Domingo en Roma, esperado ángelus con el Papa Francisco después de días de ausencia, entramos en un periodo de recuperación, los médicos han recomendado un mes. Se retoma muy lentamente la agenda con muchas limitaciones, la más visible la supresión de la audiencia del miércoles.
El Papa Francisco está vivo, es la expresión que hemos escuchado de sus propios labios. Un artículo de hoy reflexiona sobre la «marcada sensibilidad hacia lo obvio, todo ello resumido en eslóganes como “la guerra es una locura”, “la cultura del descarte”, “salvemos el planeta”, “acogiendo a los pobres, a los últimos, a los excluidos” , “la vacuna es un acto de amor”, etc». Ninguna de estas expresiones es en sí misma obvia o inmune a implicaciones nocivas y críticas legítimas. Por otro lado, suenan bien y son comprensibles incluso para los niños. Lo evidente es el lenguaje de los niños, siempre dispuestos a subrayar que el agua es transparente y la nieve fría. Sin embargo, el niño no tiene idea de la muerte: vive con caprichosa naturalidad como si nunca fuera a morir. Y es bueno, porque es un niño. Un adulto, como enseña Dante, puede perderse en el bosque oscuro -cosas humanas- y perder el camino recto, el que atraviesa la selva y conduce a la plena luz. Solo para sobrevivir, también vives en el bosque recogiendo bayas y hablando con jabalíes. «Se hubiera esperado al menos un «estoy vivo, gracias a Dios». Fórmulas coloquiales que se escapan incluso a los ateos en el bar». «Pronunciar lo obvio tiene la ventaja de agradar a muchos, y de desagradar a un pequeño resto de molestos».
Obras son amores y en el caso de abusos, sobre todo si toca a los hermanos jesuitas, palabras muchas, hechos muchos menos. Ayer informábamos de la rocambolesca situación de Rupnik y hoy tenemos una carta de respuesta del Papa Francisco al presidente Luis Arce de Bolivia en la que el Papa Francisco expresa «consternación y vergüenza». Es «deplorable» el abuso sexual de menores por parte de sacerdotes «que traicionan su misión como padres, pastores y educadores». “Pensando en la nefasta actuación de aquellos sacerdotes y también en la negligencia de quienes debieron velar, me siento conmovido e impresionado porque los ministros de la Iglesia deben ser custodios y garantes del bien y del futuro de las jóvenes generaciones».
La misión Zuppi tendrá que ir a Moscú para una potencial reunión con Putin, tan importante como la que podría tener con Kirill. El metropolita Antonij de Volokolamsk, presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, fue recibido hoy en el Vaticano por el Papa Francisco pocas horas después del regreso del Papa a Santa Marta. En una entrevista del Metropolitano Antonij: “El 16 de junio, según el comunicado de prensa en ruso, el Vaticano acogió una reunión entre el Metropolita Antonio de Volokolamsk, Presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, y el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede. El Metropolita Antonio saludó al Secretario de Estado en nombre de Su Santidad el Patriarca Cirilo de Moscú y Toda Rusia. Por su parte, el Cardenal Parolin compartió los recuerdos del encuentro con el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa durante su visita a Rusia. En el transcurso de una larga conversación, que tuvo lugar en un ambiente cálido, las partes discutieron una amplia gama de temas de actualidad de las relaciones bilaterales».
Seguimos con muchas noticias del caso Orlandi. Entra en escena la mujer de Agca, Elena Rossi: «no sólo es falsa la pista búlgara, sino también la pista islámica y la «interna» del Vaticano. En particular, la «pista interna» que todavía hoy parece estar disfrutando de cierto éxito». Un medio nos ofrece hoy la primera parte de su entrevista centrada en el atentado a Juan Pablo II. Laura Sgrò, abogada de la familia, señala: “Me refiero claramente a la pedofilia. Es una pista de la que poco se ha hablado hasta ahora, pero en realidad nunca se investigó. La votación de las reformas al proyecto de ley que crea la comisión bicameral de investigación de la desaparición de Emanuela Orlandi está prevista para el martes 20 de junio.
Ahora tenemos dos investigaciones abiertas: una por la fiscalía de Roma, la otra por el promotor de justicia del Vaticano. Mientras la familia Orlandi juzga positivamente el deseo del Vaticano de finalmente esclarecer el caso, reconoce que existen fuertes sospechas sobre quiénes en el mismo Vaticano están en contra: «El Papa ha mostrado en repetidas ocasiones su buena voluntad al querer arrojar luz sobre los asuntos de la Iglesia. Confiaré en él cuando vea los papeles». Apoya la creación de la comisión parlamentaria: “Es la última oportunidad que tenemos para saber qué pasó con Emanuela. A lo largo de los años, el Vaticano ha rechazado tres rogatorias internacionales para interrogar a testigos. Muchos de los protagonistas de la época están muertos, los que saben no hablan, el paso del tiempo es enemigo de la verdad».
