Agosto va avanzando, es domingo y el calor sigue instalado en la ciudad eterna. Poca asistencia al Ángelus, como ya es habitual, hasta cierto punto, muy lógica en estas fechas. Turistas en roma siempre hay, no ceden ante las dificultades y siguen llenando las calles y plazas, la de San Pedro no parece ser la que está más de moda.
Empezamos por el prefacio del Papa Francisco en «Un cristiano en el corredor de la muerte. Mi compromiso junto a los condenados» de Dale Racinella, publicado por la editorial del Vaticano. Recinella, de 72 años, un abogado de éxito en Wall Street, cuenta la experiencia que lleva a cabo desde 1998 acompañando espiritualmente a los condenados a muerte en algunas penitenciarías de Florida junto con su esposa. Susan como capellán laico. «La pena de muerte no es en modo alguno la solución a la violencia que puede afectar a personas inocentes». «Jesús es capaz de revolucionar nuestros proyectos, nuestras aspiraciones y nuestras perspectivas». «Una tarea muy difícil, arriesgada y ardua de realizar, porque toca el mal en todas sus dimensiones: el mal hecho a las víctimas, que no puede repararse; el mal que sufre el condenado, sabiendo que se está destinado a una muerte segura; el mal que, con la práctica de la pena capital, se inculca en la sociedad». El catecismo oficial de la Iglesia Católica fue modificado en este punto por el Papa Francisco: «El propio Jubileo debería comprometer a todos los creyentes a pedir con una sola voz la abolición de la pena de muerte, una práctica que, como dice el Catecismo de la Iglesia católica, «es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona!».
Es un concejal y de Bari, pero el hecho es que todos los medios italianos dedican gran espacio a las declaraciones de la nueva concejala para el Clima y la Transición Ecológica, de Alleanza Verdi Sinistra, Carlotta Nonnis Marzano, del ayuntamiento de Bari. Marzano es bióloga marina e investigadora universitaria en zoología, de 54 años, y ha dimitido de su cargo tras una polémica por algunas de sus publicaciones en las redes sociales, en particular una que se refiere al Papa Francisco: «¿No ¿No te parece el momento de despedirte de este viejo molesto de los telediarios y acompañarle a los jardines a dar de comer a los gorriones? Ah mejor no, dada la tradición no me gustaría que se centrara en los niños». Hace unos meses, había insultado al Papa Francisco definiéndolo como un «anciano preocupante», dedicado a «atención a los niños». Sobre la reciente reunión del G7 en Bari definió a los participantes como «parásitos inútiles».
Mas interesante es el Sandro Magister con un estudio bien documentado al movimiento de Sant’Egidio: «Francisco demuestra que lo prefiere en dosis enormes. Y la Comunidad corresponde ocupando cada vez más espacios en la cima de la Iglesia». «La Comunidad ha sido muy activa en el ámbito internacional durante décadas. Uno de sus principales exponentes, Mario Giro, fue viceministro de Asuntos Exteriores en Italia en dos gobiernos anteriores y es presidente de Demos, Democracia Solidaria, un pequeño partido cuyo secretario es Paolo Ciani, también de Sant’Egidio, que se sienta en el parlamento por el Partido Demócrata».
Un signo muy visible de la «predilección que Francisco muestra por Sant’Egidio» se encuentra en el número creciente de nombramientos episcopales entre sus filas». «A Zuppi, a Paglia y al obispo de Frosinone, Veroli y Ferentino Ambrogio Spreafico, ordenados durante el pontificado de Benedicto XVI, se sumaron en 2021 Giuseppe Mazzafaro, obispo de las diócesis de Cerreto Sannita, Telese y Sant’Agata de’ Goti, y en 2023 Giorgio Ferretti, arzobispo de Foggia y Bovino». «El pasado mes de julio Francisco confió a la Comunidad la recién creada Comisión de los Nuevos Mártires que ecuménicamente debe ocuparse de los mártires de todas las confesiones cristianas, «de los cuales Andrea Riccardi, el fundador de Sant’Egidio, es el vicepresidente, Marco Gnavi, párroco de la basílica romana de Santa María en Trastevere, es el secretario, y los miembros son Angelo Romano y Gianni La Bella, otro profesor universitario de historia contemporánea, la profesión típica de los miembros del «alto nivel de la Comunidad».
«No sorprende, por tanto, que Francisco, que ha establecido la regla de que todos los presidentes de los movimientos católicos no permanezcan en el cargo más de diez años, tolere benignamente que Marco Impagliazzo, profesor de historia contemporánea en la Universidad de Roma Tre, continúa presidiendo ininterrumpidamente la Comunidad de Sant’Egidio desde 2003». Sandro Magister recuerda: «Al cardenal George Pell, con su reconocida experiencia en la materia, le encantaba decir: “Ojo, porque si Zuppi es elegido en el cónclave, el verdadero Papa será Andrea Riccardi”, es decir, el todopoderoso fundador de la Comunidad». Riccardi siempre ha sido el único con el poder real para mover todos los hilos de esa formidable máquina que es Sant’ Egidio». La pregunta es si estos cables llegan también a la Casa de Santa Marta.
