El Papa Francisco no está en Roma, no está en el Vaticano, está en Mongolia. Noticias de Mongolia, pocas y casi todas sobre China, hoy no hay nada porque la agenda está vacía. Tenemos un día de ‘tiempo muerto’ necesario y programado por los médicos del Papa Francisco para recuperar el cansancio del viaje y del cambio horario. Puede sonar extraño, quizás lo es, la edad y las condiciones de salud son las que son y hay que dedicarles tiempo, en Roma y en Mongolia. Los movimientos muy cortos y medidos, omnipresente la silla de ruedas, ocultos los traslados más antiestéticos, como la subida y bajada del avión con una plataforma ante las imposibles escaleras. Hay que dar la idea de que estamos en una eterna primavera y se cuida hasta el último detalle. Una muestra de debilidad ante el otoño que tenemos delante puede terminar con todos los planes previstos.
Saludos oficiales, reunión con el presidente en el Parlamento unicameral de Mongolia y en la catedral con obispos, sacerdotes, consagrados y seminaristas. La noticia es el mensaje al presidente chino al sobrevolar el espacio aéreo del país. Un mensaje claramente acordado y con respuesta inmediata del gobierno comunista: «China está dispuesta a continuar trabajando con el Vaticano para entablar un diálogo constructivo, mejorar el entendimiento y fortalecer la confianza mutua», china «promoverá el proceso de mejora de las relaciones entre los dos países».
Quizás para despistar tenemos otro mensaje del presidente de la república italiana con respuesta inmediata del Papa Francisco: «Mientras me dispongo a salir de Italia para realizar la primera visita de un obispo de Roma a Mongolia, con el fin de encontrarme con ese noble pueblo y con la pequeña, pero vivaz comunidad católica, quisiera dirigirle a usted, señor Presidente y a todos los italianos, mi cordial saludo, que acompaño con el deseo de un compromiso fructífero por el bien común y con la oración a Dios para que sostenga a quienes trabajan con iniciativas solidarias». Los chicos de los medios oficiales del Vaticano, Ruffini, Tornielli, Bruni, Menichetti y Cernuzio, se fueron antes a Mongolia para preparar todo y controlar la situación, oficialmente no había espacio en el avión papal. Los nervios se notan, la ausencia, cada vez más pública de Parolin, hace que los sacros palacios sean un mar de rumores. La corte de Santa Marta se cierra sobre sí misma, protegiéndose ante su próxima extinción.
La operación sínodo de la sinodalidad va adelante y se pretenden anular los posibles efectos incontrolados, los alemanes, algunos, los cismáticos y su entorno ideológico, están crecidos, hoy tenemos algunos ejemplos, y podemos estar ente situaciones que el Papa Francisco no pueda controlar. Tenemos la segunda ‘Laudato Si’ para empezar el sínodo, un guiño progre, veremos el contenido, y hoy nos anuncia el guiño carca, una carta apostólica sobre Santa Teresa de Lisieux que se publicará el 15 de octubre. Ya estaba anunciada, pero no se sabía la fecha, será en pleno sínodo.
Otro que no sabe que parece muy despistado, o quizás no tanto, es el arzobispo de Berlín, Koch, que autoriza la bendición de parejas homosexuales a pesar de la prohibición del Vaticano. En una carta dirigida el 21 de agosto a los sacerdotes y diáconos de la diócesis de Berlín, el arzobispo Heiner Koch dio luz verde a la bendición de las parejas homosexuales en la iglesia. En la carta de cinco páginas, refiriéndose a Amoris Laetitia, monseñor Koch explica que los sacerdotes podrán decidir independientemente si imparten la bendición sin temor a ser sancionados. Autoriza a otros, pero lo increíble es que el mismo anuncia que no lo hará obedeciendo el Responsum de 2021 de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que prohibía tales bendiciones: «La Iglesia no tiene ni puede tener el poder de bendecir las uniones de personas del mismo sexo», ya que «no hay fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el plan de Dios para el matrimonio y la familia».
