Después de la batida de audiencias y mensajes de estos días, acumulados durante la hospitalización del Papa Francisco, volvemos a la agenda vacía. Ya hemos dado la imagen de que estamos muy bien, que la primavera va adelante, y dejamos días vacíos para la recuperación, larga y complicada, de la última intervención. En el Vaticano, después del desfile rojo de estos días, se contiene la respiración. Una pregunta inunda los sacros palacios: ¿Cómo está el Papa?, la repuesta siempre en un gesto inexpresivo, quién sabe no puede hablar, quién habla no suele saber. Los movimientos en Santa Marta se controlan para evitar inevitables fugas de información, todo tiene que seguir con una aparente normalidad que todos sabemos que ya no existe.
Los cubanos, tras decenios de duro comunismo, ahora padecen el neopostcomunismo subtropical, y buscan la bendición de su presidente: “Fue un encuentro muy grato el de hoy con Su Santidad, el Papa Francisco, a quien le transmití el profundo cariño y los mejores deseos del pueblo cubano para una plena recuperación”. “Fue una conversación franca, confirmamos amplias convergencias en temas urgentes de la agenda internacional para la humanidad”. La culpa siempre es los otros: “en particular el grave impacto en nuestra población del recrudecimiento del bloqueo económico”.
Y después del presidente del Cuba, sigue el desfile rojo en el Vaticano con el amigo Lula y su tercera señora, en regla, enviudó de las anteriores. El cálido y afectuoso abrazo entre Lula y el Papa Francisco es la expresión perfecta de una sintonía que va mucho más allá de lo oficial: la lucha contra el hambre, el valor del multilateralismo, la defensa de la Amazonía. El comunicado oficial del Vaticano nos informa de una reunión privada de 45 minutos, en el aula Pablo VI: «un positivo intercambio de puntos de vista» sobre «algunos temas de interés común, como la promoción de la paz y la reconciliación», además de la lucha contra la pobreza, el respeto a los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente.
Y entramos en los artículos sobre el sínodo de la sinodalidad: «Si el Sínodo sobre la Sinodalidad sigue la orientación del Instrumentum laboris para la Primera Sesión, en octubre de 2023, y descuida esos temas clave para enfocarse en los temas candentes, está condenado al fracaso». Phil Lawler, fundador de Catholic World News, entra en el tema: «El documento de trabajo del Sínodo se jacta repetidamente de la variedad y amplitud de la consulta, dando la bienvenida a la cantidad de preguntas que se han planteado en lugar de buscar respuestas. En otras palabras, los organizadores del Sínodo han decidido que debemos jugar antes de definir las reglas: este es un proceso que se presta a la manipulación».
El Instrumentum laboris trata de describir la “sinodalidad” como un proceso, y afirmando que el largo proceso de consulta que finalmente generó este extenso documento es en sí mismo un ejemplo estelar de sinodalidad: “Un término tan abstracto como la sinodalidad comenzó así encarnarse en una experiencia concreta”.“Para muchos, la gran sorpresa fue la experiencia de ser escuchados por la comunidad, en algunos casos por primera vez…”. “El Pueblo de Dios ha estado en movimiento desde que el Papa Francisco convocó a toda la iglesia en Sínodo en octubre de 2021”.
Los autores del Instrumentum laboris nos dicen que las preocupaciones de los católicos de todo el mundo, coinciden perfectamente con los temas que trata el Papa Francisco: la paz mundial, el cambio climático, la desigualdad económica. Incluso con los mismos términos: “cultura del descarte” y “colonialismo cultural”. Reconoce la existencia de «ciertas tensiones» dentro de la Iglesia, que se niega a abordar: “No debemos asustarnos por ellas, ni intentar resolverlas a toda costa, sino involucrarnos en un discernimiento sinodal continuo. Solo así estas tensiones podrán convertirse en fuentes de energía y no caer en polarizaciones destructivas”.
