Estamos entrando en el mundo de las quinielas, las condiciones de salud del Papa Francisco están en el punto de mira, obligado ahora a usar una silla de ruedas durante un mes y ninguna información sobre la evolución de la complicada intervención de hace casi un año. La visita al l’Aquila, la simbología de esta ciudad ligada a Celestino V, el primer Papa dimitido de la historia, ha desatado una marea de suposiciones. Benedicto XVI también visitó la tumba de Celestino V para dejarte su palio como regalo. El consistorio de agosto puede ser algo más, todo apunta a un posible y cercano cónclave, que reúne a cardenales que no se conocen en absoluto. Creemos que el Papa Francisco no tiene ninguna intención de dimitir, pero Dios dispone, y las cosas pueden ir por caminos que le hagan cambiar de planes.
Tosatti nos trae un artículo de One Peter Five sobre el «cardenal Cupich designado como sicario antitradicional». El tiempo vuela y nos olvidamos que el 5 de julio de 2016, el cardenal Sarah, entonces prefecto de Culto Divino, pronunció un discurso en el que apoyó oficialmente la llamada «reforma de la reforma» que había emprendido Benedicto XVI. Ensalzando la liberalidad de la Misa en latín y la promoción de la reverencia y el respeto en la liturgia. En una semana, el Papa Francisco contradijo al cardenal Sarah diciendo que «¡hablar de ‘reforma de la reforma’ es un error!». En 2020, el Cardenal Sarah condenó los sacrilegios contra el Santísimo Sacramento durante la emergencia de COVID y confirmó el derecho de los fieles, desde la antigüedad, a recibir el Santísimo Sacramento en la boca. Unos meses después, a principios de 2021, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Sarah y Arthur Roche lo reemplazó en mayo de 2021.
La Traditionis Custodes, que fue condenada en términos muy duros por el cardenal Sarah: «Lo sagrado no se puede decretar, se recibe de Dios y se transmite… Lo que está en juego es, por lo tanto, mucho más importante y serio que una simple cuestión de disciplina. Si exigiera un vuelco de su fe o de su liturgia, ¿en nombre de quién se atrevería la Iglesia a dirigirse al mundo? Su única legitimidad es su consistencia en su continuidad». En 2016, en noviembre, Cupich fue elevado a cardenalato por el papa Francisco. En septiembre de 2014, fue nombrado arzobispo de Chicago, prohibió por completo la misa en latín y estableció que la misa versus populum debía celebrarse «ordinariamente» para » dando pruebas claras de la unidad de esta Iglesia local” y “acogiendo la enseñanza del Concilio Vaticano II y sus libros litúrgicos”. Vemos como una pequeña minoría en el Vaticano puede usar la maquinaria de la burocracia romana para perpetuarse en la próxima generación.
El periodista de Le Figaro, a cargo de la información religiosa, comenta la decisión del Vaticano ‘contra’ la Diócesis Fréjus-Toulon, después de la convocatoria del obispo Dominique Rey en Roma, el domingo 29 de mayo de 2022 por la noche: «La decisión sin precedentes, tomada por Roma, de «suspender» las ordenaciones sacerdotales que debería haber celebrado el 26 de junio el obispo Rey, está creando problemas en la Iglesia católica. En la memoria de teólogos y obispos, tal sanción nunca se ha visto. Porque la «suspensión» -ordenada por Roma- de las ordenaciones sacerdotales en la diócesis de Fréjus-Toulon debe definirse como una sanción, una manera brutal de imponerse al obispo local».
Los comentarios en torno al hecho no tienen desperdicio: «Muchos se quejan, de que el gobierno de la Iglesia católica se está endureciendo, reina un miedo generalizado. Vivimos tiempos muy alejados de la serenidad que presencié durante mis años romanos, bajo Juan Pablo II pero también bajo Benedicto XVI». «A estos dramas hay que añadir la psicología muy particular de los sacerdotes y prelados. Con todo respeto, son célibes confirmados por naturaleza. Ellos, como todos, tienen sus propios hábitos. Su voto de obediencia nunca se ha vivido como el de un suboficial. Sobre todo porque muchos están repletos de diplomas de educación superior, a menudo hablan varios idiomas, cambiando de uno a otro con una facilidad desconcertante. La mayoría de ellos son líderes de alto nivel que han dado todo, sus vidas, por la causa de la Iglesia. Muchos son exigentes con ellos mismos. Y exigentes con la Iglesia. Quieren, y es perfectamente normal, que se les respete un poco».
