La semana de Pascua es festiva en muchos lugares, en la curia no hay propensión natural a una gran actividad, no la hay nunca, mucho menos cuando se encuentra una disculpa, por pequeña que sea. Otra cosa es que las prisas se notan y estamos en momentos que todos, incluso el Papa Francisco, entiende que son el acaso de su pontificado. Esperamos una lluvia de ‘motus proprios’ que se han estado cocinando a lo largo de los años y que esperan la oportunidad. El próximo cónclave no se presenta tan claro como algunos podrían pensar, ni con el Tucho silente, y de aquí nos vienen las prisas. Los hay ingenuos, la historia está llena de ellos, que piensan que el mundo no existía antes que ellos y que deben dejar todo atado y bien atado ‘in saecula saeculorum’. Hay muchas formas de hacer el ridículo, esta en una de las más vistosas y solemnes.
El Papa Francisco decía al inicio de su pontificado que el contaba con que sería breve, esto ya no se puede decir. Iniciar procesos para que otros lo sigan no parece que esté dando los resultados apetecidos. Pretender imponer por la fuerza no suele dar buenos resultados y se llega a crear un rechazo que nos lleva a asentarnos en el contrario. No cabe duda de que el mundo que rodea el ‘francisquismo’ se derrumba y que no tiene continuidad, en algunos casos por edad, en otros porque hay mucho oportunista que está muy habituado a cambiar de chaqueta y ya tienen preparada la siguiente. Fieles entusiastas, lo que dice fieles, no se ven.
El objetivo de esta Specola es contar lo que vemos en los medios, que no es todo, pero es lo que llega al gran público. No pretendemos hacer la crónica de lo que el Papa Francisco dice o hace, esto lo encuentran en la página oficial del Vaticano. Estamos convencidos de que los discursos oficiales del Papa Francisco no crean problemas, están redactados por un buen equipo y muy revisados. Sus improvisaciones, muy abundantes, es donde está el interés informativo y es el mundo que nos da tanto trabajo.
Ayer tuvimos ‘Regina coeli», hemos escuchado la campana de las grandes fiestas de San Pedro, el campanone Valadier, Todo parece normal, nada lo es, vamos con las noticias de hoy.
Seguimos con artículos sobre los detalles inéditos sobre el Cónclave de 2005 revelados por el Papa Francisco. Los recuerdos siempre son personales, nos seremos nosotros los que los discutamos, pero la realidad es otra cosa y todo apunta a que recuerda mal, quizás la distracción en momentos tan importantes causa distorsiones muy complicadas. Estamos seguros que terminará, antes o después, poniéndose de acuerdo consigo mismo. Sabemos que en 2005 Joseph Ratzinger fue elegido después de cuatro votaciones. Según diversas reconstrucciones, el argentino Bergoglio obtuvo hasta 40 preferencias en la tercera votación frente a las más de 70 del alemán. En el nuevo libro-entrevista, el Papa Francisco desmiente esta versión anterior y se presenta como el hombre que rompió el estancamiento en el Cónclave al permitir que Ratzinger fuera elegido con un supuesto paso atrás.
«Habiendo llegado a la cima de la montaña del Vaticano, antes de contemplar los escombros que se encuentran debajo, Bergoglio se transfigura saludándose con un aluvión de autobiografías, memorias, confesiones, chismes y otros productos de papel fragantes. El Papa Francisco explica a sus escribas los subterfugios del cónclave que eligió a Ratzinger: me «utilizaron», dice, para evitar la elección de Ratzinger, no querían un Papa «extranjero». ¿Desconocido para quién o qué? ¿No querían un Papa que estuviera en contra de la «inmundicia en la Iglesia?»
«¿Por qué Bergoglio se refiere al Cónclave que eligió a Ratzinger y no al que lo eligió a él? Sabe muy bien que las «maniobras» están expresamente prohibidas por la Universi Dominici Gregis . ¿Arroja la piedra al estanque para ocultar, dejando que los catadores oficiales «saquen conclusiones», el hecho de que Ratzinger era un Papa ilegítimo?». «¿Cuál es la urgencia de raspar un cónclave de hace diecinueve años? ¿Cuál sería la necesidad de recurrir ahora a este poder de los Papas para decir lo que les viene a la cabeza, atribuyéndolo a las sorpresas del Espíritu, sobre un aspecto decisivo como es la elección del pontífice? ¿Qué obtienen de ello los fieles de la especie común, aparte de la foto grupal de los cardenales electores descritos como una pandilla de manipuladores?»
Con el llamamiento del Papa a Ucrania para que busque negociaciones para poner fin a la guerra con Rusia, surgió la indignación de los miembros del gobierno ucraniano, absolutamente reacios a rendirse y «izar la bandera blanca» hasta la inevitable victoria final. Con cierto sarcasmo, los mismos exponentes preguntan por qué el Papa no hace el mismo llamamiento a Rusia, que innegablemente e injustamente inició todo. La razón es muy sencilla: Ucrania está en peores condiciones y cada vez se habla más de su posible derrota desastrosa. El coro de la prensa belicista se desvanece para pasar de ciertos tonos de la fuerza cultural.
