El Papa Francisco ya está de vuelta en Roma y los organizadores del viaje respiran con tranquilidad ante la prueba superada. De las previsiones iniciales a las finales los cambios son muy sustanciales. Todo en Budapest, días recortados, encuentros mucho más breves e intervenciones del pontífice muy muy recortadas. La información oficial del viaje busca dar una imagen de normalidad minimizando las evidentes y públicas limitaciones del Papa Francisco que van creciendo. Es digno de todo elogio el esfuerzo de la televisión del Vaticano por controlar las imágenes. Empezamos el mes de mayo con la fiesta de San José obrero en el día del trabajo y con el inicio del mes dedicado a la devoción a la Virgen María.
Muchos titulares de hoy sobre la rueda de prensa del Papa Francisco subrayando sus alusiones a la guerra en Ucrania, poco más, es evidente que se evitan las preguntas molestas y los temas parecen repartidos previamente para que el Papa Francisco hablé de lo que quiere hablar y nada más. Nos habla de un plan secreto, es posible que sea tan secreto que ni rusos, ni ucranianos, sepan que existe. “La Santa Sede medió en algunas de las situaciones de intercambio de prisioneros, a través de la embajada, y salió bien, creo que esta también puede salir bien”. Sobre la devolución de prisioneros: “Es importante, al menos la Santa Sede está dispuesta a hacerlo porque es lo correcto, es lo correcto y hay que ayudar, ayudar para que esto no sea un ‘casus belli’, sino un caso humano”. “Es un problema de humanidad más que un problema de botín de guerra o deportación de guerra. Todos los gestos humanos ayudan, pero los gestos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible. Pienso también, y quiero decirlo, en las mujeres que vienen a nuestros países: Italia, España, Polonia, Hungría, muchas mujeres que vienen con hijos y maridos que o están muertos o están peleando en la guerra. Cierto, se está ayudando a la ilusión en este momento, pero no perdáis las ganas de hacerlo porque cuando cae la ilusión, estas mujeres se quedan sin protección, con el peligro de caer en manos de los buitres que andan siempre buscándola. Tenemos cuidado de no perder esta atención a la ayuda que tenemos para los refugiados”.
Sobre la reunión con el metropolita Hilarion: «En esta reunión no hablamos de Caperucita Roja… Hablamos de todas las iniciativas posibles, porque todo el mundo está interesado en el camino de la paz. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario. Incluso ahora hay una misión en marcha, pero aún no es pública. A ver cómo… ya os contaré cuando sea público». Contó que desde el inicio de la guerra solo había tenido una «conversación de cuarenta minutos por Zoom» con el patriarca de la iglesia rusa Kirill, pero que estuvo más a menudo en contacto con el metropolitano Anthony, quien reemplazó a Hilarion como presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú.
La información de la salud del Papa Francisco está llena de contradicciones incluso oficiales. Después de tantas idas y venidas parece que lo que ‘hay que creer’, porque de fe hablamos, informes médicos no existen, es que se trata de una «neumonía grave» a finales de marzo y nada más. Lo que se ve son otras cosas y los tratamientos son de otra naturaleza, oficialmente, nos quedamos con una ‘neumonía grave’.
Da la impresión de que el caso Orlandi está descarrilando en una dirección poco deseable. No ayuda nada a aclarar las cosas con seriedad la continúa presencia en los medios de Pietro Orlandi: «Esta investigación debe dar algunos pasos adelante, pero podría durar muy poco porque estoy convencido de que dentro del Vaticano saben muy bien cómo fueron las cosas». Su madre, que ahora tiene 93 años, nunca ha perdido la esperanza de llegar a la verdad sobre la desaparición de Emanuela: «Hasta que encuentre sus restos, es un deber para mí buscarla con vida». Sigue con sus críticas a todo lo que se mueve y sobre Juan Pablo II: “Él sabía lo que le había pasado a Emanuela, pero permitió que el silencio y el secretismo descendieran sobre este asunto”. «Cuando vino a nuestra casa seis meses después de su desaparición, Wojtyla nos habló sobre el terrorismo internacional y dijo que estaba trabajando para llegar a una solución positiva».
