avión realmente me desconcertó».
La elección del mal menor sigue siendo una cuestión complicada, como lo demuestra un ensayo del filósofo británico con el título extraño y paradójico «¿Matarías al gordo?». En el centro del ensayo está el llamado «problema del tranvía», que se ha convertido en una cuestión clásica de la filosofía moral contemporánea, el más clásico de estos ejemplos es el del gordo. Un vagón de tren fuera de control corre hacia cinco hombres que están atados a las vías: si no se detiene, matará a los cinco. Estás parado en un paso elevado y observas la tragedia inminente. Un hombre muy gordo, un extraño, está a tu lado: si lo empujas haciéndole caer a las vías, el considerable tamaño de su cuerpo detendrá el tranvía, salvando cinco vidas, incluso si él muere. ¿Matarías al gordo?
De lectura obligada el último artículo de nuestro experto en argentinidades The Wanderer titulado El Sodalicio y la Gestapo : «…el sentido común me dice que todo acusado, antes de ser condenado, tiene derecho a defenderse y, aún más, que nadie puede ser condenado sin antes haber sido imputado de un delito concreto, conocidas las pruebas de sus acusaciones y tenido la oportunidad de defenderse». «Hay un detalle que es preocupante y que los canonistas podrán decir hasta qué punto constituye un hecho que sienta precedente. El décimo de los condenados es Alejandro Bermúdez, periodista ampliamente conocido en los medios católicos de linea conservadora. Bermúdez era —a tenor de lo que dijo luego de conocida su expulsión ya no lo es más— el arquetipo de lo que aquí llamamos neocon. Y sin embargo, fue expulsado por el Papa Francisco del Sodalicio, por «abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo». Para un lego en derecho como soy yo, la acusación suena a disparate, pero no despierta sonrisas sino preocupaciones».
La universidad de la La Sapienza acoge hoy a la ex terrorista palestina Leila Khaled en una conferencia titulada «Palestina: las raíces del genocidio, los horizontes de la lucha» organizada por el colectivo Cambiare Rotta. Leila Khaled, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina, fue responsable del secuestro de dos aviones en 1969 y 1970 y se hizo famosa por una foto de ella sosteniendo un AK-47 mientras llevaba una keffiyeh. Ya en 2017 intentó entrar en Italia para participar en un evento dedicado a «Las mujeres en la lucha palestina» con motivo del 50º aniversario del nacimiento del Frente de Liberación, por invitación de una asociación de extrema izquierda, pero fue rechazada por las autoridades italianas en Fiumicino y embarcó en un vuelo con destino a Ammán. No hay postura oficial de la universidad, la misma en la que Benedicto XVI no podía hablar pero un terrorista parece que sí.
No es de extrañar viendo que Luciano Vasapollo, decano de economía en La Sapienza y consultor durante muchos años de los gobiernos de Caracas y La Habana, y el director de FarodiRoma, Salvatore Izzo, pudieron encontrarse con el Papa Francisco el 25 de septiembre. Informaron al Pontífice sobre los hechos de los que fueron testigos durante las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. En ese momento, como “acompañantes internacionales” del proceso electoral, «certificaron, junto con los otros 900 observadores de alrededor de cien países, la plena regularidad de las operaciones de votación». Presenciaron episodios de violencia desencadenados por la oposición tras la publicación de los resultados parciales, especialmente las agresiones dirigidas a sus delegaciones: “Logramos hablarle con calma y el Papa nos escuchó. Luego nos dijo: ‘Sigamos adelante’ e hizo el gesto de ok con la mano”.
Por si fuera poco, también anunciaron a Papa Francisco la creación de la Internacional Antifascista, fundada al concluir el Congreso Mundial contra el Fascismo. Este congreso, celebrado un mes después de las elecciones del 28 de julio, reunió nuevamente en Caracas a los acompañantes del proceso electoral, tras los incidentes que siguieron a la votación y que revelaron la existencia de una estrategia subversiva. El presidente de Venezuela, el usurpador Maduro, promovió un Congreso Mundial contra el fascismo, el neofascismo y otras formas de opresión. Al día siguiente de la audiencia general en la que Vasapollo e Izzo pudieron contarle al Papa sobre sus actividades en Venezuela, Francisco partió para su viaje apostólico a Luxemburgo y Bélgica. El Papa Francisco empieza a disgustar y mucho a los suyos, a los demás no les ha gustado jamás, y ha pasado de ser el «gran líder de la izquierda» , D’Alema lo define así y de esto sabe, a faro de los incrédulos ligeramente despiertos, y se puede ver reducido al símbolo del oscurantismo.