El hecho absurdo, los argumentos mucho más, autoriza las bendiciones, sujetas a un cuidadoso «discernimiento», porque «ya no se puede sostener que todos los que se encuentran en situación irregular se encuentran en estado de pecado» y porque «todos somos pecadores y necesitamos la gracia edificante de Dios para nuestro camino». El Vaticano lo ha prohibido, pero no cree que la prohibición se aplique también a los sacerdotes y diáconos de su diócesis, en línea con los resultados del Camino sinodal alemán, que votó abrumadoramente a favor de las bendiciones.
Otra que parece despistada, o no tanto, es Dorothee Becker que se presenta como «consultora pastoral y líder comunitaria» en Basilea y defiende, nuestra fotografía de hoy y parece que ejerce su » compromiso con la ordenación de mujeres para el servicio sacramental». Procede originariamente de la archidiócesis de Colonia y es «párroca» en Basilea desde 2005: «Soy principalmente párroco y persona de contacto para la gente de nuestra parroquia. Esto significa que asumo principalmente tareas pastorales y acompaño a las personas. Entonces, organizo celebraciones de comuniones, bautizos, funerales. Estas tareas pastorales están muy cerca de mi corazón y me parece muy útil poder asumirlas yo mismo como párroco. (…) Mi equipo también incluye al sacerdote principal, dos secretarios, un teólogo, un trabajador social, un músico de la iglesia, un conserje y un sacristán».
«Cuando acompaño a personas mientras mueren, normalmente tengo que involucrar a un sacerdote. Creo que este esfuerzo no sería necesario porque ya estoy allí y conozco mejor a la gente». Es cofundadora de «Iniciativa Junia» para garantizar que mujeres y hombres sean ordenados para el servicio sacramental, independientemente de su género y forma de vida. Nuestro objetivo es cambiar las condiciones de admisión al servicio sacerdotal. Las diferencias de género ya no deberían influir. ¿Por qué la forma de vida de los sacerdotes es más importante que el derecho de los creyentes a administrar los sacramentos?».
Triste y para nada sorprendente, una encuesta reciente del Times entre sacerdotes de la Iglesia Anglicana mostró que el 53,4% de ellos apoyaba la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo, mientras que el 36,5% seguía en contra. Hace menos de diez años, en 2014, el 51% estaba en contra y el 39% a favor. No sólo eso, el 64,5% cree que debería cambiarse la enseñanza según la cual «la práctica homosexual es incompatible con la escritura» que debe ser anulada o abandonada.
Largo artículo de Matía Tanel que analiza las ‘especies’ que van surgiendo en la debacle poscristiana, conciliar y bergogliana. Empezamos por el catacumbismo psicosectario, como el movimiento «Piccolo Resto» vinculado a Minutella, los sectores de los «Cenáculos Seráficos», el movimiento de la “Iglesia Verdadera”. Otra modalidad es el catacumbismo privado. Actualmente, hay cientos de pequeños centros de misa tradicionales clandestinos en toda Italia, instalados en apartamentos, almacenes, edificios extraescolares, granjas y hoteles. La mayoría de estas realidades nacieron con el cierre de lugares de culto con motivo de la peste, pero recibió un nuevo impulso con el motu proprio «Tradizionis Custodes». La mayoría de estas realidades han adoptado espontáneamente la misa tradicional, oficiada por sacerdotes, en su mayoría diocesanos. Este tipo de actividad está encabezada por laicos, a menudo propietarios de las salas utilizadas como capillas.
El catacumbismo individualista. Son sacerdotes o religiosos individuales quienes toman la iniciativa más o menos estable de gestionar misas «clandestinas», retiros, reuniones de catequesis u otros, en una dimensión obviamente ajena a la aprobación y al control de los respectivos Ordinarios. No pocas se celebran a puerta cerrada en iglesias parroquiales con una «desobediencia legal» a las actuales medidas opresivas contra la liturgia tradicional. El Catacumbismo tolerado , los apostolados de los Institutos “ex Ecclesia Dei” y de los sacerdotes diocesanos, de hecho, tolerados. Los sacerdotes que actúan según esta lógica reconocen así el carácter temporal y puramente concedido. Guardan silencio en su predicación y en sus contactos con los Ordinarios locales sobre todos los temas doctrinales que, si se abordaran con franqueza, conducirían inevitablemente a la supresión de sus apostolados. Sólo dentro de círculos de fieles «bien orientados» estos sacerdotes son finalmente libres de difundir sus verdaderas perspectivas sobre la situación de la Iglesia y sobre aspectos específicos de la doctrina, la moral y la liturgia. Y una quinta modalidad es el Catacumbismo movimentista. Identificado en Italia con la acción de Viganò y los sacerdotes de la «Resistencia». Se caracteriza esta tendencia, compuesta de proclamas públicas altisonantes y el secretismo motivado por razones de prudencia y seguridad, a la que se suma la falta de claridad en los aspectos económicos, organizativos y apostólicos.