«Añadimos a este factor clerical, el factor italiano. Sin desprecio por este elemento (…) , pero trabajar en el Vaticano en una Italia que siempre está al borde del colapso -pero que nunca se derrumba, ese es su secreto- es un privilegio envidiado por los romanos». «Los italianos, que constituyen el 90% de los empleados del Vaticano, están bloqueando las reformas de forma lenta, pero segura, como saben hacer, con garbo y elegancia. Esto crea altas tensiones». «El Vaticano no es la Iglesia, muy afortunadamente, no debemos equivocarnos al respecto. La Iglesia supera infinitamente a «su» estado más pequeño del mundo. Es, sin embargo, el centro de mando y revela la grandeza y las grietas de este sistema clerical, único en el mundo». «El Vaticano, como la Iglesia institucional, no lo están haciendo bien en este momento, es complicado entender desde fuera la profundidad de un malestar que pocos se atreven a describir públicamente».
El tema francés sigue coleando en términos muy duros. ¡No se sabe por qué el hacha cae hoy sobre diez jóvenes que se disponían a dar su vida a Dios cuando nada tenían que ver con los problemas imputados a su obispo! Esto se asemeja a una «toma de rehenes», el signo de una inquietante deriva autoritaria. ¿Por qué un castigo colectivo contra las personas que no están involucradas? La autoridad no necesita ser autoritaria para ser ejercida. La autoridad que recurre al autoritarismo demuestra que no puede afirmarse y es el signo claro de una grave crisis de confianza.
Hasta hace poco, Mongolia rara vez aparecía en las páginas de las publicaciones católicas, hoy cuenta con el cardenal más joven del Sacro Colegio, si bien es de origen italiano. El catolicismo en Mongolia se remonta al siglo XIII de manos de los franciscanos. En 1253, Guillermo de Rubruk emprendió un viaje a los territorios mongoles, tras lo cual escribió «Viaje a los países del Este», y compiló un mapa de viaje. Actualmente, en el país hay unos 1300 católicos, distribuidos en cuatro parroquias. En 2020 hubo 1354 bautizados de 3.278.290 habitantes. Parece que en el acuerdo secreto con los comunistas chinos hay una cláusula que prohíbe a la Santa Sede crear cardenales en su territorio y esta puede ser la razón del nombramiento en un país muy vinculado a China. Mongolia pronto se integrará en la Conferencia de Obispos Católicos de Asia Central con Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Turkmenistán y Tayikistán.
L’Espresso anuncia la publicación de «Amén», sobre el ascenso y caída del intocable cardenal Becciu.
“El Papa se enteró del ataque a la iglesia en Ondo, Nigeria, y de la muerte de decenas de fieles, muchos niños, durante la celebración de Pentecostés. Mientras se esclarecen los detalles del incidente, el Papa Francisco ora por las víctimas y por el país, dolorosamente afectado en un momento de celebración, y encomienda a ambos al Señor, que envíe su Espíritu para consolarlos”. Cincuenta o al menos «docenas» murieron durante un ataque de un comando armado que irrumpió en la iglesia católica de San Francesco Javier, en la ciudad de Owo. Algunos fieles y el Sacerdote habrían sido secuestrados.
«Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa».
Buena lectura.
«En 2016, en noviembre, Cupich fue elevado a cardenalato por el papa Francisco. En septiembre de 2014, fue nombrado arzobispo de Chicago, prohibió por completo la misa en latín y estableció que la misa versus populum debía celebrarse «ordinariamente» para » dando pruebas claras de la unidad de esta Iglesia local” y “acogiendo la enseñanza del Concilio Vaticano II y sus libros litúrgicos”. Vemos como una pequeña minoría en el Vaticano puede usar la maquinaria de la burocracia romana para perpetuarse en la próxima generación.»