Todo apunta a que los esposos trabajadores del Banco del Vaticano serán licenciados y perderán su trabajo. Hicieron una petición de intercesión al Papa Francisco que ha resultado inútil. Todo apunta a que el Papa Francisco no está dispuesto a saltarse la norma absurda que el mismo ha introducido y que no existía antes. Se produce la situación absurda de que si hubieran decidido vivir juntos sin pasar por la vicaría no habría sucedido nada. El reglamento de la curia romana, todavía en vigor, impide que los trabajadores del Vaticano vivan en situaciones familiares condenadas por la Iglesia Católica, si esto se aplica, veríamos un enorme reajuste. Para dos que deciden hacer bien las cosas, se ven expulsados…
La curia de Nápoles advierte a los fieles en un comunicado sobre cuatro religiosos falsos, precisando que «no son sacerdotes legítimamente ordenados de la Iglesia católica». «Los Sagrados Pastores deben vigilar escrupulosamente y recomendar a los Fieles que no participen en ninguna celebración de sacramentos o sacramentales, presididos, participados u organizados por ellos». «La participación consciente en las celebraciones mencionadas constituirá una grave deficiencia para su vida de fe y para la comunión con la Iglesia católica». En la confusión reinante todo cabe, desde las extrañas excomuniones, que estás si parecen emanadas por el Vaticano, hasta curas falsos.
Hoy es la fiesta de los Santos Ángeles Custodios y terminamos con San Bernardo: «Él dará órdenes a sus ángeles para que os guarden en todos vuestros caminos». ¡Cuánta reverencia deben inspirarte estas palabras, cuánta devoción deben traerte, cuánta confianza deben infundirte! Reverencia por la presencia, devoción por la benevolencia, confianza por la tutela. Están presentes, por tanto, y están presentes para ti, no sólo contigo, sino también para ti. Están ahí para protegerte, están ahí para beneficiarte. Aunque los ángeles son simplemente ejecutores de mandatos divinos, también debemos estarles agradecidos porque obedecen a Dios para nuestro bien. Seamos, pues, devotos, seamos agradecidos a tan grandes protectores, amémoslos, honrémoslos tanto como podamos y tanto como debamos” – San Bernardo
«Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos».
Buena lectura.
CASO 2
GIULIANA CACCIA Y SEBASTIÁN BLANCO
Otra historia actualísima sobre dos católicos peruanos y Bertomeu. Presuntamente, el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós reveló información confidencial de las declaraciones de Giuliana Caccia y Sebastián Blanco a terceras personas, las sabiendas de que estaba haciendo un acto ilícito e injusto en perjuicio de los dos investigados, transmitiendo el contenido de unas reuniones sostenidas con Bertomeu y que se filtraron a cierta prensa con la intención de que fueran dañados y perjudicados en su reputación y buena imagen a través de la prensa afecta y afín, que luego los difamó y dañó moralmente de manera operativa y eficiente.
Esa supuesta filtración de Bertomeu sería un posible delito tipificado en el Perú como violación del secreto profesional.
Pero parece que por el hecho de haber denunciado esta hipotética ilícita revelación de secretos de Bertomeu, se les ha iniciado un proceso de excomunión ferendae sententiae.
Más información:
x.com/giulianacaccia/status/1840545107738578946
ejercitoremanente.com/2024/09/28/nos-quieren-excomulgar/
Una vez que estos dos católicos peruanos denunciaron la presunta la filtración ilícita de secretos confidenciales por Bertomeu, les llega una respuesta virulenta e inmisericorde.
Ante esta filtración, los dos católicos interponen una denuncia penal contra el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós, miembro del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, por violar el secreto profesional.
Como respuesta, a estos dos católicos se les envía una imputación de delitos canónicos con sanción de excomunión ferendae sententiae, en lo que presuntamente se puede inferir como un acto de represalia por ejercer sus derechos legítimos procesales y de coacción para que retiren la denuncia penal.
