Ya estamos en domingo, el segundo de Aviento y esto no para. A veces tenemos la sensación de que el pontificado del Papa Francisco se precipita hacia su final de forma acelerada y los datos que nos ofrecen las noticias de cada día nos ratifican en esta sensación.
El corto viaje a Chipre y Grecia continúa con más penas que glorias, algunas de las desventuras cipriotas las veíamos en las noticias de ayer, en Grecia las cosas siguen por el mismo camino. Antes de abandonar Chipre el Papa Francisco rezó con unos cincuenta refugiados que en las próximas semanas, «como muestra de la preocupación del Santo Padre por las familias y los migrantes» serán trasladados a Italia. En 2016 el Papa Francisco se trajo a tres familias de refugiados de Siria, doce personas en total, seis de las cuales son menores de edad y todos musulmanes acogidos por la Comunidad de Sant’Egidio.
Además de estos gestos, el Papa Francisco no se reprime en sus mantras políticos. Europa no le gusta y advierte contra el virus del egoísmo que está rompiendo el tejido común: «Hay un retroceso de la democracia», como un cáncer que actúa desde dentro. “La democracia nació aquí en Grecia. Sin Atenas y sin Grecia Europa y el mundo no serían lo que son, serían menos pacientes y menos felices». Es cierto que los ciudadanos se están separando de las instituciones democráticas debido a la burocracia y la pérdida de identidad. La vuelta y revuelta del Papa Francisco a lugares comunes repetidos como mantras, el estilo de los políticos, sin ninguna argumentación es constante. El único problema al que nos enfrentamos no son los llamados populismos, sino la pretensión descarada de imponernos las agendas 2030 fuera de toda forma democrática. Son los amigos del Papa Francisco los que están detrás de este despropósito, empezando por las Naciones Unidas, que están vampirizando instituciones, ¿la iglesia católica también? para utilizarlas para sus fines cada vez menos ocultos. Lo que aterra a todo este programa es que un número creciente de ciudadanos, sobre todo en Europa y en Estados Unidos, han dicho basta y se están organizando. Todo lo que no encaja con los planes 2030 es demonizado y desacreditado por los discernidores oficiales para los que solo es democracia si la mayoría vota ‘bien’, en la dirección ‘correcta’. Esto se está terminado y el miedo a perder la hegemonía es manifiesto.
Para el Papa Francisco los «campos de migrantes en Libia son como el Gulag de Stalin y los campos de concentración nazis», menos mal que ya empezamos a razonar y nos dejamos de divinizar los regímenes genocidas nacidos del marxismo. Como suele suceder, el Papa Francisco razona bien , sobe todo cuando lee, y actúa con confusión, poca, cada vez menor, cuando elogia con los hechos a las peores dictaduras del planeta, empezando por el democrático régimen Chino. No ha faltado la referencia a las leyes de eutanasia que avanzan en todos los estados europeos. El Papa Francisco ha recordado las palabras del juramento hipocrático y «el compromiso de regular el nivel de vida por el bien de los enfermos, de abstenerse de dañar y ofender a los demás, de salvaguardar la vida en todo momento, especialmente en el útero». «La vida es, en efecto, un derecho, no la muerte, que hay que aceptar, no administrar». Esperemos que esto se trasforme en hechos y no nos encontremos con besos y abrazos como al abortero católico devoto Biden.
No han recibido con muchas amabilidades los hermanos ortodoxos al dialogante Papa Francisco Ya comentamos ayer los sucesos en Chipre, en Grecia las cosas no van mejor. Al entrar en el arzobispado ortodoxo de Atenas para encontrarse con Ieronymos II, un anciano sacerdote ortodoxo se tiró al suelo gritando en griego «Papa, eres un hereje». El viernes en Chipre un grupo de cristianos ortodoxos repetía lo mismo: «Es un hereje». Ante el arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda Grecia, Ieronymos el Papa Francisco : “No tengamos miedo, sino ayudémonos a adorar a Dios y a servir al prójimo, sin hacer proselitismo y respetando plenamente la libertad de los demás, porque – como escribió San Pablo – ‘donde está el Espíritu del Señor, hay es libertad ‘». La respuesta el hermano separado se alargó más de lo debido y el Papa Francisco se ‘adormento’ plácidamente ante la sorpresa general, la edad y las medicaciones se van notando.
Benedicto XVI, contesta a un diario nacional que ha entablado una especial batalla para demostrar cómo en 2013, no abdicó en absoluto, sino que estamos, ante el motín de la rama modernista, en un autoexilio. Un Papa puede de hecho renunciar al ministerium, el ejercicio práctico del poder, posponiendo la entrada en vigor de la disposición, sin luego ratificarla, sin renunciar al munus y permanece en todos los aspectos pontífice. El periodista se dirigió a Benedicto XVI: “Santo Padre, soy periodista y, desde hace dos años, escribo asiduamente sobre usted en Libero y ByoBlu. Puede suponer lo honrado que sería si pudiera entrevistarle…» La respuesta llega a través de su secretario personal, con membrete de Mons. Gaenswein, con los dos escudos tradicionales de la casa pontifica, el suyo y el de Benedicto XVI. Sobre la petición de entrevista: “Me gustaría, pero realmente no puedo”, la respuesta siempre «en nombre del Santo Padre Emérito».
«Preparad el camino del Señor…»
Buena lectura
Desde que supe el número de «corrupciones de latinidad» que contenía su renuncia manuscrita, cuando una sola basta para declarar nulo un documento papal, siempre he pensado que hay algo muy gordo detrás.
A ver si no va resultando que el bondadoso, amable y apacible Benedicto sigue siendo el papa y que, por tanto, ya saben quién es nada menos que un 4ntip4p4…
Aunque eso resolvería muchísimos problemas, a decir verdad…
Con este sistema tan agresivo de anuncios no hay quien lea la información que nos ofrece Infovaticana. No hay manera.
Sí, es un hereje.
Hay que saber un poco de historia y conocer el por qué del Cisma. Para los ortodoxos el papa romano es el Anticristo, por hereje y más cosas. Jamás van aceptar estar bajo su jurisdicción. Francisco debe saber que son iglesias nacionales con su propio Patriarca, incluso tampoco quieren estar bajo un único Patriarca. Los sueños de grandeza de Francisco se van por el sumidero.