Otra afrenta contra la verdadera Iglesia del inicuo y excomulgado Bergoglio. Se vuelve a indicar lo mismo: Traditionis custodes es inicua, ilícita e inválida por proceder de un Bergoglio excomulgado con sede impedida absolutamente por pluralidad de herejías.
Por lo tanto, prohibir o limitar la celebración de una Santa Misa según el Canon Romano de siempre es un acto inicuo, inválido e ilícito que afecta a materia grave (el derecho fundamental a la libertad de culto), causa perjuicio grave (las misas están prohibidas o limitadas), es un mandato de un excomulgado latae sententiae non declarata que carece de justa causa (vulnera una Santa Misa procedente de la Sagrada Tradición Litúrgica) y viola la prohibición de innovar (deroga Summorum pontificum).
Los que se lamentan de Traditionis custodes pero la obedecen se lo tienen bien merecido: ajo y agua, y a soportar su dolor. Y ello es así porque incumplen dichos prelados, cardenales y obispos su deber de defender a la verdadera Fé Católica, no resistiendo y no desobedeciendo las normas inicuas de un Bergoglio que está fuera de la unidad eclesial y de la comunión con la Iglesia, y no declararlo tal como está en sede impedida absoluta (prorsus impedita) equivalente a sede vacante por haber cometido pluralidad de herejías, tal como determinan los cánones 412-415 CDC que implementan por analogía el canon 335 CDC que está en omisión legislativa.
«El periodista de Le Figaro, a cargo de la información religiosa, comenta la decisión del Vaticano ‘contra’ la Diócesis Fréjus-Toulon, después de la convocatoria del obispo Dominique Rey en Roma, el domingo 29 de mayo de 2022 por la noche: «La decisión sin precedentes, tomada por Roma, de «suspender» las ordenaciones sacerdotales que debería haber celebrado el 26 de junio el obispo Rey, está creando problemas en la Iglesia católica. En la memoria de teólogos y obispos, tal sanción nunca se ha visto. Porque la «suspensión» -ordenada por Roma- de las ordenaciones sacerdotales en la diócesis de Fréjus-Toulon debe definirse como una sanción, una manera brutal de imponerse al obispo local».»
La solución es muy fácil: el obispo los debe de ordenar desobedeciendo un mandato inválido e ilícito de Bergoglio.
En efecto, Bergoglio es un heresiarca excomulgado latae sententiae non declarata con sede impedida absoluta y con sede limitada a justa causa y con prohibición de innovar.
Al ser una excomunión non declarata, es decir, constituida por imperio de la ley, pero no ser «declarata», es decir, no impuesta por el colegio de cardenales o un concilio ad hoc mediante una disposición pública y formal que motive la sede vacante y la apertura de un cónclave para elegir un nuevo pontífice, todo ello motiva que el pontífice en excomunión non declarata pueda ejercer sus potestades de orden sacramental y jurisdicción en los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) sólo con justa causa y con prohibición de innovar.
Evidentemente, en el caso de prohibir la ordenación de los seminaristas, no hay justa causa y además, incurre en la causa de desobediencia a las órdenes del Pontífice declaradas por la Escuela de Salamanca: el Pontífice que no actúa como Pontífice porque dicta normas inicuas, injustas, inválidas e ilícitas no ha de ser obedecido, porque afecta a materia grave (nuevos sacerdotes) y causa un perjuicio grave (la diócesis carece de los nuevos sacerdotes).
