Es julio, pero la presión informativa sigue sin darnos tregua con sustanciosas noticias. Intentamos contar lo que vemos, aunque lo que vemos no sea lo más grato. Los medios oficiales no entran en cosas desagradables, es su misión, son medios de parte, los que viven a la sombra del régimen cobran por contar lo que cuentan, se nota, para eso están. No nos pedemos quedar encerrados en un mundo feliz a medida; será doloroso, lo es en muchas ocasiones, pero hay que conocer lo que, con razón o sin ella, se dice en un mundo tan abierto.
En el brevísimo viaje a Trieste el Papa Francisco mostraba un aspecto cansado, durante la lectura de la homilía tenía dificultades para leer. No son tiempos de mostrar debilidad y hay que cortar cualquier duda. La táctica de siempre es una salida ‘sorpresa’ del Vaticano para dar que hablar y que todo parezca que es normalísimo. Visita a una óptica en via del Babuino de Roma, en silla de ruedas, con las típicas fotografías y selfies, todo adornado con gendarmes y un acompañante repartiendo rosarios entre los curiosos.
La brevísima visita del Papa Francisco a Trieste, cuatro horas, tiene sus repercusiones, todo lo tiene y vemos este artículo aparecido en TriestePrima. Señalamos una muy pequeña parte de los comentarios que han aparecido en últimos días, eliminados los comentarios llenos de despecho y vulgaridad, muchos de los cuales son realmente repugnantes e indignos. “Otro despilfarro más de dinero público. Tanto despliegue de fuerza pública para proteger a alguien que a su vez protegía a seres repugnantes”, “Un monarca absoluto que juzga la democracia…”, “Un tercermundista peligroso y demagógico”, “Que vuelva a su casa a predicar desde Argentina está viviendo un momento de desastre económico y social en lugar de decir tonterías en Italia», «en una peligrosa Trieste predica la acogida de los inmigrantes en Italia mientras «su» Ciudad del Vaticano está cerrada por la Guardia Suiza armada… como ofrecer unas vacaciones con su dinero del prójimo…», «¡¡¡Banda de criminales!!!»
Sigue siendo noticia el tema del juicio de Londres, no todos los días un muy alto cargo del Papa testifica en un importante proceso judicial en un Estado distinto del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Tribunal del Vaticano ha condenado a Mincione y Torzi, pero aún no ha publicado el razonamiento completo, parece que esto sucederá el 20 de julio, y sabremos las razones de los cargos y las culpas. En los últimos días también se ha celebrado en el Tribunal Vaticano una audiencia sobre la demanda presentada por Libero Milone, el ex Auditor General del Vaticano que se habría visto obligado a dimitir junto con su adjunto Panicco bajo la fortísima presión de Becciu. La Memoria que entregó Peña Parra en el juicio vaticano habla de un «sistema Perlasca», con muchas decisiones discrecionales, y con contratos estipulados que no beneficiaban a la Santa Sede. ¿Por qué, sin embargo, ni siquiera se investigó a Perlasca? Los implicados son hombres de negocios, no eclesiásticos para los que la Santa Sede no es más que un socio comercial, pero saben que la Santa Sede tiene sus propias reglas, relaciones de confianza y «lagunas» en su sistema que pueden ser explotadas.
El problema general del juicio del siglo es el propio testimonio de Peña Parra en Londres y todo lo que nos descubre. El sistema de la Santa Sede era peculiar y funcionaba precisamente por su peculiaridad. El sistema sólo funcionó parcialmente y los magistrados vaticanos no dieron seguimiento a los informes de transacciones sospechosas; es un sistema cerrado a los estándares internacionales. Se habla mucho de la soberanía de la Santa Sede, pero la verdad es que la soberanía se ha debilitado. El Papa Francisco intervino personalmente en el juicio con cuatro rescriptos que cambiaron las reglas de las investigaciones en curso. Este proceso causó daños al propio sistema de la Santa Sede, y más que a una reforma sistémica, nos enfrentamos a un desmantelamiento. El proceso del siglo Vaticano, cualquiera que sea la sentencia, puede considerarse un fracaso, ha expuesto a la Santa Sede a nivel internacional y ha socavado su maltrecha reputación.
Entramos en el contenido del tercer y último interrogatorio del sustituto de la Secretaria de Estado en la Real Corte de Justicia de Londres. Mayor tensión que las anteriores y con momentos menos serenos en los intercambios por parte del abogado Charles Samek, defensor de Mincione, quien, al final de la audiencia, enumeró 20 proposiciones contrarias a las posiciones de la Santa Sede, lo que Peña Parra negó rotundamente: «No acepto ninguna de sus conclusiones». El abogado Samek, defendió en todo momento que había un acuerdo con Torzi. “Pasamos meses negociando con una persona que tenía buenas razones para creer que era fraudulento». «Le pagaste a la misma persona 15 millones cuando el y el Papa acordaron pagar 1 o 2 millones». Parra se defiende: «Soy ciertamente responsable de lo que he hecho, pero tengo un equipo» capaz de distribuir documentos ya discutidos y aprobados, pero «normalmente, sí, soy yo quien ve y envía los faxes, yo mismo». Peña Parra tuvo mementos incómodos: «Esta no es una oportunidad para hacer discursos …», «es una distracción de la pregunta» e intento quitarse de en medio: “No estaba en el Vaticano llevaba una vida feliz en Mozambique”.
