El Papa Francisco y la agenda 2033, los movimientos populares en el Vaticano, los nuevos pecados sinodales, a vueltas con el mal menor, vandalismo en Notre Dame, el proselitismo del diálogo.

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2 comentarios en “El Papa Francisco y la agenda 2033, los movimientos populares en el Vaticano, los nuevos pecados sinodales, a vueltas con el mal menor, vandalismo en Notre Dame, el proselitismo del diálogo.
  1. Promover el Evangelio y alentar las conversiones se considera una forma de proselitismo, casi un acoso a los demás.

    Si alguien es ateo, agnóstico o de otra religión debe seguir siéndolo y proponerle el cristianismo es una forma de opresión indebida.

    Sin embargo, si a un cristiano no sólo se le ofrecen sino que se le imponen, de hecho o de derecho, modelos morales contrarios a su propia sensibilidad, entonces no, eso no es proselitismo, no son «solicitudes para pensar como yo».

    Si sigues la corriente principal, el proselitismo ideológico siempre está bien. ¿Por qué los cardenales y obispos más escuchados en el Vaticano son los que tienen los seminarios más vacíos y los que hacen huir a los más fieles?

    La Iglesia hoy, es como si un joyero quitara el oro y las piedras preciosas de tienda y las sustituyera por trastos de cada vez más pobre valor ¿Quién, queriendo comprar algo de valor, entraría en esa joyería?

    ………

    El texto critica muy rebién la forma en que se percibe el proselitismo cristiano-católico en la sociedad contemporánea y la misma Iglesia desde el mismo Francisco los obispos y cardenales, destacando que mientras se considera inapropiado que los cristianos católicos promuevan su Fé a quienes son ateos, agnósticos o de otras religiones, las ideologías o filosofías contrarias al cristianismo católico pueden imponerse sin ser vistas como proselitismo. Al mismo tiempo, bien destacado, pues, se señala una paradoja en la Iglesia católica actual:

    – los líderes eclesiásticos más escuchados son aquellos cuyas diócesis están en declive, lo que se compara con un joyero que sustituye las joyas valiosas por objetos de menor valor, alejando a los compradores (o fieles), si entendí bien.

    Par condictio iurium

    Este tipo de situación podría considerarse un ejemplo de «doble rasero» o «doble estándar».

    1. En términos más formales, podría describirse como una asimetría normativa o desigualdad de trato, donde una regla o norma se aplica de manera diferente según el contexto o la identidad de las personas involucradas.

    2. También se refiere como una asimetría ideológica, donde se permite la promoción de ciertos sistemas de creencias, pero se restringe la expresión de otros.

    Esta situación también tiene otros nombres plurales, es una asimetría de poder cultural, hegemonía cultural o tolerancia represiva:

    1. Asimetría de libertad religiosa: la aplicación desigual de los principios de libertad religiosa.

    2. Discriminación religiosa selectiva: el trato diferencial basado en la afiliación religiosa específica.

    3. Doble estándar ideológico-religioso: es la aplicación inconsistente de normas entre diferentes grupos religiosos o ideológicos.

    4. Sesgo secular: tendencia a favorecer perspectivas no religiosas o antirreligiosas sobre las religiosas en el discurso público.

    5. Marginación religiosa asimétrica: Indica cómo ciertas tradiciones religiosas son marginadas más que otras en la esfera pública.

    6. Pluralismo religioso desequilibrado: forma de pluralismo que, paradójicamente, restringe ciertas expresiones religiosas.

    7. Secularismo excluyente: un enfoque del secularismo que tiende a excluir ciertas expresiones religiosas del ámbito público.

    8. Intolerancia tolerante: Una paradoja donde, en nombre de la tolerancia, se muestran actitudes intolerantes hacia ciertas creencias religiosas.

    – Esta situación hay que rechazarla de plano y oponerse a ella aunque venga del mismo Francisco, de un obispo, de un cardenal, de un líder de una congregación religiosa, o de un laico destacado o dirigente. ¡No, no y no!