Interesante análisis del estado del Episcopado francés a partir del caso de la repentina renuncia presentada -no del todo libremente- por Mons. Luc Ravel, Arzobispo de Estrasburgo. Emerge un cuadro claramente tenso y contradictorio, caracterizado por injerencias indebidas e injustificadas por parte de la Santa Sede, en abierto contraste con el derecho canónico y las mismas disposiciones del Concilio Vaticano II, algunos obispos, con dificultad y coraje, intentan resistir a las presiones romanas. El artículo nos ofrece muchos datos concretos de Francia, podemos añadir similares de otras latitudes. Un caso más, una prueba más de cómo se intenta anular los documentos oficiales del Concilio amparándose en el indefinido y agonizante ‘espíritu del concilio’.
¿Cómo pueden los que no respetan la Lumen gentium, la única constitución dogmática del Concilio Vaticano II, pretender defender al Concilio mismo? Vivimos un extraño clericalismo centralizador y autoritario mientras la ley ha desaparecido en la Iglesia posconciliar. Cuando la constitución dogmática Lumen gentium (párrafos 18-27) define a los obispos como «vicarios y legados de Cristo», les confiere «autoridad y poder sagrado», un «poder que ejercen personalmente en nombre de Cristo, propio, ordinario e inmediato», en comunión con el Romano Pontífice.
Dentro de la locura que nos rodea vemos como los gobiernos bien orientados hacia los objetivos 2030, dedican muchos esfuerzo y dineros a facilitar la esterilización de la población. En los países más ‘evolucionados’ se va por la la via de la publicidad masiva vendiendo las bondades para el planeta de la extinción humana, en muchos otros se impone y se implantan dispositivos que esterilizan a toda mujer que cae en sus manos sin hacerle muchas preguntas. Las plagas de Egipto son el paso hacia la liberación del pueblo elegido y son el paradigma del camino en el que nos encontramos, Después de la novena, la oscuridad, llega ma muerte de los primogénitos, el abortorio en el que hemos convertido nuestro mundo nos indica que ya hemos llegado. Nos queda la última, que más que plaga es extinción y estamos a las puertas, las aguas del mar rojo caen sobre nosotros y entramos en el camino de la eutanasia.
Hoy tenemos un artículo en torno a la decisión de la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) de desembolsar la píldora anticonceptiva a expensas de los contribuyentes con un gasto total para las arcas del Estado de unos 140 millones de euros anuales. Se oculta que estamos hablando de un producto con numerosos efectos adversos relacionados con su uso: pérdida de libido; erupciones en la piel; decoloración de la piel (melasma/cloasma); cambios en el peso o el apetito; náuseas; migraña; cambios de humor, incluida la depresión; agravamiento de las venas varicosas; síntomas gastrointestinales (dolor, calambres, hinchazón); vaginitis; deficiencias de vitaminas; retención de agua; discapacidad visual; insuficiencia hepática (ictericia). Ha sentencias judiciales que condenan por infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar. Cuando se toman después de los 35 años, hay un aumento del 20% o incluso del 30% en el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
Siempre tenemos el consuelo del Buen Pastor y empezamos el Mes de María con nuestro inmortal ‘Lope’:
Estaba María santa
Contemplando las grandezas
De la que de Dios sería
Madre santa y Virgen bella
El libro en la mano hermosa,
Que escribieron los profetas,
Cuanto dicen de la Virgen
¡Oh qué bien que lo contempla!
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.
Bajó del cielo un arcángel,
Y haciéndole reverencia,
Dios te salve, le decía,
María, de gracia llena.
Admirada está la Virgen
Cuando al Sí de su respuesta
Tomó el Verbo carne humana,
Y salió el sol de la estrella.
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.
«…el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada».
Buena lectura.