En el documento de excomunión afirma que los actos de estos dos católicos, el denunciar penalmente a Bertomeu por el presunto delito, son calificados a su vez de delitos canónicos, porque habrían tenido como finalidad:
1. Suscitar públicamente el odio contra la Sede Apostólica (intento de atentar contra la reputación de la Iglesia al presentar públicamente denuncias que la perjudican)
2. Impedir la libertad del ejercicio de la potestad eclesiástica (la denuncia podría estar interfiriendo contra la Autoridad Eclesial, la Misión especial (cardenal Scicluna y Jordi Bertomeu), yendo contra el ejercicio del ministerio, cargo u oficio de un obispo o sacerdote, lo que es una ofensa en el derecho canónico)
3. Lesionar ilegítimamente la buena fama de terceros (daño causado a la reputación de Bertomeu)
Ante esto les piden 5 condiciones para no ser excomunicados:
1. Retirar de manera inmediata la denuncia penal
2. Disculparse con los miembros de la Misión especial (cardenal Scicluna y Jordi Bertomeu)
3. Dar explicaciones a medios de comunicación con los que se hayan contactado
4. Notificar de lo anterior al Nuncio
5. Prohibido realizar en el futuro ninguna otra manifestación pública en los medios de comunicación social o denuncia sobre los hechos objeto de la Misión especial
En caso no se cumplan estas 5 condiciones:
1. Excomunión ferendae sententiae. Por tanto, quedan prohibidos de recibir los sacramentos y los ministros celebrantes deben de alejarlos o interrumpir cualquier acción litúrgica a la que asistan estos dos católicos
2. Pagar como pena expiatoria 100.000 soles peruanos (25.000 euros) cada uno (50.000 euros en total) a Cáritas Lima-Perú, un verdadero acto de empobrecimiento ilícito e injusto para reingresar en la comunión
3. Nunca jamás se podrán presentar como católicos en público ni representar a la Iglesia católica en ningún acto social
La excomunión ferendae sententiae es una pena eclesiástica que se impone mediante un juicio y que excluye a la persona de la comunión con la Iglesia.
En este caso, se condiciona a la excomunión al cumplimiento de ciertas exigencias, lo que sugiere un intento de coacción para silenciar a los denunciantes
Las cinco Condiciones:
1. Coacción y represalia percibidas: El hecho de que se les ofrezcan condiciones estrictas para evitar la excomunión puede verse, desde una perspectiva externa, como una forma de presión o coacción, ya que se les exige retirar la denuncia penal, disculparse públicamente y abstenerse de hacer futuras declaraciones sobre el caso. Esto puede generar la percepción de que el derecho canónico se estaría utilizando para proteger a un clérigo y evitar que las denuncias lleguen a las instancias civiles.
Los actos de represalias y coacción por el ejercicio legítimo de los derechos humanos procesales ejercidos por laicos contra los consagrados, constituye a su vez un delito penal, canónico y un pecado grave imputable a los represaliadores.
2. Implicaciones de la excomunión: Si no cumplen con las condiciones impuestas, enfrentan la excomunión, lo que implica ser excluidos de la vida sacramental de la Iglesia, así como una sanción económica considerable.
Esto, en términos de derecho canónico, es una medida extremadamente severa, lo que refuerza la percepción de que las consecuencias para quienes buscan justicia a través de canales civiles pueden ser desproporcionadas dentro del ámbito eclesiástico, y que se busca exclusivamente una represalia y coacción ante la respuesta de dos laicos ante una acción injusta de un consagrado.
En resumen, lo que parece suceder aquí es que, desde la perspectiva del derecho canónico, se considera que la denuncia penal pone en riesgo la autoridad de la Iglesia y la reputación de uno de sus sacerdotes.
Esto lleva a imponer medidas canónicas severas que, desde la óptica civil, podrían interpretarse como una forma de coerción coactiva para evitar que el caso siga su curso en tribunales civiles.
Se quiere que Bertomeu tenga un ilícito estatuto personal de inviolabilidad procesal civil en Perú por la comisión de delitos.
Además ejerce una coacción coercitiva para que retiren una legítima denuncia penal.
Y en caso de que no se efectúe dicha retirada de la denuncia, se ejerce un acto de represalia.
Sería una organización ilícita de consagrados que utilizan los medios del derecho canónico para beneficio injusto e ilícito de dicha organización y conseguir un estatuto de inviolabilidad absoluta penal en Perú, hecho completamente penado por la propia ley Nacional.
Parece que la situación es mucho más grave de lo que parece, pues indica que el Vaticano ya no seguía ni por la justicia ni por la verdad.
He tomado dos estudios recientes sobre el periodista Alejandro Bermúdez Rosell que lo acaban de expulsar del Soladicio, y dos laicos peruanos famosos que los quieren excomulgar por proteger y ejercer sus derechos al secreto y a interponer denuncias penales.
Es muy importante escuchar el vídeo del periodista y las redes sociales de los dos católicos peruanos para tener más información veraz.