Ahora sí, entramos en el mundo de la broma, el primero de abril lo es en algunos países, entre ellos en Italia. La bulla, la diversión, la jarana, la gresca, la burla y la chacota; con la mofa y la guasa siempre sin una salida mejor y mas humana que las lamentaciones. Hoy nos encontramos el anuncio, suponemos que burlesco, de que tenemos «HABEBAMUS PAPAM» el 30º Motu Proprio del Papa Francisco que parece que prefiere que lo llamen oficialmente, presidente JMB y dejarnos de tanta antigualla inútil. «Ya en el año 2020, escribe Francisco, suprimió algunos títulos pontificios en el Anuario Pontificio, como «Vicario de Jesucristo», «Sucesor del Príncipe de los Apóstoles» y «Siervo de los Siervos de Dios». El mismo Anuario Pontificio lo presenta simplemente como «Jorge Mario Bergoglio».
«El motu proprio «Habebamus Papam» decreta que a partir del 29 de junio, fiesta de los santos Pedro y Pablo, también se suprimirá el título de «Papa». En cuarto lugar, es necesario que la Iglesia adopte una estructura de liderazgo que sea accesible a los hombres y mujeres modernos. En consecuencia, en el futuro, el título de «Papa» será sustituido por el de «Presidente». El Motu proprio también decreta que se suspenderá la práctica de cambiar el nombre de un cardenal después de que haya sido elegido Papa. Esta medida restablecerá la dignidad del nombre de bautismo, que no debe ser sustituido por otro nombre, porque esto da la impresión de que convertirse en Papa es más que ser bautizado. Francisco volverá a ser «Jorge Mario» cuando entre en vigor el motu proprio, esto se ajusta a la práctica del clero secular y de los jesuitas, que utilizan su apellido en lugar de su nombre. El nuevo Motu Proprio exhorta a todos los creyentes de buena voluntad a dejar atrás la nostalgia y la añoranza del pasado, explicando que este cambio está en la lógica de Ecclesia semper reformanda». Es una broma, quien sabe, lo mala es que hasta es creíble.
En «Insignia et mirabilia «, que entra en vigor con la fecha de su publicación el 1 de abril, el Papa Francisco llama a todos los obispos a utilizar ahora símbolos individuales en lugar de un escudo heráldico para ellos y su diócesis. “Es importante que los nuevos signos tengan un significado pastoral y un lugar en la vida de la piedad popular”. Por ejemplo, una rosa podría representar atención y afecto, un laberinto podría representar la vida a menudo confusa de muchas personas, o un emoticón podría representar la alegría de vivir que transmite la fe. “Por supuesto, se pueden seguir utilizando símbolos cristianos probados y comprobados, como la cruz”, dijo Francisco. Pero las diócesis, los obispos, los sacerdotes y los religiosos deberían tener la valentía de utilizar nuevos símbolos que sean apropiados al presente. Los eclesiásticos que se negaran a renunciar a su actual escudo de armas serían examinados por el Vaticano: «En casos individuales, el dicasterio de obispos también puede retirar el escudo y asignar un nuevo símbolo».
El Papa Francisco se apunta el primero y sus nuevos símbolos serán una taza de mate junto a una cruz: “Empiezo el día cada mañana con un sorbo de mate y una oración ante la cruz”. En la misma misiva elogió el escudo del cardenal Víctor Manuel Fernández, que muestra una cruz en aureola rodeada por una paloma y un cayado de obispo. El Prefecto del Dicasterio de la Fe ya ha cumplido en gran medida todos los requisitos de «Insignia et mirabilia» y sólo le falta quitar el escudo, el galeno y otras insignias para poder servir de modelo para el cambio heráldico deseado por Francisco.
Terminamos con algo mas serio y Valli, nos ofrece una carta de un lector que nos ayuda a entender lo que sienten hoy muchos católicos. «Algunos de sus artículos de los últimos tiempos muestran ese cansancio determinado por la situación desastrosa y dolorosa que atraviesan nuestra sociedad y nuestra Iglesia». «Un católico que ama verdaderamente a Cristo se ve obligado a afrontar una dura realidad en su vida diaria: el continuo vilipendio de su Fe; la imposibilidad de confiar abiertamente con otros católicos (si son más «modernos», el diálogo es verdaderamente difícil); la incomprensión por parte de muchos sacerdotes; guetización; la sensación de impotencia y mucho más. Creo que la mayoría de nosotros escondemos en el corazón el dolor de ver a la Iglesia de Cristo, nuestra Iglesia Madre, vilipendiada y empobrecida». «Vivir con dolor duele y este dolor es quizás hoy nuestro martirio silencioso. Sé que somos muchos los que sufrimos. Por lo tanto, también podemos ser muchos de nosotros ofreciendo juntos. No se perderá nada».
«Mujer, ¿por qué lloras?»
Buena lectura.
Qué el Señor asista lo antes posible a esta Iglesia milenaria y nos libre de tanta y tanta ignominia bajo este falso Papa que atestigua y elimina ser Vicario de Cristo… De quien entonces es? Lo sabemos perfectamente.. No ganarás está batalla Bergoglio!
¿Putin como katejon?
Interesante.
Hay muchos católicos buenos que sufren hoy en el mundo viendo como se destroza a su Santa Madre Iglesia. Estamos viviendo su Pasión, esperemos que pronto lleguemos a la Resurrección de la una santa católica y apostólica Iglesia romana, con su Santa Tradición de 20 siglos. Y que el gigantesco boquete abierto desde los años sesenta del siglo pasado por los herejes modernistas infiltrados se pueda rellenar y volver a darnos la mano con las cientos de generaciones anteriores de buenos y fieles católicos. Ese día tendríamos que entonar todos un impresionante Te Deum. En latín, nuestra lengua universal de siempre.