Los problemas no vienen solos y en el Vaticano reina el descontento entre los empleados del Papa, en total más de 4.000 trabajadores y empleados en las distintas oficinas de la curia. No es fácil defender los propios derechos en un estado monárquico y extracomunitario con casi todos sus trabajadores viviendo fuera de su territorio. Hay una asociación de trabajadores: «No nos rendimos cuando pedimos que se modifiquen las disposiciones para las familias, que hoy afectan esencialmente a las personas con un solo ingreso y casi exclusivamente. No nos rendimos cuando pedimos una mayor protección para las familias que tienen una persona con discapacidad en su hogar. No nos rendimos cuando pedimos que se protejan los salarios y las pensiones de la erosión del coste de la vida. No nos rendimos cuando pedimos que prevalezca la meritocracia, basada en currículos y conocimientos. Por eso seguimos haciendo, impertérritos, nuestro trabajo que es mediar, crear un punto de encuentro entre empleados y superiores para que sean siempre escuchados y valorados. Sabemos que no es una tarea fácil, pero alguien, como en todas las organizaciones donde existe el Estado de derecho, tiene que hacerlo». Se quejan de que el Papa Francisco dice cosas que después no aplica en su casa: «Para nosotros son palabras grabadas en piedra. Lo que intentamos hacer en el Vaticano es iniciar procesos para que todos los trabajadores se sientan valorados, para que realmente empecemos desde abajo a la hora de considerar las diversas necesidades».
Nace una nueva fundación del Vaticano. Esta vez tiene como objetivo apoyar la misión del Papa en el mundo, a través de la Red Mundial de Oración, un movimiento francés nacido en 1844 gracias a la obra del jesuita, el padre François-Xavier Gautrelet. El Papa Francisco quiso que este servicio, en manos de la Compañía de Jesús, adquiriera una dimensión universal, apoyando la evangelización papal. El domicilio social de la nueva fundación será en el Estado de la Ciudad del Vaticano, goza de personalidad jurídica canónica pública y de personalidad jurídica civil vaticana y está inscrita en el Registro de personas jurídicas del Estado de la Ciudad del Vaticano. Bajo el pontificado de Francisco, ya tenemos la fundación Juan Pablo I, la Schola Occurrentes, los Fratelli Tutti, todos en territorio vaticano y con leyes vaticanas. El patrimonio de la Fundación está compuesto por la dotación inicial de 150 mil euros y 280 mil dólares.
Mal momento para estas iniciativas cuando nadie se fía de los mecanismos de control internos del Vaticano. El informe de 2012 de Noneyval se indicaba explícitamente que en el IOR había alrededor de cincuenta titulares de cuentas identificables en fundaciones canónicas en ese momento y que por eso mismo se solicitó que fueran sometidos al control de la Autoridad de Información Financiera. «Dado que estas fundaciones desempeñan un papel importante en la financiación de las actividades del Estado de la Ciudad del Vaticano y de las obras sociales y religiosas de la Santa Sede, y como tales deben estar por encima de toda sospecha».
Los ingresos de la poderosa Iglesia alemana están disminuyendo constantemente desde hace algunos años. No es solo en Alemania el 8 por mil en Italia baja y también con el Óbolo vaticano. Los datos de Alemania son aleccionadores y preocupantes con masivas bajas del registro público de la religión católica. En 2023, los ingresos de las 27 diócesis ascendieron a 6,51 mil millones de euros, prácticamente 330 millones de euros menos, equivalente al 5 por ciento, en comparación con 2022. Ese año los ingresos fueron de 6,84 mil millones de euros y en 2021 de 6,73 mil millones de euros. Los ingresos de la Iglesia católica siguen siendo superiores a los de la Iglesia protestante, esta última ha sufrido un descenso igual y ha sufrido pérdidas importantes año tras año.
En Alemania, las iglesias tienen derecho a cobrar un impuesto eclesiástico a sus miembros, esta es su fuente de financiación más importante. La cantidad que pagan los ciudadanos depende de sus ingresos. De este impuesto el Estado retiene el tres por ciento de los ingresos en concepto de gastos de gestión. Este mecanismo directo se introdujo en su forma actual en 1919 y garantiza la independencia financiera de la Iglesia respecto del Estado. Los expertos creen que el número de alemanes que abandonan la Iglesia seguirá aumentando, lo que provocará en el futuro una nueva disminución de los ingresos. Un estudio publicado en 2019 predijo que los ingresos fiscales se reducirían prácticamente a la mitad en 2060.
Y terminamos con el ‘nihil obstat’ para las apariciones de la Virgen de Montichiari, en provincia de Brescia. Casi cinco años después de la creación del santuario diocesano de María Rosa Mística y Madre de la Iglesia, nada impide promover la » propuesta espiritual » ligada a los mensajes difundidos por la vidente Pierina Gilli (1911-1991). Un decreto del obispo publicado ayer, de acuerdo con la Santa Sede, da cuenta, pues, de la abundancia de frutos espirituales. El énfasis en el «aspecto bautismal de la vida cristiana», realzado por la «presencia del agua y de la tina» en el Santuario; las numerosas confesiones; «la oración constante de intercesión por los sacerdotes y las personas consagradas, por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, por las situaciones difíciles o difíciles que a menudo se encuentran tales almas». Acompañado de una carta de Fernández que se limita a «una valoración doctrinal-pastoral»: «El Dicasterio para la Doctrina de la Fe no ha encontrado en los mensajes difundidos por Pierina Gilli elementos que contradigan directamente la enseñanza de la Iglesia católica sobre la fe y la moral. En los hechos relacionados con esta experiencia espiritual tampoco hay aspectos morales negativos ni otras cuestiones críticas. Más bien podemos encontrar varios aspectos positivos que destacan en el conjunto de los mensajes y otros que, sin embargo, merecen ser aclarados, para evitar malentendidos».
«Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos».
Buena lectura.