El día de la liberación, el fluido Paglia, la religión transgénero, crisis de seminarios y monasterios, las señoras del Vaticano, los principios no negociables.

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En Italia hoy es festivo, no en el Vaticano, se celebra el Día de la Liberación, este año, precedido por discusiones y polémicas con motivo del aniversario de la masacre de las Fosas Ardeatinas. Es una celebración que se mueve siempre en el equilibrio entre vencedores y vencidos sin saber muy bien dónde se encontraban los italianos.  La ciudad de Roma formó parte de la República Social Italiana, aliada de la Alemania nazi y fueron las autoridades italianas quienes compilaron la lista de condenados. El 27 de mayo de 1947, se estableció que además de los domingos y fiestas religiosas, también serán festivos abril 25, “aniversario de la liberación”, 1 de mayo, “Día del Trabajo”, 2 de junio, “Día Nacional”, y 4 de noviembre, “Día de la Unidad Nacional”. También se estableció que el 11 de febrero, “aniversario de la firma del Tratado y del Concordato con la Santa Sede” y el 28 de septiembre, “aniversario de la insurrección popular de Nápoles”.

Empezamos otro día de noticias de fondo y empezamos por el inefable Paglia.  La propia Academia Pontificia para la Vida ha intervenido con un comunicado fechado el 24 de abril: «Con respecto a las interpretaciones incorrectas del pensamiento del arzobispo Paglia, la Oficina de Prensa de la Academia Pontificia para la Vida precisa lo siguiente». «Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reitera su ‘no’ a la eutanasia y al suicidio asistido, en pleno apego al Magisterio». Lo escrito, escrito está,  Paglia se ha pasado y se ha pasado por escrito. El reciente discurso del presidente de la Academia Pontificia para la Vida sobre el suicidio asistido, publicado íntegramente el pasado viernes, no se presta a mucha confusión y existe la clara aprobación de Paglia a una ley sobre el suicidio asistido como «mediación jurídica».

La moral católica contempla acciones «intrínsecamente malas» -como el suicidio- que de ninguna manera pueden cambiar su connotación incluso en presencia de un buen fin o circunstancias particulares. Encontramos antecedentes en su intervención sobre la  tristísima historia de Alfie Evans, cuando salió diciendo que la decisión del Tribunal Superior de Londres con la que se suspendió la ventilación y la hidratación, que poco después provocó la muerte del pequeño Alfie, había puesto fin en realidad a una situación de «obstinación terapéutica».

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El aspecto aún más problemático es cuando Paglia afirma que la Iglesia católica «no tiene un paquete de pret-a-porter, de verdades envasadas, como si fuera un dispensador de píldoras de la verdad.  «El pensamiento teológico evoluciona en la historia, en diálogo con el Magisterio y con la experiencia del pueblo de Dios,  en una dinámica de mutuo enriquecimiento”. Según Paglia la Iglesia no es el custodio de la verdad, de una verdad eterna que como tal es independiente de las épocas históricas; verdad debe ser «encarnada» en cada época, según el espíritu de toda verdadera reforma que es siempre renovación en, ni contra ni más allá de la Tradición.  La verdad es la vara y medida de la realidad y no al revés. Paglia admite  el principio cardinal del historicismo, que todo es fluido, todo es relativo, todo cambia y evoluciona.

Tosati nos ofrece en su blog una reflexión sobre el estado de locura en que nos encontramos viviendo que nos parece de sumo interés. Cuando los pseudoprogresistas son minoría utilizan la violencia, tanto verbal como física. Una vez en el poder, imponen leyes terroristas, tanto económicas como sociales y morales, caminado hacia lo que se va perfilando como democracias totalitarias. Tucker Carlson es un reconocido presentador en Estados Unidos: «Buenas noches y bienvenidos a una edición especial de “Tucker Carlson Tonight”. Feliz Viernes Santo. Este es el día más triste y al mismo tiempo, con mucho, el más esperanzador del calendario cristiano. Hubo un tiempo, no hace mucho,  cuando la gran mayoría de los estadounidenses observaba el Viernes Santo. Se levantaban, iban a la iglesia, hablaban de eso en la oficina y en la cena esa noche, era parte de su cultura, pero ya no es así. Esta noche uno se pregunta cuántos estadounidenses saben que es Viernes Santo. Entonces, después de cientos de años, este finalmente se ha convertido en un país no cristiano, pero no es un país secular. A veces la gente lo llama así, pero se equivocan. No hay países laicos. Cada país tiene una religión porque cada persona tiene una religión, incluso si es ateo. Todo el mundo ama algo. Nacimos así. No podemos evitarlo. ¿Cuál es la religión de América?»

