Los días pasan y las etapas del Sínodo de los sínodos se van quemando sin pena ni gloria, o mejor, con mucha pena y muy poca gloria. Estamos en un momento en que tanto relato oficial, antes se llamaban castillos en el aire, no soporta el encuentro con la cruda realidad. Las ensoñaciones se esfuman cuando nos despertamos del sueño y el sínodo de los sínodos promete ser el gran fracaso ¿final? de un pontificado fallido. Nos llegan noticias del final de la llamada fase diocesana que se sigue con mucha atención desde Roma. Los hay que se empeñan en creerse sus fracasos y se arriesgan a mostrarlos urbi et orbi. Tenemos el caso de Madrid ayer, no es único. Se está machacando a los párrocos con que algo hay que hacer, que su eminencia lo desea, que el papa lo pide, que es una obligación… ni por esas. En las parroquias el sínodo simplemente no existe y para que parezca algo se añade en toda información que se remite a los obispados el término sinodal: grupo sinodal de vida ascendente, catequesis sinodal, colecta sinodal, procesión sinodal, semana santa sinodal, misa sinodal…; nuevo, lo que se dice nuevo, nada de nada. Infovaticana no ofrece la penosa imagen en El fracaso de Madrid clama al cielo, no es un caso único. Madrid es una de las diócesis más importantes del la cristiandad y todos vimos como se recibió a su patrona en el mismo sitio no hace mucho.
Esto quiere decir que la iglesia está muerta, evidentemente no, ni mucho menos. La crisis religiosa llega a todos los sitios, la plaza de San Pedro y las audiencias papales son otro visible ejemplo, pero la vida se abre paso. No podemos quedarnos solamente en noticias negativas y vemos con gozo, las iniciativas de miles de sacerdotes, silenciosas, discretas, por temor a que el obispo lo sepa y no le guste, que pueblan el orbe católico. Don Jorge nos lo cuenta, no es un caso único, recomendamos la lectura de Rosario de hombres. El mayor fracaso pastoral es partir de la derrota . Con una pequeña iniciativa que ha cosechado un éxito inmenso. Es lo que hay, los fracasos están donde están y los primaveras se empeñan en ocultarlos, y los éxitos, modestos, pero éxitos, van por otro lado. Hay una iglesia que ya ha muerto y se va descomponiendo, otra que ha nacido y está creciendo.
Como era de esperar, las declaraciones de Becciu no dejan de provocar reacciones. Una de las más llamativas, que afecta la Marogna, la lady Becciu, es el rescate a la monja Gloria Cecilia Narváez, cuatro años cautiva en Mali. Ahora resulta que la familia de la religiosa no sabe nada: «Nunca tuvimos contacto alguno con representantes del Vaticano ni mucho menos con el nuncio apostólico en Colombia, y no sabemos si es cierto o no el pago de un millón de euros por la liberación de Gloria Cecilia Narváez». «Hace siete meses que se produjo la liberación de mi hermana y ella nunca mencionó nada de negociaciones o pago por su rescate». «Nunca los captores expresaron exigencia alguna de dinero y es muy extraño que esto se haya conocido precisamente cuando se están investigando supuestas irregularidades dentro de la Santa Sede».
¿Un poco de luz al final del túnel?: «Teniendo en cuenta los elementos positivos indicados en el Informe, la Santa Sede (incluido el Estado de la Ciudad del Vaticano) ahora se someterá al proceso de seguimiento regular de Moneyval». Se destaca que los “controles al sector financiero impiden que los delincuentes y sus asociados formen parte de la Junta Directiva de la Institución aprobada por la Autoridad de Información y Control Financiero (ASIF), o del Consejo de Cardenales que representa al Santo Padre en su calidad de accionista”. El informe Moneyval reconoce que «hasta el momento, “los resultados judiciales han sido modestos”, con solo dos condenas por autolavado. Pero los hechos recientes señalados en el informe sobre este tema “son alentadores”.
La Conferencia Episcopal Italiana, de las más numerosas del mundo, tiene que elegir a su presidente y el Papa Francisco ha dado indicaciones de voto y «Prefiero que sea cardenal, que tenga autoridad. Y que tenga la posibilidad de elegir al secretario, que pueda decir: quiero trabajar con esta persona”. En Italia ahora hay cinco posibilidades: Zuppi (66 años), Betori (75 años), Petrocchi (73 años), Lojudice (57 años) y De Donatis (68 años). Es el papa el que elige entre una propuesta de tres.