La palabra «homosexual» no aparece, pero los autores usan «LGBTQ+», adoptando el término preferido por los revolucionarios sexuales. La palabra «matrimonio» aparece tres veces en el documento: dos en referencia a las uniones polígamas, una vez a los matrimonios interreligiosos, nunca al matrimonio cristiano. Palabras como «pecado» y «redención» no se encuentran por ninguna parte. Por si quedan dudas el mismo Hollerich, en la presentación: “Nosotros no hablamos de la enseñanza de la Iglesia. Esta no es nuestra tarea y no es nuestra misión”
Parolin presenta un libro: «El dolor de la Iglesia ante el abuso», sobre abuso sexual infantil, y defiende que la asociación entre homosexualidad y pedofilia es «grave y científicamente insostenible». “La orientación homosexual no puede ser considerada ni como una causa ni como un aspecto típico del maltratador, sobre todo si se separa de la estructura general de la persona”. «Toda fragmentación de la persona en un solo dato de su historia o de su personalidad representa una pesada e injusta condena a priori». «La tragedia del abuso está cada vez más vinculada a «graves déficits de personalidad», en particular en lo que respecta a las capacidades emocionales y relacionales del individuo».
El Papa Francisco nunca ha abordado el tema públicamente, pero ha dicho repetidamente que los seminaristas homosexuales deben ser enviados a casa. Ha recordado a los obispos las disposiciones de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis relativas a la admisión de candidatos homosexuales al sacerdocio. Esto de Parolin suena a la intervención del locuaz arzobispo Simone Giusti que habló de «la correlación entre la homosexualidad y la pedofilia»: «no se puede decir en voz alta, sino los medios nos masacrarán». Giusti es uno de esos obispos que solo necesitan mirar su presbiterio para darse cuenta de que mucho mejor estaría en silencio. El actual presidente de los obispos de Estados Unidos, Timothy Broglio: “Creo que sería ingenuo sugerir que no hay relación entre los dos. No hay duda de que la crisis de abuso sexual sacerdotal en los Estados Unidos está directamente relacionada con la homosexualidad”.
A Parolin no se le ve muy contento con la inútil misión Zuppi, él sabe qué lo es. “No sabemos aprender del pasado. Estamos destinados a repetir los mismos errores y los estamos repitiendo”. “Creo que ante todo debemos hablar más de paz y no depender de las posiciones de uno en la guerra. Es necesario entonces insistir en seguir los espacios de mediación que existen. Tengo esperanza, pero una esperanza realista, las propuestas de paz planteadas no son recibidas y valoradas». «Tengo esperanzas realistas de paz en Ucrania. En el sentido de que debemos seguir ofreciendo canales de paz a través de la mediación y los buenos oficios, pero no me parece que actualmente haya grandes perspectivas de que estos ofrecimientos sean aceptados».
El defenestrado primer auditor de la Santa Sede, Libero Milone: «Lamento tener que comunicarles que mi colega y amigo Ferruccio Panicco falleció esta mañana a causa de la enfermedad que lo aquejaba». Ambos demandaron a la Secretaría de Estado y Panicco también exigió un resarcimiento por el daño biológico causado por la incautación de su documentación médica sustraída durante un allanamiento de Gendarmería, ya que a falta de esos informes hubo demora en el tratamiento. El Vaticano se defiende acusando de que las acusaciones contenían documentos que no estaban en el archivo del auditor general, por lo que se consideraron «robados». Con una «sentencia provisional» el tribunal ordenó la continuación del caso.
Ettore Balestrero formaba parte de la llamada ‘santísima trinidad’ en los tiempos que nos parecen tan lejanos del todopoderoso Bertone. Del Vaticano salió como nuncio para Colombia y castigado, por sus negocios familiares, al Congo en donde lleva cinco años. El Papa Francisco lo ha nombrado observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las instituciones especializadas en Ginebra, ante la Organización Mundial del Comercio y ante la Organización Internacional para las Migraciones. Un puesto que no es comparable a una nunciatura de relumbrón, como sería natural a su edad, vuelve a Europa, a Suiza, y cerca de casa. Don Georg parece que residirá en el seminario de su Diócesis, en un apartamento junto a su arzobispo titular y con el sueldo alemán correspondiente. Sin duda para a mejor vida, mucho más tranquila y mucho mejor pagada, esperemos que sepa aprovechar la oportunidad para ser la memoria viva de Benedicto XVI.
«…hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo…»
Buena lectura.