Comentando algunos sucesos recientes, afirma que muchas iglesias del país ya no son cristianas, son iglesias transgénero. El transexualismo es la religión de más rápido crecimiento en este país. Como muchas religiones, su teología implica una transfiguración sobrenatural. El momento en el que una persona se transforma de un género a otro. Los convertidos a esta fe abandonan sus viejas vidas y abrazan una completamente nueva: sus identidades anteriores ya no existen. Son nombres muertos. Pero hay una gran diferencia: los transexuales no creen en el Dios del monoteísmo. Ellos creen que ellos mismos son un Dios con el poder de controlar la naturaleza y si lo piensas bien, esto debería ser motivo de preocupación porque es una receta para el extremismo. Las personas que creen que son Dios tienden a reaccionar muy mal cuando se les dice que no lo son».  «La enfermedad mental conduce a la violencia. Esta es una especie de enfermedad mental y no hay mayor enfermedad mental que la ilusión de ser Dios, y esto es exactamente lo que este culto enseña a sus seguidores: tú eres Dios, puedes cambiar la naturaleza con tu voluntad».

Y para muestra de lo dicho traemos un hecho italiano. El viernes pasado, decenas de activistas de un grupo estudiantil de extrema izquierda intentaron impedir por la fuerza la conferencia “Maternidad en Espera. Preservar la salud de las mujeres embarazadas” organizado por Pro Vita & Famiglia.  Poco antes del inicio del evento, activistas feministas y abortistas ocuparon la sala desplegando pancartas y pancartas, gritando cánticos, insultos y amenazas para intimidar a los participantes (muchos de los cuales literalmente huyeron) y evitar que los organizadores y ponentes tomaran la palabra tan pronto como lo intentaran.  Solo la intervención de la Policía permitió que finalmente comenzara la conferencia, aunque muy tarde y con la sala en un estado de caos total. Este es solo el último de una serie cada vez mayor de episodios de violencia e intolerancia que sufren en Italia quienes quieren promover la natalidad, la maternidad, la salud de las mujeres embarazadas y una cultura de la Vida como alternativa a la ideología abortista.

Entramos en temas litúrgicos. El siempre manipulado concilio, el Vaticano II en el número 7 de Sacrosanctum Concilium: “Para llevar a cabo tan grande obra, Cristo está siempre presente en su Iglesia, y de manera especial en las celebraciones litúrgicas. Está presente en el sacrificio de la Misa, tanto en la persona del ministro, ya que él mismo, se ofreció a sí mismo una vez en la cruz, se ofrece de nuevo por el ministerio de los presbíteros y sobre todo bajo las especies eucarísticas».  El Cura de Ars decía: “Si el sacerdote supiera lo que es, moriría”. En la crisis de los seminarios, que los está llevando a su extinción, no es indiferente que estén gobernados en gran parte por personas que tienen una idea equivocada del presbítero.  La falta de vocaciones  no se debe a que no haya ninguno que quiera comprometerse y seguir a Cristo en el sacerdocio. El problema radica en el filtro. Mientras que los que se dedican a la oración y son obedientes a las enseñanzas de la Iglesia son amonestados o incluso expulsados; hay trato preferencial para aquellos que profanan el mismo Sacrificio Divino. En la Iglesia del siglo XXI esto sucede y pone de manifiesto un grave problema de identidad. Esa identidad que asusta a muchos y por eso es satanizada con la etiqueta de “rigidez”.

En nombre de la «cercanía a la gente», hoy todo se justifica, todos los días nos encontramos con  alguna locura.  ¿Creemos en lo que profesamos? ¿Creemos en lo que celebramos? Hoy la fe ha fallado y todo lo que es visto por ‘alguien’ como “rigidez” es simplemente lo que se necesitaría. En todo este desastre, que tiene su naturaleza en la falta de fe, quienes llaman la atención del Papa Francisco y de muchos de su «corte», son los que celebran la Santa Misa de siempre y quienes cometen verdaderas blasfemias,  son bendecidos. En la catedral de papa  todo el mundo puede celebrar: anglicanos, coptos ortodoxos, etc… Si alguien pide celebrar según el vetus ordo, corre el riesgo de ser suspendido a divinis y exiliado.

En la víspera de la visita apostólica a Hungría, el Papa Francisco recibirá en audiencia en el Vaticano al Primer Ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, que está en Roma para participar en la Conferencia Bilateral sobre la reconstrucción de Ucrania. Este es el segundo encuentro  tras la audiencia del 25 de marzo de 2021 antes de  la invasión rusa de Ucrania.

El Papa Francisco sigue gris en  Twitter, la marca de verificación que identifica los perfiles de figuras públicas destacadas. Twitter ha decidido reactivarla, pero solo para algunos, parece que un porcentaje muy pequeño de usuarios de Twitter se dieron de alta pagando 8 dólares, menos del 5% de los 407.000 perfiles afectados. En el caso del perfil del Papa Francisco se queda sin el pájaro azul.