Hay gente para todo y la Fundación Marevivo, con motivo de la Jornada Mundial del Cuidado de la Creación, escribe al Papa Francisco pidiéndole acciones concretas para una verdadera transición ecológica, empezando por el Estado del Vaticano. «Pedimos que sea un Jubileo revolucionario que lleve el mensaje a la conversión espiritual para la que nació, unidos, porque unidos deben proceder, a la de una conversión ecológica». En el Vaticano, conviene recordarlo, el único que ha hecho algo fue Benedicto XVI, que hizo instalar cinco mil metros cuadrados de paneles solares en la Sala Nervi, que producen 300 megavatios al año. Es curioso que otra medida es volver a los viernes sin carne. «Si todo el mundo siguiera la práctica de abstenerse una vez a la semana de comer animales terrestres y marinos -empezando por los conventos, las escuelas, los comedores católicos- se produciría un gran ahorro de agua, de suelo y, por supuesto, de emisiones de gases de efecto invernadero». Y piden que el jubileo de 2025 sea el primer Jubileo «libre de plástico», «sería importante prohibir el vuelo de globos en San Pedro y en todas las parroquias del mundo».
Terminamos con el siempre tranquilizador y refrescante Joseph Ratzinger con su homilía en la misa ‘pro eligendo pontífice’ en 2005, la apertura del cónclave que lo eligió: «Estamos llamados a ser verdaderamente adultos en la fe. No debemos seguir siendo niños en la fe, en estado de minoría. (…) Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo es tildado de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse llevar «de aquí para allá por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud actual en los tiempos actuales. Se está instaurando una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja sólo a uno mismo y sus deseos como medida última. Nosotros, sin embargo, tenemos otra medida: el Hijo de Dios, el verdadero hombre. Él es la medida del verdadero humanismo. “Adulto” no es una fe que sigue las olas de la moda y las últimas novedades; adulta y madura es una fe profundamente arraigada en la amistad con Cristo. Es esta amistad la que nos abre a todo el bien y nos da el criterio para discernir entre lo verdadero y lo falso, entre el engaño y la verdad».
«…a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes».
Buena lectura.
Es curioso que otra medida es volver a los viernes sin carne. «Si todo el mundo siguiera la práctica de abstenerse una vez a la semana de comer animales terrestres y marinos -empezando por los conventos, las escuelas, los comedores católicos- se produciría un gran ahorro de agua, de suelo y, por supuesto, de emisiones de gases de efecto invernadero». Y piden que el jubileo de 2025 sea el primer Jubileo «libre de plástico», «sería importante prohibir el vuelo de globos en San Pedro y en todas las parroquias del mundo».
Es curioso que un conjunto de necios y panolis, envueltos con la bandera verde lechuga del ecologismo, nos propongan llegar al fin de la historia mediante una sociedad triste y aburrida, sin fiestas, celebraciones, luz, carne, pescado y alimentos procesados, todo para falsamente ahorrar tierra, agua y otros consumibles.
En las pinturas rupestres prehistóricas se representan a hombres cazando animales, es decir, buscaban con todo ahínco comer carne.
La revolución del Neolítico que se dio en el norte de Mesopotamia hace diversos milenios, consistió en la domesticación del ganado encerrado en establos para comer su carne y la transformación de sus derivados, como el queso, la mantequilla, el requesón, salsichas, etcétera.
La carne y el pescado y los alimentos elaborados y procesados, se han tenido como la cumbre gastronómica de cualquier civilización, como muestran las pinturas de Pompeya y los diferentes tipos de pan, peces, ganados y alimentos vegetales.
El problema que tiene la Unión Europea actualmente es la sobreproducción de alimentos, porque vive en una montaña de trigo y en un mar de leche. No hay pues ningún problema para producir alimentos.
