Como quien no quiere la cosa ya estamos empezando el Adviento y tenemos delante otra Navidad de tiempos de epidemia. Europa esta revuelta y otra ola de virus amenaza con dar al traste con la aparente victoria de las vacunaciones. La realidad humana es compleja y nos enfrentamos a lo desconocido en manos de la peor clase política de los últimos tiempos. Estaremos muy atentos a como evolucionan las cosas, pero no apuntan buenas maneras. El Vaticano intenta recuperar una cierta normalidad navideña si el virus lo permite.
Los muertos y no digamos los desaparecidos, están siempre muy vivos. El caso Emanuela Orlandi ha vuelto con fuerza a los medios a raíz de la publicación del último libro sobre el caso de Capaldo, uno de los magistrados que lo tuvo entre sus manos. Hemos asistido desde que este caso empezó hace decenios a continuas operaciones de despistaje, la última «la tremenda tontería respecto al asunto del supuesto entierro en el cementerio teutónico del Vaticano que es como dispararle a un cadáver». El ex magistrado novelista insiste en que le habría hecho saber al Vaticano, pero siempre con prudencia sin nombrar nombres, que estaba dispuesto a alejarnos de la supuesta vergüenza de la famosa tumba de Renato De Pedis en el sótano de la basílica de S Apollinare a cambio de una «pequeña ayuda» para saber qué pasó con Emanuela. La respuesta fue un «Ya veremos» que interpretó como una admisión de que sabía lo que le pasaba a la niña «. La abogada Laura Sgrò, pidió al Vaticano escuchar urgentemente a Capaldo sobre ese ‘Ya veremos’. Nos gustaría equivocarnos, mucho nos tememos que nos quedaremos en el ‘ya veremos’.
Ye tenemos los horarios de las celebraciones navideñas del Papa Francisco que celebrará la misa de Nochebuena este año, el 24 de diciembre, a las 19.30 horas. El año pasado se adelantó la misa debido al toque de queda, dos horas antes de la hora de las 21.30 horas en la que se realizaba la celebración en la basílica vaticana, seguimos con el adelanto a pesar de no tener toque de queda. La primera cita navideña de Papa Francisco es el 23 de diciembre a las 10.00 con el saludo a la Curia Romana, en la Sala Clementina. El sábado día 25 de diciembre a las 12, la bendición «Urbi et Orbi». El viernes 31 las Primeras Vísperas y el Te Deum en acción de gracias en la Basílica de San Pedro a las 17 h. El primer día del año la misa a las 10 de la mañana y el 6 de enero, solemnidad de la Epifanía siempre a las 10 de la mañana. El 9 de enero, en la Capilla Sistina, a las 9.30 horas, Francisco presidirá la Misa y el Bautismo de algunos niños.
El Papa de las periferias parece que ha vuelto su mirada, al menos parcialmente, a Europa en la fase de la pandemia. La salida de Angela Merkel, del debate sobre el futuro de la Unión Europea y sobre la descristianización del Viejo Continente , Macron también ve en el Papa un interlocutor fundamental, dijo que en su opinión Bergoglio “es un hombre libre. Tiene un pensamiento político real, el de un hombre que vivió en otro continente ”. En la República muy laica ya no es un escándalo que un presidente hable de valores e identidad; incluso Le Grand Continent considerada la expresión del gobierno francés, habla de la necesidad explícita de redescubrir las raíces cristianas para dar sentido y futuro a Europa. La visita privada del presidente a Lourdes es la primera vez en la historia de la Quinta República. Hace unos años entrevistado por el periódico belga Tertio, el Papa Francisco dijo que «el problema de Europa – o, al menos, uno de sus muchos problemas – es la falta de un liderazgo fuerte y autorizado. Nadie, en presencia de Adenauer, De Gasperi y Schuman, puede soportar la comparación».
Ya tenemos el mensaje oficial del Papa Francesco antes de su viaje oficial a Chipre y Grecia: «Pienso en aquellos que en los últimos años y hoy todavía huyen de las guerras y aterrizan en las costas del continente y en otros lugares y no encuentran más hospitalidad que hostilidad. Cuántos han perdido la vida en el mar, hoy nuestro mar, el Mediterráneo es un gran cementerio ”. El Papa Francisco dijo esto en un mensaje antes de su visita a Chipre y Grecia».
El padre Heinrich Pfeiffer, jesuita y erudito , murió ayer en Berlín, fue el primero en identificar el Santo Rostro de la Veronica di Manoppello como la que alguna vez fue venerada en Roma, en la Basílica de San Pedro, desaparecida de Roma tras el saqueo de 1527. Profesor de arte cristiano en la Universidad Gregoriana de Roma y miembro de la Pontificia Comisión para el Patrimonio Cultural de la Iglesia con el Papa Juan Pablo II. Sus descubrimientos provocaron en 2006 que el Papa Benedicto XVI fue a visitar el santuario de Manoppello.
Leemos en el inmortal Quijote de nuestro Cervantes que: «Las tristezas no son propias de las bestias sino de los hombres, pero si los hombres las sienten en demasía se vuelven bestias». Que las penas que nos rodean, personales o sociales, civiles o religiosas, no que despisten de la belleza y profundidad de la anunciada salvación de Jesucristo que tenemos a las puertas para no volvernos bestias.