Ahora están comenzando las discusiones sobre si mantener las obras de Rupnik en el Vaticano. El caso Rupnik está como congelado y de momento no se ha tomado ninguna decisión definitiva ni siquiera por parte de la Compañía de Jesús, que es la encargada de abordar definitivamente el tema. Los jesuitas también tendrán que decidir si cierran el Centro Aletti, el organismo comunitario fundado por Rupnik,  pero cuya imagen ya se encuentra empañada y comprometida por los hechos que han trascendido.

Un fenómeno que se repite con frecuencia es el cierre, por extinción, de tantas instituciones centenarias, o milenarias, en esta primavera en la que estamos sumergidos. Hoy vemos una noticia del cierre, después de 567 años, de las Clarisas del monasterio de la Santa en Bolonia, como se conoce en la ciudad al santuario del Corpus Domini. Como todos somos estupendos, hay que tomarse las cosas con alegría y buen humor, Zuppi celebrará una misa de acción de gracias de la diócesis a las monjas que parten. El santuario y las reliquias del Santo pasan a las Misioneras Identes velarán por las celebraciones y la posibilidad de visitas.

En San Pedro están enterradas tres mujeres que no son ni santas ni religiosas. Se trata de tres reinas: Matilde de Canossa, Cristina de Suecia y María Clementina Sobieska, honradas con importantes monumentos escultóricos. La reina Matilde de Canossa (1046-1115), una poderosa dama feudal, fue una ferviente partidaria del papado en la Controversia de las Investiduras, con tumba del  Bernini.  Cristina de Suecia (1626-1689), que en el momento de la Reforma protestante, se convirtió al catolicismo, con tumba de  Carlo Fontana. Maria Clementina Sobieska (1702-1747), princesa polaca, sobrina del rey de Polonia, casada con James Francis Edward Stuart uno de los pretendientes al trono de Inglaterra, defendió la fe católica en la lucha entre católicos y protestantes por el trono inglés.

Un artículo de hoy, con ello terminamos,  nos recuerda que en 2002 el cardenal Joseph Ratzinger escribió una Nota aprobada por  Juan Pablo II, en la que subrayó el carácter central de los llamados principios no negociables.  Estos valores tienen su raíz en el derecho natural clásicamente entendido, y representan  los principios arquitectónicos de toda la construcción de la polis y las coordenadas esenciales de la acción de un católico o, simplemente, de una persona de buena voluntad.  No son ‘negociables’, es decir, no pueden ser objeto de negociación o compromiso, ni es lícito callar sobre ellos a quienes quieren actuar en política para la protección y promoción de la dignidad de la persona.

La protección de la vida en todas sus fases, desde el primer momento de la concepción hasta la muerte natural; el reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa frente a los intentos de equipararla jurídicamente a formas de unión radicalmente diferentes que, en realidad, la perjudican y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su papel social insustituible;
la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos. Estos principios no son verdades de fe, aunque reciben más luz y confirmación de la fe. Están inscritos en la propia naturaleza humana y  son comunes a toda la humanidad. La acción de la Iglesia en su promoción no es, pues, de carácter confesional, sino que se dirige a todas las personas, independientemente de su filiación religiosa. Benedicto XVI insistía que defenderlos «es tanto más necesario cuanto más se niegan o se malinterpretan estos principios, porque ello constituye una ofensa a la verdad de la persona humana, una grave herida infligida a la justicia misma».

En los años del pontificado del Papa Benedicto XVI, incluso dentro de la misma Iglesia, muchos siguen el pensamiento de Karl Rahner SJ y su ‘giro antropológico’.  Rahner predicó el deber de la Iglesia, no de evangelizar al mundo, sino de convertirse a él. La teología debe mantenerse ‘en sintonía con los tiempos’, asimilando la interpretación de la verdad, histórica y por tanto variable, adquirida por el género humano en una época determinada.  En la Iglesia se extienden absolutos morales inéditos: la atención al medio ambiente, el ahorro energético, la acogida (¿indiscriminada?) de los inmigrantes…

«El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado».

Buena lectura.

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Eutanasia, Comunicato di mons. Vincenzo Paglia.

25 Aprile, Liberazione. I Neo-Squadristi Progressisti Censurano la Vita.

Transgenderismo, la Nuova Dittatura. Feroce. Agostino Nobile.

Eutanasia, Materia Impegnativa. Cambiate Posto a Paglia. Luca Del Pozzo.