    – Hay que actuar tal y como dijo Jesucristo, el mandato misionero en su máxima intensidad y extensión, hay que realizar el proselitismo para que la única y exclusiva verdad salvadora, que viene sólo de la Iglesia Católica, para la salvación de las almas, con el fin de que beneficie al máximo de almas posibles, sean de la ideología y de la religión que sea, pues la única religión verdadera que lleva al Dios verdadero es la católica tradicional, no la modernista y tradicional, y que este mandato misionero se debe de hacer sin restricción y en plena libertad: ateos, judíos, islámicos, budistas, comunistas…

  2. De hecho, existe un derecho a emigrar, pero respetando las leyes justas del país de acogida. La Iglesia nunca ha estado a favor de una acogida incondicional e indiscriminada de los emigrantes: «La regulación de los flujos migratorios según criterios de equidad y equilibrio es una de las condiciones indispensables para garantizar que las inserciones se produzcan con las garantías que exige la dignidad de los emigrantes. persona humana» (Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 298); En lo que respecta a los flujos migratorios, la «política de cooperación internacional […] debe ir acompañada de normas internacionales adecuadas capaces de armonizar los distintos marcos legislativos, con miras a salvaguardar las necesidades y los derechos de los emigrantes y de sus familias y, al mismo tiempo, , los de las sociedades de desembarco de los propios emigrantes» (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 2009).

    Las elecciones en Alemania donde AFD ganó en Sajonia y Turíngia y ganará en Brandenburgo en cinco días, basándose entre otras cuestiones en los efectos negativos de la inmigración legal e ilegal, sitúan las declaraciones de Francisco en contra de toda lógica, racionalidad y legalidad: da la sensación de que incluso nos hemos de oponer y resistir como gatos panza arriba porque si las aceptamos, Francisco nos destruye nuestra propia existencia y esencia. Por cierto en trece años no ha visitado España que es la madre patria…

    Y es que toda nación tiene los siguientes derechos en la emigración:

    1. Tiene derecho a seleccionar los países de donde proceden los emigrantes, por ejemplo España sólo acepta a emigrantes de Argentina y Uruguay porque étnicamente son idénticos a España.

    2. Todo país tiene derecho a expulsar a todos los emigrantes, legales o ilegales, regulares o irregulares, cuando finalicen los requisitos de permanencia o no cumplan con la ley

    3. Incluso los casos de refugiados y asilos pueden ser negados cuando la aplicación de los misma ley para estos cados sea de imposible cumplimiento material.

    Por ejemplo, África tiene 1.300 millones de habitantes, y si se diese una catástrofe que obligara a 250 ó 400 millones de personas ir como asilados, refugiados y desplazados hacia una Europa que solamente tiene 450 millones de habitantes y una ecología que solamente está adaptada a esa población (agua, suelo, transportes, viviendas, educación, hospitales, subvenciones económicas), entonces incluso esta ley no se aplica de ninguna de las maneras por aceptar a la ecología y a la economía, sociedad, cultura y política de la nación.

    Los cardenales y los obispos tienen el deber ineludible de corregir estas insensateces, aberraciones y absurdidades ilógicas e irracionales de Francisco respecto de la emigración.

    La inacción que están haciendo los obispos y cardenales, que se extiende hacia Amoris laetitia, Fiducia supliccans, Tradicionis custodes, entre otros muchos temas, es un pecado mortal de omisión hacia la salvación de las almas y hacia la transmisión de la verdadera Fé católica. La omisión de obispos y cardenales es un verdadero escándalo y confusión hacia el pueblo de Dios.

    Lo único que hacen las declaraciones de Francisco es incrementar la resistencia contra las mismas declaraciones, la aversión hacia la Iglesia Católica y la cátedra de San Pedro, e incrementar el voto hacia partidos políticos pertenecientes a movimientos y partidos que quieren controlar la emigración que actualmente está descontrolada.

    Sea o no pontífice, Francisco tiene el deber ineludible de exponer la fidelidad de toda la verdad que la doctrina social católica expone sobre la emigración, de todo tipo de migración, y en situaciones normales y excepcionales.

    La responsabilidad y culpabilidad del actual situación de la Iglesia no sólo es unipersonal de Francisco, sino que es colegiada por parte de cardenales y obispos.

    A estas alturas del 2024 ellos son también la fuente del problema, y son más de 5.000 obispos y cardenales.

    Ya estamos en un momento que hay que decir BASTA YA, y ya estamos en una circunstancias en las cuales hay que oponerse y resistirse y desobedecer a todo lo que cualquier católico vea que no corresponde a la sana doctrina, proceda de un papa, de un cardenal o de un obispo.

    Ya son cuestiones existenciales de la misma Iglesia Católica y del Occidente.

    Solo hay que ver qué países están afectados por esta inédita y nunca jamás vista en la historia invasión de emigración ilegal:

    – en Europa procede del África

    – en Asia se dirige hacia Australia y Nueva Zelanda

    – en América se dirige hacia Estados Unidos procedente de países de Sudamérica que están en proceso de estado fallido, podríamos decir que calculadamente fallidos.

    Basta ya.

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