Muchas noticias sobre la presencia de imágenes de Rupnik en los medios oficiales del Vaticano. Rupnik está siendo investigado actualmente por el Dicasterio sobre la doctrina de la fe tras levantar la prescripción decidida por el Papa Francisco bajo presión de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. El invitación del cardenal Sean O’Malley , presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, a no volver a exponer las obras de Rupnik ha sido ignorada. La obstinación del Vaticano, ya acusado por su gestión del caso Rupnik, corre el riesgo de dañar la credibilidad de la lucha interna contra los abusos de los que el cardenal O’Malley ha sido uno de los símbolos en los últimos años. El prefecto del Dicasterio para la comunicación, Paolo Ruffini, pronunció hace poco unas palabras muy discutidas sobre el caso: «hay un procedimiento en marcha, así que hay que esperar el procedimiento, no estamos hablando de abuso infantil”. Hay personas muy vinculadas al Centro Aletti fundado por Rupnik y que trabajan en el Vaticano.
Y nos vamos a un mundo mas civil, pero con una gran influencia en la vida católica sobre todo en nuestra vieja Europa. De Gasperi es uno de los fundadores de la Unión Europea con fama de santidad.En vísperas del 70° aniversario de su muerte, un artículo de hoy nos ofrece una intervención suya el 29 de noviembre de 1953 como inauguración del año académico 1953-1954 de la Universidad Internacional de Estudios Sociales, Universidad Pontificia «Angelicum». Crítica el internacionalismo del movimiento obrero porque es incapaz de contribuir a la reconstrucción y la paz a través de la unificación europea; compara la clase trabajadora de Estados Unidos con la de Rusia; subraya que la centralidad del hombre como persona es una característica de la civilización europea; identifica en la Europa unida una posible mediación entre el capitalismo privado y el capitalismo de Estado.
El llamamiento del «Manifiesto Comunista» a los trabajadores de todo el mundo para que se unieran se fusionó inicialmente con el humanitarismo internacional de Giuseppe Mazzini, quien enseñaba que «en la cooperación y la división del trabajo, la vida nacional es el instrumento, la vida internacional es la meta». La incapacidad de trabajar para evitar enfrentamientos entre naciones o contribuir a resolver conflictos nacidos de guerras es común a todos los movimientos internacionales. «La Europa de la civilización moderna comenzó cuando se difundió y prevaleció el principio de que el hombre es persona, que se convierte en persona a través del trabajo, pero sobre todo en la medida en que su finalidad supera la del Estado. Así es como Europa se convierte y se siente como una comunidad de espíritus que trasciende las fronteras políticas y sanguíneas». «No debemos perder la esperanza de que la Europa unitaria se convierta en un centro de mediación entre el capitalismo privado y el capitalismo de Estado, un campo de experimentos de cooperación entre capital y trabajo. Aquí vencemos a las naciones, sin absorberlas, sino utilizando sus fuerzas vitales; ¿Por qué no confiar en que las clases serán superadas sin suprimirlas, sino coordinándolas para el bien común?».
«No le pedimos a nadie que doblegue la bandera ni acepte prejuicios. Les pedimos que crean en el futuro de Europa como creemos en el destino del hombre para hacer que la civilización progrese en todas partes». «Trabajamos este tejido con paciencia y perseverancia, aunque a veces parezca el lienzo de Penélope. Nuestro esfuerzo es sólo una pequeña parte del inmenso y cotidiano esfuerzo que soporta el mundo del trabajo en el esfuerzo secular de su elevación».
Las relaciones entre el oriente y el occidente europeo siempre han sido complejas con muchos malentendidos debido a sus respectivas peculiaridades de lenguaje y mentalidad. Nos ofrecen un interesante testo Maxim Grigorieff nacido en Siberia en el seno de una familia ortodoxa rusa y que se convirtió a la fe católica en 2014, tras profundizar en la historia de la Iglesia y leer a los Padres de la Iglesia. Actualmente es seminarista de la Iglesia católica rusa de rito bizantino de San Petersburgo.
«El que come de este pan vivirá para siempre».
Buena lectura.
Gracias Specola, cada día menos, mas solitaria esta la plaza, es una realidad evidente, que no se puede tapar,
Se regodea (por enésima vez, y sin confesarse por ello) nuestra abuela cigüeña de esa Plaza de San Pedro tan desnutrida de fieles.
37ºC a las 12 del mediodía.
A los que se escabullían a Castelgandolfo les hubiera pasado lo mismo.
Rellenar más la plaza no significaba que les hiciera caso mucha más gente.