Presentación de dos, de los tres volúmenes publicados, en el Vaticano sobre los desaparecidos en Argentina a partir del estudio de los documentos desclasificados de los archivos eclesiásticos. el título: «La verdad los harán libres». El primer volumen trata de la Iglesia Católica en la espiral de violencia en Argentina de 1966 a 1983. El segundo volumen va de 1977 a 1983 y se centra en la Iglesia y el terrorismo de Estado: la violación clandestina sistemática de los derechos humanos que desembocó en el fenómeno de los desaparecidos. La Conferencia Episcopal Argentina no estuvo a la altura frente al terrorismo de Estado. El nuncio Pio Laghi: las «desapariciones» eran parte de una verdadera estrategia implementada por el gobierno del país. y que llegó a seis mil desaparecidos. Casaroli: “Hacer desaparecer personas equivale a las formas totalitarias de los regímenes materialistas”.
Funeral de Burkhard Scheffler, fallecido a los 61 años en la mañana del 25 de noviembre de 2022, en el Cementerio Teutónico del Vaticano. “Pienso en ese llamado ‘hombre de la calle’, un alemán, que murió bajo la columnata, solo, abandonado. Él es Jesús para cada uno de nosotros”. La Archicofradía de Nuestra Señora en el Campo Santo alemán en San Pedro, había accedido inmediatamente a enterrar al difunto en condiciones de pobreza en su propia tumba de peregrinos. Casi siete meses después de su muerte, Burkhard Scheffler ha encontrado su última morada en el Vaticano, cerca de la basílica de San Pedro.
Las víctimas de la pederastia en Alemania piden a los obispos alemanes que revisen las indemnizaciones que promediaron entre 20.000 y 50.000 euros, y ello tras una sentencia dictada hace unos días por el tribunal de Colonia, en la que reconoció un daño cuantificado en 300 mil euros. Los representantes de las víctimas han subrayado durante mucho tiempo que los procedimientos de compensación, establecidos por una comisión independiente, eran opacos y demasiado bajos. Por el momento, los obispos han preferido posponer las solicitudes de renegociación y pretende mantener su sistema de pagos incluso después el caso de Colonia. Ya empezamos con condenas preventivas y en la catedral de Muenster están enterrados tres obispos que, según un informe, cometieron errores al tratar los abusos entre 1947 y 2008. El acceso a la cripta donde están enterrados ha sido bloqueado temporalmente y se ha colocado un texto explicativo señalando los errores cometidos por los prelados.
Y terminamos con la triste noticia de lo que podemos llamar «el aborto escondido» que se extiende vestido de una falsa normalidad. Nadie dice lo peligroso que es para la madre y, por supuesto, para el niño que se enfrenta a su muerte segura, sin posibilidad de defensa alguna. Un nuevo caso, Carla Foster, que está en prisión por haber practicado el aborto químico en su domicilio en el octavo mes de embarazo. Ya tenemos el pretexto para solicitar el aborto hasta el nacimiento y exigir que se revoque la Ley de Aborto inglesa de 1967. La historia de Carla, y la de muchas otras que han optado por el aborto, tienen un elemento en común: mujeres que se enfrentan a un embarazo inesperado, que viven situaciones complicadas, a menudo solas, que buscan una solución rápida a un problema aparentemente sin remedio, y luego se encuentran permanentemente heridas por la muerte de sus hijos.
Asistimos a un aumento dramático en el número de abortos. La «píldora por correo», introducida durante la epidemia, permite interrumpir los embarazos en el hogar hasta por 10 semanas, luego de lo cual se supone que el procedimiento se completa en la clínica, el método está vigente en la actualidad. Los datos oficiales dicen que: “El aborto médico temprano en el hogar es el procedimiento más común, con el 52% de todas las mujeres abortando en 2021 tomando ambas tabletas en el hogar. La tasa de aborto con medicamentos en su conjunto representó el 87% de los abortos”. El caso de Carla puede ser más común de lo que creemos, durante el proceso entró en pánico e hizo dos llamadas a los paramédicos. Cuando llegaron, el bebé ya había nacido y no respiraba. Los esfuerzos por revivirla fracasaron y Lily fue declarada muerta 45 minutos después. La autopsia determinó que la niña tenía entre 32 y 34 semanas y que nació muerta debido al uso de drogas abortivas por parte de su madre. El pasado lunes 12 de junio, Carla Foster fue enviada a la cárcel por su crimen, inicialmente acusada de infanticidio, lo que ella negó. Se declaró culpable de haber recurrido a drogas o medios para procurarse un aborto. A nadie parece importarle la muerte de la niña y el tremendo sufrimiento de su madre y de sus hermanos.
«Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis».
Buena lectura.