De otro lado, una agricultura ecológica estricta representa desforestar muchos más bosques e incrementar las tierras de cultivo hasta un 25%, debido a que son poco productivas.
Y si no hay animales de ganado, entonces la paja que se produce no se consume y se pierde.
Espero que estos eclesio-ecologetas se larguen a la porra…
Los catacumbismos de todo tipo son una norma en la Iglesia, debido a la natural discrepancia entre obispos y fieles.
En la izquierda marxista están las comunidades de base de la teología de la liberación. Entre los obispos izquierdistas está aquel curioso pacto de las catacumbas que se hizo durante el Concilio Vaticano II, o la misma mafia de San Galo y la mafia eclesial norteamericana con McCarrik y los aliados con el Partido Demócrata de Clinton y Obama.
Yo mismo he estado en muchas de estos comunidades catacumbísticas de diversos signos. Algunas se extinguen, otras cambian, otras se transforman y otras continúan.
Es lógico y natural que exista un secretismo en las cuestiones organizativas, financieras y de recursos personales y materiales.
Y me da la sensación de que en este perdido pontificado bergogliano, las comunidades catacunísticas se han extendido e intensificado más que en ninguna época.
Lo cual es lógico y natural atendiendo la locura doctrinal y pastoral de este pontificado bergogliano: unos puntos de inflexión fueron la sorprendente y sospechosa dimisión de Benedicto dieciséis (su renuncia es nula porque tiene gravísimos errores formales en latín de tipo gramatical y ortográfico), y la elección de Bergoglio como su antítesis, todo promocionado por las dos mafias, la de San Galo y la del Partido Demócrata de Podesta, Clinton y Obama.
O la herética Amoris laetitia de 2016
O la celebración de la ceremonia pagana y chamánica de la Pachamama a finales del 2019, durante la celebración del Sínodo de la Amazonia.
O sus encíclicas y exhortaciones con ausencias graves de Jesús, la doctrina de Cristo y la salvación de las almas.
O su recepción de personajes abiertamente anticatólicos.
O su falta de unción y carisma en la celebración de las misas.
O los escandalosos nombramientos de figuras, laicas o clericales, que son de pensamiento o doctrina anticatólica.
O la prohibición de la misma misa tradicional, con la tolerancia y disimulo frente a los abusos de las misas progresistas.
O el ataque contra el Opus dei.
O las intervenciones o incautaciones de patrimonio y finanzas de algunos movimientos y organizaciones y órdenes.
O declaraciones y gestos anticatólicos de Bergoglio:
– su antitradicional reforma del lavatorio de pies,
– sus cientos de torpes interpretaciones bíblicas,
– sus exabruptos e insultos (las madres de familia comparadas como conejas),
– su atención a ideologías y personajes de izquierda (Agenda 2030, Evo Morales y su crucifijo en forma de hoz y el martillo comunista),
– su falta de respeto al no arrodillarse ante el Santísimo, y sus gestos oscos y adustos a la hora de coger la sagrada comunión.
– sus gestos de mala educación acoger teléfonos móviles durante la celebración de misas, o de interrumpir las misas que celebran otros (Müller)
– sus anticatólicas declaraciones ante periodistas sin que fueran desmentidas,
– la falta de reprensión pública ante declaraciones anticatólicas de muchos de sus colaboradores y elegidos…
– la represalia ante ciertos obispos y presbíteros que han expresado la verdadera defensa de la auténtica fe católica y han denunciado la falsa unidad en la mentira en que vivimos hoy en día.
– su no disciplina ante el herético y cismático y apostático camino sinodal alemán.
– su querencia en destruir la unidad de la liturgia católica latina a través de la aprobación de los ritos paganos maya y azteca, pedida además por los obispos mejicanos.
… Bergoglio se ha creado una muy buena y excelente fama…
Todo ello hace lógico y natural que exista una iglesia catacumbistica, dotadas de un lógico y natural complejo de medios personales, materiales, organizativos y económicos secretos y ocultos, al margen, total completa y absolutamente, de la jerarquía o bien toleradas y disimuladas por ésta, porque no puede evitar este natural derecho de asociación humano de los fieles, y menos con este pontificado bergogliano que es el peor que ha habido en la historia de la Iglesia.
Como dice el refrán, tal harás tal recibirás… El que la hace la paga…