Hoy es frecuente encontrarse a muchos sacerdotes a los pies de los caballos ante acusaciones, graves o menos graves, de las que no pueden defenderse. Un sacerdote de Campagna, Don Marcello Stanzione no se ha quedado parado y ha denunciado civilmente a sus ‘difamadores’. Hace unos años, una mujer de 45 años, junto a su marido, ambos antiguos colaboradores del sacerdote, enviaron una carta dirigida al arzobispo, a la Nunciatura , a la Congregación para el Clero, que contiene acusaciones sobre supuestas conductas ilícitas del cura. Al fin, las falsedades, que lo eran, se han demostrado y la mujer de 45 años y su marido condenados por difamación en primera y segunda instancia, a la pena de dos meses de prisión y al pago de una máxima indemnización por daños y perjuicios a favor del párroco. Esto por lo civil, los demás, todos callados como muertos.
Tosatti nos ofrece un artículo sobre «¿Por qué Joe Biden y el estado profundo también se arriesgan a una guerra nuclear?». Los gobiernos estadounidenses, sometidos al llamado estado profundo, del que George Soros es uno de los representantes, acostumbran a clasificar a los supuestos “enemigos de la democracia”. En los últimos 30 años han invadido y/o bombardeado países como Panamá, Irak, Kuwait, Haití, Somalia, Bosnia, Sudán, Afganistán, Yugoslavia, Yemen, Irak, Libia y Siria sin ningún gobierno occidental y la los medios de comunicación han abierto la boca. Al Estado Profundo no le importa el sufrimiento de los inocentes, la destrucción y millones de muertes para ellos, fuertemente maltusianos, son como bocanadas de aire fresco.
Europa continúa dividida en Europa occidental y oriental. Australia se considera parte de Occidente a Rusia se considera parte del Este. En tiempos de Clinton, en una larga entrevista a Putin afirma: «Durante la reunión con el presidente Bill Clinton dije: Consideraríamos que Rusia podría unirse a la OTAN». Clinton respondió: «No tengo ninguna objeción». Pero toda la delegación estadounidense se puso muy nerviosa”. En marzo de 2000 se le preguntó a Putin si «¿es posible que Rusia se una a la OTAN?, respondió: «No veo por qué no». Todo apunta a que en esta carrera para ver quien es el dueño del mundo, la actual administración estadounidense está aterrorizada de una alianza entre Rusia y el resto de Europa porque, con los recursos de Rusia y las tecnologías alemana, francesa e italiana, se convertiría en la primera potencia mundial.
El 9 de mayo es el Día de la Victoria de los rusos, Valli nos ofrece un artículo sobre la figura de San Jorge en la cultura rusa. Hitler se suicidó el 30 de abril. Tres días después, la hoz y el martillo se izaron sobre Berlín, la rendición la noche del 8 de mayo, en la zona horaria de Moscú ya el 9, primavera del 45, en el mes mariano, para católicos y ortodoxos. Maximiliano Kolbe, profetizó: “Un día verás la estatua de la Inmaculada Concepción en el centro de Moscú; se erigirá muy por encima del Kremlin”. Esperemos que las palabras de Kolbe se cumplan. Y, quizás, incluso las escuchadas en Fátima.
«…y es que a un asalariado no le importan las ovejas».
Buena lectura.
Muy natural, el rosario de hombres tuvo mucho más éxito. Con la que está cayendo no se puede estar perdiendo el tiempo en sociologías, progresismos ridículos y haciendo el juego a los enemigos de la Iglesia; es decir a la ideología de Género, al loby LGTBI que todo lo invade y a procurar con grandes dosis de hipocresía y bajísima autoestima que el pobre y decadente mundo occidental nos entienda, comprenda y que igual con esas recetas vuelva a Misa, a los sacramentos y a ser una institución muy valorada en la encuenta del ´´ultimo mes.
Es un fracaso absoluto; no se puede molestar a gente normal que tiene sus quehaceres con reuniones donde se habla de lo divino y lo humano, digamos que de lo humano sin ningún conocimiento teológico, eclesiológico e incluso histórico del por qué de las cosas. Se llama a participar a cualquiera que está alejado de la Iglesia hace años luz a que ilumine al resto, pobres fanatizados, anticuados y depende del obispo de turno o cura de turno cuando no del Soberano Pontífice, esos rígidos que se toman las cosas tan en serio.