La Cabeza de la Iglesia, Bergoglio, está corrupta y podrida de herejía, pues su excomunión procede de la herejía, o mejor dicho, del conjunto de herejías nacidas el 2016 del Capítulo VIII de Amoris laetitia y en el Rescripto ex audientia de 5.6.17 (AAS 7.10.16, pág. 1071-76), las cuales son:
1. Derogación de los actos intrisece malum y aprobación de los actos morales luteranos bonum imperfectum et incompletum: si en el adulterio o homosexualidad hay los bienes del amor, respeto, cuidados, estabilidad y asistencia, entonces lo malum in se pasa a ser virtuoso y salvador. Esto ha sido elevado a magisterio auténtico (obligación de obedecer bajo pena justa) por el Rescripto ex aud. 5.6.17 (AAS 7.10.16, pág 1071-76)
2. La gracia divina no da fuerzas para cumplir los Mandamientos
3. Una persona si obedece una prohibición divina puede pecar contra Dios por ese mismo acto de obediencia
4. Los adúlteros no están necesariamente en un estado de pecado grave objetivo, pueden recibir la gracia santificante y crecer en la caridad ejerciendo dicho pecado grave
5. Se puede violar con libertad un Mandamiento y no estar en pecado mortal
6. Hay adulterios que pueden ser moralmente correctos o incluso mandados por Dios
CONCLUSIÓN
La Cabeza de la Iglesia está corrupta y fuera de la comunión católica: su mandato carece justa causa, afecta gravemente a materias esenciales, causa grave perjuicio, y no debe de ser obedecida por ser inválida e ilícita, no se sostiene en la justicia ni en el derecho.
Dicen que «La decisión sin precedentes, tomada por Roma, de «suspender» las ordenaciones sacerdotales que debería haber celebrado el 26 de junio el obispo Rey, está creando problemas en la Iglesia católica. En la memoria de teólogos y obispos, tal sanción nunca se ha visto.»
Pues que se aguanten si obedecen un mandato inicuo. Su opción legítima es desobedecer la norma pontificia de Bergoglio, ordenar a los sacerdotes, darles la licencia sacerdotal, y condenar la prohibición de Bergoglio como una norma inválida, ilícita e inicua, por proceder de un excomulgado que tiene la sede impedida absolutamente, haber violado la justa causa y la prohibición de hacer innovaciones («nunca se ha visto esto»).
Y si el corrupto Bergoglio, en el máximo de su ofensa a la Iglesia, decidiera suspender, sancionar o trasladar al obispo ordenante, se le ha de desobedecer directamente, al ser un mandato inicuo, inválido e ilícito que afecta a una materia grave, causa perjuicio grave, viola la necesidad de justa causa y la prohibición de innovar que tiene todo excomulgado. Y un excomulgado no puede excomulgar, ni suspender, ni trasladar ni sancionar…
Los problemas de la Iglesia se agravan más cada día por la existencia de un corrupto y excomulgado Bergoglio, un inicuo que ya debería de haber sido excomulgado (tiene su sede impedida absolutamente por herejías graves) y convocado un cónclave para elegir un Papa que NO SEA NUNCA JAMÁS COMO BERGOGLIO, porque si no, entraríamos en la misma dinámica.
De otro lado, todos los que sufren los actos del inicuo y corrupto Bergoglio se lo tienen bien merecido, pues omiten su deber de defender martirialmente la Verdad de Fé Cat´ólica, y por mantener la herejía de que la Unidad Eclesial preferentemente se basa en la unidad en la mentira y no en la unidad en la verdad. Si así lo aceptan los prelados y jerarcas, el daño que sufren se lo merecen, por pecar y delinquir contra la auténtica Cabeza de la Iglesia, Jesucristo. Pero yo no obedecerá a iniquidades.