«Estad, pues, despiertos en todo tiempo…»
«Macron también ve en el Papa un interlocutor fundamental, dijo que en su opinión Bergoglio “es un hombre libre. Tiene un pensamiento político real, el de un hombre que vivió en otro continente ”.
Bergoglio es un político que utiliza lenguaje religioso y su escuela política fue el peronismo, el adaptacionismo interesado hacia el otro, con la referencia preferencial en la propia supervivencia en el poder, y el uso del poder coactivo del misericordeo contra cualquier persona o cosa que se lo impida.
Es lógico y normal que Macron como político se sienta con sumo gusto con Bergoglio como político, son tal para cuál, y si en la Europa actual no hay absolutamente nadie que se pueda comparar con Adenauer, De Gasperi y Schuman, Bergoglio no puede ni compararse con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
La crisis política de Europa va a la par con la crisis doctrinal de la Iglesia, puesto que la Iglesia es la intercesora del mundo político y no al revés por lo que si falla el Pontífice, fallan todos los emperadores, reyes y presidentes: en vano construye el constructor, en vano vigila el custodio la ciudad, si ambos no tienen a Dios, y sin Dios nada es posible.
Por eso el pontificado carece de ninguna unción espiritual porque no es un fiel administrador de la Fé, y Dios no va a tolerar que la Iglesia se convierta portadora y distribuidora de las mentiras de fe, porque la misión de la Iglesia es extender e intensificar la fe, la santidad, la verdad, la justicia y la paz, y luchar con la ayuda de Dios contra las potestades antiteocráticas del mundo y los demonios, lo que no se hace hoy en día por parte del papado y muchos otros del Colegio cardenalicio y episcopal.
Y los obispos y cardenales son plenamente culpables de la crisis de la Iglesia, porque están aceptando la falsedad de conservar una unidad eclesial bajo la mentira y el engaño doctrinal, moral, litúrgico y eclesiológico.
El gran problema de Bergoglio es su mediocridad y heterodoxia gravísima en materia de fe, moral, liturgia y eclesiologia, pues aprobó con grave escándalo y confusión para el Pueblo de Dios, la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes en Amoris laetitia y el rescripto de 5 de junio del 2017 que lo sanciona como magisterio auténtico, refrendado con su negativa desde hace 6 años en no atender a ninguna de las correcciones fraternas ni en responder a las dubia, además de unir el año de San José con Amoris laetitia en este 2021, violando con ello los sacramentos del orden, la confesión, el matrimonio y la Eucaristía y el sexto mandamiento como mínimo.
«Macron también ve en el Papa un interlocutor fundamental, dijo que en su opinión Bergoglio “es un hombre libre. Tiene un pensamiento político real, el de un hombre que vivió en otro continente ”.
Bergoglio es un político que utiliza lenguaje religioso y su escuela política fue el peronismo, el adaptacionismo interesado hacia el otro, con la referencia preferencial en la propia supervivencia en el poder, y el uso del poder coactivo del misericordeo contra cualquier persona o cosa que se lo impida.
Es lógico y normal que Macron como político se sienta con sumo gusto con Bergoglio como político, son tal para cuál, y si en la Europa actual no hay absolutamente nadie que se pueda comparar con Adenauer, De Gasperi y Schuman, pergoglass no puede ni compararse con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
La crisis política de Europa va a la par con la crisis doctrinal de la Iglesia, puesto que la Iglesia es la intercesora del mundo político y no al revés por lo que si falla el Pontífice, fallan todos los emperadores, reyes y presidentes: en vano construye el constructor, en vano vigila el custodio la ciudad, si ambos no tienen a Dios, y sin Dios nada es posible.
Por eso el pontificado carece de ninguna unción espiritual porque no es un fiel administrador de la Fé, y Dios no va a tolerar que la Iglesia se convierta portadora y distribuidora de las mentiras de fe, porque la misión de la Iglesia es extender e intensificar la fe, la santidad, la verdad, la justicia y la paz, y luchar con la ayuda de Dios contra las potestades antiteocráticas del mundo y los demonios, lo que no se hace hoy en día por parte del papado y muchos otros del Colegio cardenalicio y episcopal.
Y los obispos y cardenales son plenamente culpables de la crisis de la Iglesia, porque están aceptando la falsedad de conservar una unidad eclesial bajo la mentira y el engaño doctrinal, moral, litúrgico y eclesiológico.
El gran problema de Bergoglio es su mediocridad y heterodoxia gravísima en materia de fe, moral, liturgia y eclesiologia, pues aprobó con grave escándalo y confusión para el Pueblo de Dios, la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes en Amoris laetitia y el rescripto de 5 de junio del 2017 que lo sanciona como magisterio auténtico, refrendado con su negativa desde hace 6 años en no atender a ninguna de las correcciones fraternas ni en responder a las dubia, además de unir el año de San José con Amoris laetitia en este 2021, violando con ello los sacramentos del orden, la confesión, el matrimonio y la Eucaristía y el sexto mandamiento como mínimo.
Vete a la mierda censurador.