Seguimos con una gran intensidad de noticias centradas en las últimas emanaciones del Papa Francisco, sobre todo, sus groseras referencias a los maric*n*s. Ya tenemos agenda confirmada, en el Vaticano todo el mundo cruza los dedos. Consistorio público ordinario el lunes 1 de julio de 2024 con la aprobación de la canonización de los beatos Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis, Elena Guerra y Carlo Acutis. Misa en la Basílica de San Pedro el 29 de junio y visita a Trieste el 7 de julio. Para septiembre realizará dos viajes apostólicos: del 2 al 13 de septiembre a Indonesia, Papua Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur y del 26 al 29 de septiembre a Luxemburgo y Bélgica. Iremos viendo que sucede y aquí estaremos para contarlo.
El Papa Francisco vive en una fuerte contradicción: en privado un claro no a los homosexuales en el seminario y que en público dice exactamente lo contrario con su «todos, todos, todos». La cuestión del uso del término «maric*n» por parte del Papa Francisco está suscitando cada vez más debate, sobre todo por su cierre respecto a la admisión de homosexuales en los seminarios, y ha dejado descolocados a ciertos círculos cercanos o partidarios de la cultura LGBT. Después de su arrebato sobre la «maric*n*ría», el Papa Francisco da un giro sensacional: anima a un aspirante a seminarista gay a continuar. Una contradicción inconcebible, que se convierte en una victoria para el lobby LGBT. Después del revuelo provocado por la declaración sobre el «aire de maric*n*o» en los seminarios y entre los sacerdotes, el lobby gay no podía quedarse de brazos cruzados. Primero, un informe de la BBC sobre un joven gay siciliano que afirma haber sido sometido a terapias reparadoras que se asemejan a la tortura mientras estaba en el seminario.
Y el caso que hoy llena páginas. Lorenzo, un joven gay de 22 años y aspirante a sacerdote, decidió escribir una carta al Papa Francisco para pedirle explicaciones y la respuesta de Francisco llegó. El joven seminarista lo comenta así: » Tus palabras me dan esperanza, quiero ser sacerdote «. El Papa escribió de su puño y letra a Lorenzo: «Querido, tú eres una de las muchas semillas de la viña del Señor. Jesús llama a todos, sigue adelante con tu vocación «. «Me expulsaron del seminario porque dije que era gay». El 28 de mayo escribió un correo electrónico, tres páginas en las que abrió su corazón al Santo Padre, habló de su vida, de su fuerte vocación y de las puertas que se cerraron. El 1 de junio, la respuesta del Papa fue inesperada: «Me ha llamado la atención una de sus expresiones: » Clericalismo tóxico y electivo» : ¡y es verdad! ¿Sabe usted que el clericalismo es una plaga? Es una enfermedad fea. «La mundanalidad», y como dice un gran teólogo: «La mundanalidad es lo peor que le puede pasar a la Iglesia, peor incluso que la época de los Papas concubinarios «.
«Una tarjeta manuscrita, escaneada y adjunta al correo electrónico». La carta fue publicada inmediatamente para dejar claro «que es del verdadero Papa Francisco». Es cierto que «sigue adelante con tu vocación» podría significar cualquier cosa, pero en este contexto sólo podría leerse como una luz verde para entrar en el seminario, a menos que la Oficina de Prensa del Vaticano intervenga de nuevo para rectificar. Al Papa Francisco le gusta hablar más con hechos que con palabras y hay que deducir que resuelve las situaciones concretas con una agenda precisa en mente.
La semana pasada el Papa Francisco nombró miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe , el que tiene competencia sobre estas cuestiones, a los cardenales José Tolentino de Mendonça y Marcello Semeraro y al arzobispo Bruno Forte, notoriamente cercanos a grupos LGBT. En cualquier caso, sea cual sea el problema y sin excluir otras hipótesis, sobre este «Francisco contra Francisco» es una locura y una cuestión muy grave. Ascensos de personas como el cardenal Hollerich, el padre jesuita James Martin o el apoyo a una asociación como New Ways Ministry, contrasta abiertamente con la enseñanza moral de la Iglesia sobre la sexualidad. No podemos olvidar la estudiada ambigüedad continuada en sus declaraciones y el caso sembrado en la Fiducia Supplicans.
El Martin SJ ha publicado su «¡Lázaro, sal!» en la Libreria Editrice Vaticana, ni más ni menos, y con prefacio del Papa Francisco, que menos. “En estas páginas podemos ver una verdad siempre actual y fecunda del cristianismo… Jesús no habló sólo de la vida eterna, sino que la dio”. «Debemos estar muy agradecidos al padre James Martin, cuyos otros escritos conozco y aprecio, por este nuevo libro suyo dedicado a lo que él define como «el mayor milagro de Jesús»: la historia de la resurrección de Lázaro. Hay varios motivos para estarle agradecidos, estrechamente ligados a la forma en que escribió este texto brillante, apasionante y nunca predecible». «Este estudio es siempre «amoroso», nunca distante ni fríamente científico: es la mirada de alguien enamorado de la Palabra de Dios, la historia de los gestos del Hijo de Dios, Jesús. Lee todos los argumentos y exámenes».
Nos crecen los enanos y Lucetta Scaraffia, feminista y católica, en una entrevista con Fatto Quotidiano dice que el Vaticano está boicoteando a las monjas maltratadas. «En la Iglesia ya no hay monjas ignorantes, esclavas obedientes y lamentablemente silenciosas. Testigos absolutos del dolor y del horror del que fueron víctimas». «Las monjas de hoy son competentes, a menudo graduadas, absolutamente dentro del circuito cultural y social». «La proporción es de uno a cien. Sepan que cuando participé en el sínodo sobre la familia siempre me registraron en la entrada. Todos me conocían y sin embargo siempre me confundieron con otra persona, siempre pensaron que estaban procediendo con formalidades que no eran necesarias para los hombres».
