Hay días, hoy es uno de ellos, en los que al enfrentarnos con las noticias tenemos la impresión de estar rodeados de un mundo de locos, decadente, absurdo, ridículo, que ha perdido todo fundamento y que nos lleva al precipicio.
Hoy tenemos en todos los medios la noticia, que adelanto ayer la prensa inglesa, sobre la venta el inmueble de Londres objeto del proceso Becciu en el Vaticano. Este proceso especial, como todos los del Vaticano, ha contado con la intervención directa del Papa Francisco con cuatro rescriptos, llegando a la suspensión de algunas garantías procesales. Ante el ridículo universal tuvo que retroceder en algunas decisiones, la investigación tuvo que comenzar de nuevo, el Vaticano siempre pone el estado de derecho entre paréntesis. Los titulares de hoy: «El Vaticano perderá 100 millones de libras con la venta del lujoso edificio, ubicado en Londres, ahora en el centro de una investigación criminal internacional».
El Vaticano se encuentra en las etapas finales de la venta del edificio ubicado en 60 Sloane Avenue, en el distrito londinense de Knightsbridge, «por una suma equivalente a unos 200 millones de libras al grupo de capital privado Bain Capital, según varias fuentes que administran la venta y que declinaron hacer comentarios «. El Vaticano había invertido entre 2014 y 2018, 300 millones de libras. Esta suma escandalosa de dinero ‘perdido’ tiene su origen en las donaciones de los fieles al llamado ‘Obolo de San Pedro’. Es un tema que no puede quedar sin responsables, y el proceso del tribunal Vaticano no parece tener muchas ganas en aclarar que sucedió y quien tomo las decisiones, evidentemente las responsabilidades no se quedan en Becciu. Cien millones de libras esterlinas son unos 117 de euros, casi 20.000 millones de las antiguas pesetas, casi 230,000 millones de viejas liras, está es la dimensión de la ‘perdida’. Demasiadas preguntas sin respuesta sobre cómo se ha podido llegar a este desbarajuste en pleno pontificado de los pobres. ¿Francisco no sabía nada?, ¿no se entera de nada? Si esto hacen con el vil metal…
Otro que no parece enterarse mucho es el amigo católico abortero Biden. Estamos en plena campaña contra la reducción de emisiones de gases para combatir el calentamiento global. Ya hemos hecho referencia al lamentable rumor que inunda los sacros palacios sobre los problemas de Biden en su visita al Papa Francisco. Hoy este rumor ya es titular, lamentable titular, en una de los periódicos nacionales más leídos en Italia. Por si esto fuera poco hemos visto con Biden se nos dormía durante los discursos de la COP26 en Glasgow, el titular, pedimos disculpas anticipadas dice literalmente: «Pedo largo y ruidoso en la cara de Camilla». «Ella está molesta», pude ser un rumor sin fundamento, pero el secreto que apestaba fue lanzado por ella a la prensa británica, informando cómo la duquesa simplemente no podía «dejar de hablar de lo que había sucedido». «Fue largo y ruidoso», detallaba al Daily Mail, explicando también cómo se emitió en presencia no solo del príncipe Carlos, sino también del primer ministro Boris Jonhson.
En Alemania están descubriendo, ya les ha costado, que Dios no es hombre ni mujer. La falta de luces, tantas, terminará por ofrecernos un monstruo. En 2010 el Papa Benedicto XVI, en el libro con Peter Seewald: «Dios es Dios. No es ni hombre ni mujer, pero está más allá de los sexos. Es el totalmente Otro. Creo que es importante recordar que para la fe bíblica siempre ha quedado claro que Dios no es ni hombre ni mujer, sino precisamente Dios y que el hombre y la mujer son su imagen. Ambos proceden de él y ambos están potencialmente encerrados en él». No «conocer» el sexo de Dios no significa que se convierta en un «neutral» que no «dañe» a nadie.
Curioso telegrama de Benedicto XVI con motivo del décimo aniversario de la muerte de su recordando al amigo el Patriarca Damaskinos, lamentando la muerte «demasiado temprana» del sacerdote ortodoxo «. Agradece «el fruto de una viva relación interior con la ortodoxia que se ha mantenido y sigue creciendo en la amistad que me une cada vez más al Patriarca Ecuménico». “El diálogo de la verdad está indisolublemente ligado al diálogo de la amistad «porque» el diálogo de la verdad solo puede florecer y fructificar en un diálogo de amor, fraternidad y amistad «. Damaskinos solía referirse a Benedicto XVI como «hermano y amigo».
La Iglesia francesa está lista para una compensación récord destinada a las víctimas de los sacerdotes pedófilos franceses, la decisión se tomó en el reciente encuentro de Lourdes.
Encuentro ayer del Papa Francisco con los Jefes de Dicasterio de la Curia Romana, silencio absoluto sobre el contenido.
Ya tenemos himno a la revolución verde «Laudato Sì», lo interpretará soprano Maria Carfor, inspirado en la encíclica, compuesto por Romano Musumarra.
Terminamos con la refrescante noticia de que en 1966 un grupo de escritores, WH Auden, Evelyn Waugh, Jorge Borges y Francois Mauriac, el compositor Benjamin Britten, el guitarrista Andrés Segovia y los filósofos Augusto Del Noce y Jacques Maritain, firmaron una petición internacional pidiendo a la Santa Sede que no destruyera la antigua misa en latín. En 1971 es más conocida otra petición de Alfred Marnau de la Latin Mass Society respaldada por una impresionante selección de la élite cultural británica: estaban el editor del Times, el presidente de la Academia Británica, el duque de Norfolk, un par de obispos anglicanos y la escritora de misterio Agatha Christie.
Otra petición en 2006 para brindar apoyo moral al Papa Benedicto XVI, quien se estaba preparando para aliviar las restricciones impuestas a la antigua misa. Entre ellos se encontraban el director Franco Zeffirelli, el filósofo René Girard y el actor Jean Piat y una larga lista de artistas, músicos, novelistas y poetas. De hecho, ocho compositores, cuatro directores, tres miembros de la Académie française y dos ganadores del Premio Nobel de Literatura. Y no todos son católicos practicantes, Graham Greene era un católico cansado, Malcolm Muggeridge un converso, y la escritora Nancy Mitford, la escultora Bárbara Hepworth y la soprano Joan Sutherland no tenían ninguna conexión con la Iglesia católica.
El texto de 1971 explicaba: «El rito en cuestión, en su magnífica forma latina, ha inspirado una multitud de logros invaluables en las artes: no solo obras místicas, sino obras de poetas, filósofos, músicos, arquitectos, pintores y escultores, en todos los países y en todas las épocas. Pertenece, por tanto, a la cultura universal, así como a los hombres de Iglesia y a los cristianos formales. En la civilización materialista y tecnocrática, que amenaza cada vez más la vida de la mente y el espíritu en su expresión creativa original, que es la palabra, parece particularmente inhumano privar al hombre de la palabra en una de sus manifestaciones más grandiosas».
«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer».
Buena lectura.