ALEJANDRO BERMÚDEZ ROSELL
El famoso periodista de información religiosa Alejandro Bermúdez Rosell, exsoladicio por obra y gracia de Francisco, da su versión de los hechos:
youtu.be/cyAeNolvcFM?si=exu8UJoSqlVziaqw
En esencia, acusa a Francisco de haber emitido una sentencia injusta de su expulsión del Soladicio. Sigue acusando a Francisco de tener un pontificado absolutamente descompuesto e injusto, y que solamente va a ir a peor durante todo este año hasta que finalice. Dice que en una primera investigación fue absuelto pero de repente se revisó esto y fue expulsada y acusado injustamente. Dice que se persigue a las organizaciones tradicionales y conservadoras, puesto que en su caso, él es miembro de Soladicio, de moral tradicional y espiritualidad ortodoxa, y tiene amistades con miembros que son de plataformas conservadoras, como por ejemplo, Hazte oír. Dice que la sentencia no la ha dictado la luz de la justicia y la verdad si no por indicaciones de su entorno mágico, la corte de amigos, siendo injusto e inicuo. Piensa recurrir la injusta y abusiva sentencia de Francisco al próximo Papa, y dice que si es un Papa justo, lo va a absolver y declarar inocente. Además piensa ser Sodalicio hasta su muerte, porque tiene la certeza de moral de que esta es la vocación divina a la que ha sido llamado como laico, y dice que todos los casos de miembros delincuentes en el Soladicio ya han sido castigados.
Acusa, como dice, a una banda de matones y abusadores, integrada por ex amigos suyos y católicos destacados, una banda de defensores fanáticos y sectarios de Francisco (Amoris laetitia y Fiducia supliccans), que además son rivales suyos en ideología y doctrina, y también enemigos de Soladicio, que emitieron un conjunto de falsas acusaciones, para que él y otros miembros del Soladicio pudieran ser acusados de seis tipos grabados de abusos: abuso físico, de conciencia, espiritual, de autoridad, de administración de bienes eclesiásticos y, en su caso, de abuso en el ejercicio del apostolado periodístico (todo lo que ha hecho en su vida profesional de periodista católico es malo)
También acusa a Bertomeu, junto con el cardenal Scicluna (enemigo del sacerdocio celibatario), de ser unos abusadores en todos los sentidos (jurídico, procesal, moral, deontológico, espiritual, valoración de pruebas y derecho aplicable, confidencialidad…), de violar el secreto profesional, dando información privilegiada a unos medios afines y contrarios a Alejandro Bermúdez Rosell y al Soladicio con el fin de que dieran mala imagen al público tanto a la persona de Bermúdez como a la Sodalicio, prejuzgando la sentencia final desde el mismo origen de las investigaciones, negando las garantías procesales que conforman el derecho humano de todo investigado, y de ser una ambicioso que pasa por encima de todo y de cualquier valor y principio para poder ser cardenal-arzobispo de Barcelona sucesor de Omella y ministro de la Curia (son cargos natos que van incluidos por tradición).
También menciona un abuso procesal que, por su apreciación, realiza Francisco y que consiste en hacer una delirante y prevaricadora presunción de asociación con organizaciones criminales: la sentencia dice que está asociado con donantes conservadores de causas contra la ideología de género y la cultura de muerte (Hazte oír), red líder Provida Europea, que a su vez estos habían recibido una donación de un ruso Provida, que a su vez este ruso había recibido dinero ruso de un oligarca ruso…
La elección del mal menor sigue siendo una cuestión complicada, como lo demuestra un ensayo del filósofo británico con el título extraño y paradójico «¿Matarías al gordo?». En el centro del ensayo está el llamado «problema del tranvía», que se ha convertido en una cuestión clásica de la filosofía moral contemporánea, el más clásico de estos ejemplos es el del gordo. Un vagón de tren fuera de control corre hacia cinco hombres que están atados a las vías: si no se detiene, matará a los cinco. Estás parado en un paso elevado y observas la tragedia inminente. Un hombre muy gordo, un extraño, está a tu lado: si lo empujas haciéndole caer a las vías, el considerable tamaño de su cuerpo detendrá el tranvía, salvando cinco vidas, incluso si él muere. ¿Matarías al gordo?
…
La respuesta católica es fácil y rápida:
1. Es un acto moral intrínsece malum matar a otro para salvar a otros: el objeto es perverso por sí mismo, aunque la finalidad e intenciones sean buenas: el fin no justifica los medios
2. Es un acto intrínsece bonum si el gordo decide sacrificarse altruista y martirialmente para salvar las vidas de los otros cinco, si y si lo hace con pleno consentimiento y libertad.
…
Las polémicas de las filosofías modernas no encuentran ninguna solución porque no tienen el concepto del acto moral intrínsece malum.
La ética, la moral, la deontología y la angiología modernas son relativistas, situacionales y circunstanciales.
Como carecen de la lógica y la razón de lo intrínsece malum, tal como dijo Benedicto XVI, la filosofía moderna es una razón sin Fé, y por ello, está sujeta a la emotividad y subjetivismo de la ponderación de valores.
Si hay 500.000 personas que están a punto de morir y solamente pueden ser salvadas sacrificando 5.000 gordos, pues se sacrifican quieran o no quieran: si el fin es bueno, la intención es buena, en consecuencia es bueno matar a sólo 5.000, aunque estén forzados, para salvar a 500.000…
Al fin y al cabo, 500.000 «pesan más» que 5.000…