«Scaraffia dice que la UISG , la Union Internacional de Superioras Generales, «también es un sindicato, sí. El problema es que los méritos de esta asociación han sido reconocidos con honores por las Naciones Unidas, pero no por el Vaticano. No se menciona en ningún medio de comunicación al otro lado del Tíber, no es considerado un interlocutor por las jerarquías eclesiásticas y por el Papa». Muy dura con el Papa Francisco «no tan innovador como dicen»: «La suya es la estrategia del doble golpe: uno en el aro y otro en el cañón. Sobre los gays dice: quién soy yo para juzgar y luego invoca esa palabra, que indigna a los gays y socava la institución, martilla el edificio cultural y semántico con el que la Iglesia habla al mundo. Cuando escucho al Prefecto para la Doctrina de la Fe Fernández comentar un documento pontificio diciendo «es una m*erd*», entiendo que el léxico se utiliza como un pico. ¿Qué esperas de un pico? Escombros».
Y terminamos con una reflexión de fondo sobre lo que estamos viviendo. Los ‘incidentes’ vividos deben hacernos pensar sobre una cuestión aún más importante: qué piensa realmente el Papa Francisco y cómo logra mantener la coherencia entre pensamientos y acciones. Sabemos que hay momentos en los que el Papa Francisco se deja llevar verbalmente, lo ejemplos son centenares. El Papa distingue líneas gubernamentales de líneas pastorales, los principios por los que gobierna son una cosa, cómo verbaliza las cosas en público, otra. El Papa Francisco no ve ninguna contradicción entre una opción pastoral y una opción doctrinal. Cuando la pastoral se regula sobre cuestiones que merecen un discernimiento «no burocrático», corre el riesgo de entrar en contradicción con la doctrina.
Al utilizar una expresión vulgar para describir a los homosexuales, el Papa Francisco mostró el fastidio que siente cuando las preguntas lo ponen contra la pared. La pregunta, formulada legítimamente, pretendía pedir al Papa Francisco que asumiera la responsabilidad de algunas decisiones, cosa a la que no parece estar muy dispuesto. El Papa quiso responder con contundencia, como si quisiera poner fin a la conversación y se desautorizó a sí mismo. La cuestión de los seminarios y noviciados es mucho más profunda y debería tratarse con más seriedad, nadie parece querer enfrentarse al enorme problema de la dramática disminución de las vocaciones. La culpa siempre es de los otros, será del ‘cha cha cha’.
«Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios».
Buena lectura.
Ningún problema complicado, fuera de la palabra que usó el Papa, así debe ser, no homosexuales en los seminarios, salvo casos contados y muy bien estudiados en cuanto a la actitud y las opciones del candidato. El problema de las vocaciones no se va a arreglar por ese lado, por favor.
Yo he sido profexor y formador de seminarios y lo obvio es que un joven con atracción al mismo sexo no debería de estar en un ente donde la práctica totalidad de los que viven allí son del mismo sexo. Es un flaco favor al que tiene tal tendencia, una ingenuidad increíble. Ahora bien, es posible aunque duficil superar esta tendencia. Si se trata de un joven que quiere superarlo y tenga un buen director espiritual puede ser. Pero eso lo tiene que hacer fuera de un seminario. No recomendaría que acuda a un psicólogo a no ser que tal psicólogo acepte la doctrina de la Iglesia en el Catecismo y otros documentos de la CDF publicado por el entonces Cardenal Ratzinger. Depende del caso, si el joven se empeña con toda el alma a luchar contra el pecado utilizando los métodos de formación humana y espiritual que la Iglesia siempre ha recomendado sería posible. Si andaba en baras y saunas gay, pocas posibilidades tendría que superar ese pecado. Puede ser que si con la gracia de Dios, oración y penitencia. He leído casos de jóvenes han superado esta atracción con oración, especialmente con la ayuda de la Sma. Virgen, penitencia, frecuente Confesion, la Eucaristía y confianza en la gracia de Dios. Tal joven contará con la gracia necesaria para santificarse. Hoy en día no es fácil y curas como el Jesuita mencionado están remando en la dirección equivocada, dando al joven ocasiones de pecado. Dios libre a un joven católico que busca la santidad de este tipo de cura nefasto.
Se ha puesto de moda la mala costumbre de no traducir al español los nombres de pila de los Beatos y los Santos extranjeros. Lo cual me parece un error y una horterada, francamente. Sugiero que se traduzcan esos nombres a nuestro idioma, como se ha hecho siempre (de hecho, no sé ni cómo se pronuncia Marie-Léonie; ni me interesa, francamente; yo soy española, no francesa). En las Misas, ¿También se pronuncian los nombres de los Beatos y los Santos extranjeros en su idioma original…? Vamos, anda que…
Tanta inquina con los maricones esconde una homofobia reprimida. Specola, comete alguna verga a ver si te relajas.
Cada uno busca consolarse como puede.
En mi opinión, la estrategia del Papa F. es clara: lo de la palabra m*r*con es simplemente una bomba de humo con la cual es piensa congraciarse con los conservadores, simulando que piensa eso. La realidad es que cada vez que el Papa dá un caramelo de madera a los conservadores, les cuela un camello por el otro lado. Imaginarse que el Papa dijo en serio lo de los marik es no conocerlo, ni conocer su inclinación.