Comentarios
2 comentarios en “El día de la liberación, el fluido Paglia, la religión transgénero, crisis de seminarios y monasterios, las señoras del Vaticano, los principios no negociables.
  1. El problema de la Iglesia es que arrastra una serie de herejías programadas por Francisco (en realidad un cisma pontificio en relación al pastor supremo de la Iglesia, Jesús) en Amoris laetitia del 2016 (n. 305 y notas 336 y 351) y en el Rescripto de cinco de junio del 2017 que lo declara magisterio auténtico con deber de obediencia bajo pena justa (derogación de los actos morales intrinsece malum), a la que se suma el cisma y herejía del camino sinodal alemán del 2023, derivado a su vez de los principios morales relativistas contenidos en Amoris laetitia.

    Si nuestra conciencia puede conocer que Dios quiere que cometamos un acto intrínsecamente malo, adúltero u homosexual, dadas unas ciertas condiciones o moral de circunstancias, entonces por lógica se extiende el efecto a la anticoncepción (Humanae Vitse), al aborto, eutanasia, suicidio asistido, congelación y cancelación de fetos y embriones congelados, eugenesia defectos y embriones no viables o sin calidad suficiente, fecundación artificial antinatural, vientres de alquiler, así como a todos los otros actos que la Iglesia y los mandamientos de Dios prohíben «absolutamente». Por eso se explica la existencia de las declaraciones apostaticas del padre Martin y de Paglia, entre otros, pues aplican la doctrina herética de Amoris laetitia.

    El Papa Juan Pablo II condenó clara y definitivamente este error de la moral relativista de circunstancias, y lo hizo solemnemente en Veritatis Splendor y en Evangelium Vitae, aclarando así la perenne enseñanza moral de los evangelios y de la Iglesia, declarando verdades de fe los actos inmorales intrinsece malum en general, y el acto intrínsecamente malo del aborto y la eutanasia.

    En la última encíclica, el Papa Juan Pablo II, invoca la autoridad de San Pedro (EV 68) y declara dogmáticamente que, desde el primer momento de la concepción, todo niño merece el respeto debido a la persona, y por lo tanto, el aborto es siempre e intrínsecamente un grave acto inmoral; y por analogía de la fe, se extiende a cualquier tipo de homicidio sobre feto o embrión humanos, artificialmente causado por cualquier finalidad, lo que implica que el principio no negociable de Benedicto XVI sobre la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural es, en realidad, un dogma de fe doble: por ser un tipo concreto de acto intrínsecamente malo, y a su vez, los actos intrinsece malum como doctrina son también dogmas de fe.

    Todo el edificio de la ética absoluta (ya enseñada antes de Cristo por Sócrates y Cicerón) del Antiguo y Nuevo Testamento, así como de la Iglesia (apóstoles, tradición, padres, doctores, grandes teólogos, místicos, Santos), se derrumbaron al instante, simplemente aplicando la lógica de esta afirmación contenida en Amoris laetitia, reforzada por el rescripto de cinco de junio del 2017, la no contestación de Francisco a las Dubia, a las lluvias de correcciones fraternas y al hecho de omitir la prohibición de la implantación de los errores de Amoris laetitia en docenas y docenas de diócesis: Roma, Emilia Romaña, Las Marcas, Sicilia, Piamonte, Coimbra, Fátima, Braga, Oporto, Lisboa, Malta, Bélgica, Alemania, Buenos Aires…

    Que la completa distinción mediante el discernimiento conducido por un sacerdote, entre buenos y malos adúlteros (malos porque no tienen ninguna circunstancia moral atenuante o eximente), donde los primeros, los buenos (tienen atenuante o eximente) incluso sin arrepentirse, podrían ser admitidos a los sacramentos, especialmente el de la Eucaristía, el de la confesión y el de la extrema unción, mientras que sólo los segundos (los adulteros malos sin atenuantes ni eximentes) tendrían que ser excluidos, es una tarea de discernimiento totalmente imposible entre buenos y malos pecadores mortales para el sacerdote.

    Amoris laetitia propone admitir a los sacramentos a parejas que, objetivamente hablando, viven en pecado mortal, pero no dice ni una palabra sobre, además, el peligro de blasfemia y sacrilegio, contra lo que nos advierte el apóstol San Pablo en los más enérgicos términos, diciendo que «comemos y bebemos nuestra condenación si recibimos la sagrada comunión estando en pecado mortal».

    Amoris laetitia dice que «nadie (incluso el no adúltero) será condenado para siempre» negando la existencia del pecado mortal, del infierno del arrepentimiento y de a confesión, lo que se contrapone con San Pablo: que ningún adúltero que no se haya arrepentido, irá al cielo y, por lo tanto, se condenarán para siempre si no se convierten.

    Ello convierte al papa en heresiarca excomunicado latae sententiae non declarata con sede impedida como mínimo relativa (la absoluta causa sede vacante y cónclave), por lo que el papa nunca puede innovar y para decidir siempre necesita justa causa, lo que permite anular a Traditionis custodes y a cualquier otro tipo de innovación o decisión sin justa causa.

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