Y es que Bergoglio no sólo está excomulgado por pluralidad de herejías, sino que además es un cismático en relación a la obediencia a la Verdadera Cabeza de la Iglesia, Jesucristo. Así pues, si mantienen a Bergoglio, ajo y agua… así lo quieren… pero yo no…
NOTAS
1. Actos malum in se o intrinsece malum per se semper et pro semper in omnibus locis:
Catecismo 1753-56, y Veritatis splendor 79-83/95-97
2. Adulterio como intrinsece malum:
Catecismo 1650 y 1665 (no comunión de adúlteros), 1756 (adulterio intrinsece malum), 2381 (adulterio injusto), 2384 y 2400 (el divorcio ofende la ley natural), 2528 (adúltero de corazón); 2357 y 2358 (homosexualidad es intrinsece malum)
3. Herejías de Bergoglio:
a) 94 clérigos y académicos declaran que el Papa es heresiarca por Amoris laetitia:
lifesitenews.com/news/prominent-clergy-scholars-accuse-pope-francis-of-heresy-in-open-letter/
infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/1905040154-acusaciones-de-herejia-contra
b) Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la Amoris Laetitia que reprueba 19 proposiciones:
infocatolica.com/?t=noticia&cod=27245
«A estos dramas hay que añadir la psicología muy particular de los sacerdotes y prelados. Con todo respeto, son célibes confirmados por naturaleza. Ellos, como todos, tienen sus propios hábitos. Su voto de obediencia nunca se ha vivido como el de un suboficial. Sobre todo porque muchos están repletos de diplomas de educación superior, a menudo hablan varios idiomas, cambiando de uno a otro con una facilidad desconcertante. La mayoría de ellos son líderes de alto nivel que han dado todo, sus vidas, por la causa de la Iglesia. Muchos son exigentes con ellos mismos. Y exigentes con la Iglesia. Quieren, y es perfectamente normal, que se les respete un poco».
Pues que se vayan enterando de que son irrelevantes y carentes de influencia en un sistema de jerarquía vertical que desde su Cabeza, Bergoglio, ya está corrupta desde el 2016-17 por haber aprobado la herética comunión y absolución de los adúlteros impenitentes en el Capítulo VIII de Amoris laetitia y en el rescripto de 5 de junio del 2017 (AAS 7.10.16, pág 1071-76) por el que impone tal herejía como magisterio auténtico.
Que se vayan enterando de cómo una estructura comandada por Bergoglio, que está corrompida en el luteranismo, los considera como nulidades, como subordinados que han de obedecer sin chistar a las cada vez más disparatadas órdenes de la Cabeza de la Iglesia. Ellos, los prelados, cardenales y obispos, tienen la obligación de defender proactivamente la verdadera Fé Cat´ólica. Son cobardes, omiten su obligación de no obedecer órdenes anticatólicas, que paguen justamente con su irrelevancia y menosprecio por parte de la Jerarquía corrupta. Se lo tienen bien merecido.
En efecto, y lo dijo Siefert desde el 2016, Amoris laetitia es una bomba atómica que ha destruido toda la moral católica, porque ha derogado para los concubinos y adúlteros los actos morales intrinsece malum y los ha sustituido por los actos morales luteranos bonum imperfectum et incompletum. Su querida Cabeza, Bergoglio, ha menospreciado contestar a las Dubia del 2016, a las docenas de correcciones fraternas, no ha sancionado a las docenas y docenas de obispos y cardenales implementadores de Amoris en sus diócesis, la Academia de la Vida y la Familia se ha prostituido con la herejía de Bergoglio, se sigue valorando la falsa y corrupta familia Amoris laetitia. Pues bien, si callan ante los anticristos, se merecen el menosprecio que sufren. La Jerarquía que desprecia a Jesús, más lo hará con sus discípulos… Así pues, que no se quejen si callan y omiten su deber de defensa de la Fé Católica…
Estimados no es un tema de autoridad que se haya perdido, estamos en un proceso de «disolución» de la autoridad, hagan lío, quién soy yo para juzgar, las sectas, los rígidos, la comunión a los abortistas y a los casados dos veces, los sínodos sin destino, las reformas que únicamente son cambios de nombre, el problema alemán, el secreto chino, el temor que ha sustituido al amor, las sanciones, los casos Becciu y Zanchetta, las tragedias como la de Pell, la deformación de la institución eclesial, todo eso para qué ?, qué sentido ha tenido ?, qué frutos ha producido ?…
Me refiero al título de este artículo, magnifico y actualisimo, por lo demas. pero…. ¿estamos seguros de que el Papa, FRancisco I (si primero, como deberiamos llamarlo todos)ha perdono?. No estoy seguro de ello, quiza le interese dar esta imagen, pero lo cierto es que esta logrando lo que se proponia. Creo, mas bien, que esta en otras guerras, y el humo m permite enmascaran muchos actos.